Giro en Visión periférica, la sección en la que Carlos Márquez nos acera un minucioso análisis de un determinado jugadores. Tras cinco entregas con gran éxito sobre jugadores destacados de la pasada Liga EBA y sin experiencia previa en LEB (dos de ellos, Jaume Lobo y Jorge Martínez, debutarán en Plata), ahora es momento de hablar de una promesa internacional.
Hablamos del danés Jonathan Klussmann (2002 / 190 cm), un combo guard que se ha salido en la liga de su país a pesar de estar aún en edad júnior. Sí que es verdad que estaba en un equipo de la zona baja que apostaba por la juventud, pero el joven jugador no se ha amilanado cuando jugaba ante los equipos top de su liga, dejando detalles de sus cualidades.
Conocido por su paso por las selecciones danesas de formación y por el ANGT, proviene de una familia de baloncesto y ha jugado toda su vida en BK Amager, equipo en el que, en teoría, seguirá la 20/21 si no le llega una oferta mejor.
Entregas anteriores
Jaume Lobo / Javier Herrero
Juan Gabriel Martínez / Imanol Artiñano
Jorge Martínez
NOTA. Recordamos que la valoración del juego que realiza Carlos Márquez es una visión del jugador tras la visualización de partidos, sin realizar valoraciones del plano personal, siendo meramente reducidas al deportivo.
Jonathan Klussmann, por Carlos Márquez
Joven base-escolta danés que destaca por su verticalidad y gran capacidad para la anotación, finalizando con unos excelentes guarismos de 17.3 puntos por partido en su debut en la Basketligaen danesa a pesar de estar aún en edad júnior. El campo abierto es su arma. Muy rápido en la carrera y con gran capacidad de ir a canasta. Un slasher en su faceta finalizadora, aunque de igual forma puede conducir el contraataque y generar para sus compañeros. Su mejor versión la encontramos en el juego 1×1, que puede jugar desde triple amenaza o desde bote. Klussmann combina una sólida capacidad técnica en el dribbling (manejo, crossover, cambio de ritmo, pausa), con un primer paso muy explosivo, lo que le permite desbordar con facilidad a su defensor para atacar la canasta con gran determinación, donde aprovecha su potencia de piernas y gran fortaleza física para absorber el contacto y culminar con habilidad cerca del aro. Y esta es una cualidad a destacar de Jonathan, es un chico que con 19 años cuenta con un body ready, como dicen en EEUU. Está capacitado para chocar contra jugadores a menudo más altos y pesados que él, sin que le afecte lo suficiente para perder el control de su equilibrio y poder finalizar con garantías y/o sacar faltas, muchas faltas, tantas como para acudir a la línea de tiros libres una media de 7 veces por partido (el 36% del total de tiros libres lanzados por su equipo), de las cuales anota 5.8 por partido (el 40% del total de tiros libres anotados por su equipo), casi nada. Y es que ha convertido 111 de 132 tiros libres en 19 partidos, con un porcentaje del 84.1%, una auténtica barbaridad.
Nos metemos de lleno en el tiro. Técnicamente posee una buena sincronía corporal y es capaz de armar el tiro bien equilibrado y con rapidez, también posee buen release y fluidez. Quizás por ponerle algún punto de mejora, sería que saca el balón desde la cabeza y no sobre la cabeza, con lo que le queda un poco bajo, aunque tras la irrupción de un tal Stephen Curry esto ya carece de relevancia. Klussmann cuenta con un tiro tras bote efectivo entre sus capacidades más destacables, que utiliza para sorprender a media distancia desde desborde o atacando el contrapié en el close out. Su media en temporada fue muy decente con 45.4% en tiros de dos puntos, con 7.4 intentos por choque para convertir 3.4 tiros. Otro movimiento muy adecuado a sus características es el step-back, recurso que usa a menudo gracias a esa mezcla de potencia y explosividad de piernas, y velocidad en armar el tiro, que explota sobre todo para terminar lanzando tras la línea de tres puntos. Aunque aún no es capaz de obtener grandes porcentajes desde el triple, no se corta en lanzar bastantes (5.4 intentos por partido para 103 tiros totales en 19 partidos). Su media de acierto es de 29.1%, con 1.6 triples anotados por partido. Aunque debe trabajar para mejorar en este aspecto, recordemos que se trata de un chico muy joven y debutante en su liga, con toda la inestabilidad que se le presupone a un jugador de esa edad y circunstancias, lo que da más mérito si cabe a sus porcentajes. Esto habla de la tremenda confianza y seguridad en sus capacidades.
Pero Jonathan no solo es capaz de generarse sus propios tiros, posee también ciertas habilidades para el playmaking. Sin ser un pasador de élite, es capaz de intuir el pase y crear para sus compañeros. Sabe encontrar el pase desde la ventaja que genera al atacar desde penetración, sobre todo al saltar la ayuda o castigar la defensa cuando se contrae en lado débil. Busca línea de pase y abastece abajo o a tiradores abiertos. Es una situación donde es dominante sobre todo en campo abierto, explota su verticalidad para ser letal contra defensas desorganizadas. Lo juega también desde 1×1. 46 pases totales para una media de 2.4 por partido.
