Southern. Una conferencia siempre competitiva que siempre tiene jugadores interesantes para ligas medias. Tal vez este año no estén los ACB Francis Alonso (que baja un peldaño para reforzar al OCB), Rubén Guerrero (reciente internacional) o Fletcher Magee (el francotirador de Obradoiro), pero no debemos de perder de vista a unos cuantos jugadores y avisamos, de paso, a los pocos pero fieles seguidores de esta sección, que dejamos joyas escondidas para que nos preguntéis por ellas.
Edición 18/19
NCAA Underground: Southern
Entregas anteriores
America East / Atlantic Sun / Big Sky
Big South / Big West / Colonial
Horizon / Ivy / MAAC
MEAC / MVC / NEC
OVC / Patriot
Equipos participantes
Chattanooga
Citadel
East Tennessee State
Furman
Mercer
Samford
UNC Greensboro
Virginia Military
Western Carolina
Wofford
Campeón Liga Regular 18/19
Wofford
Campeón Tournament 18/19
Wofford
Josh Sharkey
178 cm
Samford
19/20: 24 pa, 33 mi, 17.3 pt, 3.6 re, 7.2 as, 2.8 ro
Siempre con minutos, ya el año pasado se salió. Base muy muy pequeño, pero veloz, excelente manejo de balón, alto IQ, capacidad de penetrar y a pesar de su poco cuerpo sabe proteger muy bien el balón y sacar réditos. Su velocidad y bote bajo lo hacen muy incómodo en defensa, lo que, unido a su dribbling, provoca que vaya al tiro libre casi ocho veces por partido. Letal al contragolpe, es un experto a la hora de robar carteras (2.8 ro), aunque sufre ante bases físicos. Sus siete asistencias por partido es un dato tremendo (a pesar de sus cinco pérdidas). Pensar en Junior Robinson es inevitable, aunque yo creo que Junior tenía más hype.
Jordan Lyons
180 cm
Furman
19/20: 26 pa, 33 mi, 17.4 pt, 2.7 re, 2.2 as, 1.3 ro
Titular desde el año pasado en Furman, es un jugador pequeño pero muy fuerte, el típico ‘dos’ explosivo con barra libre desde el triple (con o sin balón). Veloz a la hora de penetrar, su selección de lanzamientos no es la mejor y eso, unido a su talla, le pesará en el profesionalismo (donde tampoco le veo de uno), aunque su capacidad anotadora le puede abrir puertas. Para el recuerdo, su 15/34 en triples frente a North Greenville la pasada campaña (lo que supuso un récord en la NCAA).
Ethan Stair
1996 / 193 cm
Mercer
19/20: 26 pa, 35 mi, 15.2 pt, 8.8 re, 2.1 as, 1.1 ro
Sus excelentes números le hacen colarse antes que Carlos Dotson (gema que me guardo), Hoover o su compañero Dimitrijevic (temporada espectacular la del serbio, el cual también nos guardamos, serio candidato si hubiera premio a jugador con mayor progresión). Titular desde el año pasado y uno de los máximos anotadores en edad sénior de su conferencia, me ha sorprendido gratamente. Capaz de llegar al aro, intensa capacidad reboteadora y físico con buen tren superior, es capaz de anotar desde el triple a pies quietos con eficacia, pero también sabe anotar saliendo de las pantallas penetrando o desde fuera, siendo seguro desde el tiro libre (88% TL). Si mejora su juego con balón, irá a más. Una de esas joyas escondidas que realmente no sé dónde cuadrar.
Jeromy Rodríguez
1996 / 201 cm
ETSU
19/20: 15 pa, 23 mi, 10.7 pt, 7.9 re, 1.3 as, 1.1 ro
El dominicano empezó su carrera universitaria en un JUCO de prestigio en el que rindió a buen nivel. pero una lesión le apartó en su tercer año. Primero en ETSU, el pasado sorprendió siendo uno de los mejores reboteadores del país. Jugador del año de la conferencia en pretemporada, problemas físicos le han alejado de su mejor versión pero sigue siendo un jugador muy interesante. Es un 4×4 que me recuerda a otro dominicano (Jerome Frink, ahora en Islandia) con menos fundamentos ofensivos pero más capacidad reboteadora. Duro al contacto, sabe jugar sin balón y es muy móvil en bloqueos. Con buen nivel de dureza, su ausencia de rango de tiro le puede pasar factura en profesionales, aunque su pasaporte cotonú le debe abrir las puertas.
James Dickey
1996 / 208 cm
UNCG
19/20: 26 pa, 25 mi, 8.0 pt, 8.9 re, 1.7 as, 1.8 ta
Socio en su momento de Francis Alonso, ha sido titular prácticamente casi toda su carrera universitaria. Es un jugador de 208 cm de perfil claramente protector del aro, al cual las faltas le delimitan en su tiempo. Más de ocho rebotes y casi dos tapones por partido, en ataque su liviana condición le afecta, aunque a pesar de ello no rehúye el juego de espaldas al aro, donde busca acabar en un efectivo gancho. También puede anotar sin balón o cuando consigue segundas opciones. Del club de los sufridores en la línea de los tiros libres, su destino será ligas medias estilo Chipre o Eslovaquia (si no opta por alguna más exótica).