Esta generación se extiende a situaciones de pick and roll. Si la defensa se hunde, asume penetraciones que puede finalizar hacia aro, o aguantando para pasar a espaldas de los postes. Si además su defensor se queda pinchado en el bloqueo directo, tira detrás del bloqueo. También puede superar el show o el flash desde desplazamiento y bote lateral, y atacar el aro o usar el tiro tras bote. Sabe leer situaciones de pase a la salida de la ayuda, o castigar el bump con pases ya sean desde bote, de gancho o en salto a dos manos.
En juego sin balón es muy rápido saliendo de indirectos, ya sea para cuadrarse y armar el tiro o para dar continuidad a la ventaja hacia aro. Es capaz de amenazar a pies parados y anotar en catch and shoot, aunque ya hemos señalado que a día de hoy no es un anotador regular desde la línea de tres.
Si nos centramos en su defensa sobre balón, se trata de un jugador con piernas para aguantar en 1×1, muestra gran motor y actividad de manos. No es un especialista consumado, pero si un muy correcto defensor a pesar de su juventud. Es un correcto defensor del PnR, aunque debe trabajar en la lectura e intensidad de este concepto. En la defensa no balón tiene instinto para saltar a la ayuda o intuir la dirección de bola y tratar de robar. No cuenta con brazos largos, pero si tiene potencia en piernas para meterse en línea de pase. Tiene margen de mejora en este apartado del juego.
Hay que conocer el contexto para definir la temporada de Jonathan Klussmann. Su equipo, el BK Amager, estaba encuadrado en el grupo B de la Basketligaen Danesa. Se trata de un equipo muy joven en el que prima la formación de sus promesas, por lo que no ha tenido la capacidad para competir todo lo que hubiese deseado, de ahí su balance de 2-17 en victorias-derrotas. En el plano colectivo no tenía mucha relevancia la temporada, pero no así en el plano individual. Klussmann ha tenido la oportunidad de manifestar la confianza y descaro que presentaba en categorías inferiores, y exhibir una capacidad competitiva impropia para su edad, asumiendo el peso del ataque de su equipo con naturalidad (19 pa, 26 mi, 17.3 pt -45-4% T2, 29.1% T3, 84.1% TL-, 3.4 re, 2.4 as, 0.7 ro, 3.4 pé, 14.7 val). En su primera experiencia en élite ha jugado mucho y ha respondido más que bien. Números que perfectamente podría haber firmado un jugador extranjero. Esto habla de una mentalidad de killer. De hecho, hablamos de uno de esos jugadores que cuando está muy concentrado es capaz de subir el nivel hasta entrar en una gran racha de juego y acierto, volviéndose determinante e imparable.
Quizás una de sus mayores virtudes, su juventud, le penaliza si nos ceñimos a aspectos de relación de intensidad y toma de decisiones, conceptos que tienen su mejora en la práctica y cantidad de partidos. Y es que su verticalidad puede tornar en fijación y cada vez que percibe el pasillo al aro busca el ataque directo, y claro, en ocasiones no selecciona bien el momento y puede convertirse en kamikaze. Otro campo de mejora es el tiempo de pase tras la generación. Un jugador con tanta habilidad para superar a su par en 1×1, debe dar un paso adelante en la lectura organizativa del ataque y la defensa de ayuda rival y ser capaz de discriminar dónde se encuentra la mejor oportunidad de anotación y/o juego para mantener la ventaja adquirida. En este sentido, tendrá que asentar los conceptos de fijar (contraer) la defensa, trabajar en liberar espacio hacia lado débil y abrir línea de pase, leer dónde está la ventaja (organizar) y tomar la mejor decisión. En esta última opción, medir el tiempo exacto de pase al contrapié de la defensa de ayuda se torna fundamental. Esto es parte del trabajo que debe realizar para aumentar sus cualidades, en pos de aumentar sus capacidades de point guard, ya sea desde el 1×1 o en el juego 5×5. Nunca será un base organizador puro, pero será capaz de gestionar su amenaza y la del equipo en temas de P&R, pop, salida de indirectos, triángulos… Ganar en tiempo de pase también le hará crecer en su salida de bola. Estadísticamente, sus ratios asistencias/robos/pérdidas son negativos (2.4/0.7/3.4), lo que de alguna forma viene a probar todo lo indicado anteriormente: esa necesidad de crecer en cuanto a relación de intensidades, entendimiento del juego, pausa, lectura y toma de decisiones.
Encaje: Creo que le vendría muy bien el poder disputar una liga con mayor exigencia táctica como la LEB Plata, ya sea en una cantera ACB o como fichaje en un equipo que quiera apostar por un joven anotador comunitario con muchísima progresión.