Estamos de enhorabuena en Zona de Básquet. En un momento en el que es complicado encontrar colaboradores estables como web altruista, de contenidos gratuitos y sin ingresos publicitarios (los anuncios son generados por el propio WordPress), llega como un soplo de aire fresco Carlos Márquez, entrenador asistente y responsable del scouting del CB Morón, además de partícipe en otros proyectos, que nos deleitará con artículos de diferente índole mientras que sus obligaciones profesionales le dejen.
Para empezar, Carlos Márquez nos va a hablar de diez jugadores de la Liga EBA sin experiencia en LEB en forma de temporada completa y de edad mayor a U22. Optamos por esta vía porque ambos pensamos que, a pesar de ser la cuarta división del baloncesto nacional, es una competición donde hay talento y existen jugadores buscando su sitio en categorías superiores, así como intentar vivir del baloncesto.
Nuestro primer protagonista es el escolta catalán Jaume Lobo (1997 / 182 cm / Ficha FEB), que ha roto muchos registros con su impacto anotador en Ávila Auténtica Carrefour El Bulevar. Un jugador nacido en 1997 que pasó por Joventut y Cornellà antes de recalar en Unió Bàsquet Sant Adrià, donde se ha formado la mayor parte del tiempo. Como él mismo relataba, tras acabar sus estudios de Periodismo en Barcelona buscaba nuevas vías, pero no encontró opciones en LEB. Sin embargo, Óbila, un club modesto pero que vive el básquet y tiene experiencia en LEB, le permitía pensar en baloncesto al 100%. Y allí se fue. El resultado, el conocido por todos por sus registros anotadores. Pero ahora vamos más allá y buscamos sus puntos fuertes y débiles, todo ello bajo la visión de nuestro flamante fichaje de lujo, Carlos Márquez.
Este scouting es una visión del jugador tras la visualización de partidos, sin realizar valoraciones del plano personal, siendo meramente reducidas al deportivo.
Jaume Lobo, por Carlos Márquez
Escolta (combo 2-1) diestro, de 182 cm, fibroso y eléctrico, aunque de poco peso, y que ha explotado esta temporada demostrando capacidad para la anotación, sobre todo, con un gran talento para el tiro exterior.
El principal talento de Jaume es su muñeca y la facilidad para crearse oportunidades de anotación. Tiene mentalidad de killer y posee recursos técnicos y físicos que le dan una gran dimensión y lo alejan de ser un simple especialista en largas distancias. Como tirador es letal en línea de 3 (43% en tiros de 3 puntos), capaz de armar el tiro muy rápido, por lo que no se le puede dar un metro de distancia. Con balón es eléctrico y muestra una tremenda facilidad para el 1×1, siendo capaz de tirar tras bote o penetrar hacia canasta. En juego sin balón busca constantemente salidas de indirectos (off screens), pindowns, staggers, etc, con éxito. En campo abierto es letal con espacios para correr y finalizar, gracias a su velocidad. Es un generador de juego correcto y tiene buen instinto de pase; puede actuar de 1 aunque no es su especialidad (1.6 as).
Defensivamente tiene piernas para defender el 1×1 a jugador con balón, con mucha actividad de pies y manos. Aprieta en línea de pase y lee bien la distancia donde debe situarse para explotar su velocidad de reacción (1.5 ro). Debe mejorar en el lado ayuda, tanto en la recuperación de close-out, como en llegar a tapar tiros. Persigue bien en los indirectos y es correcto en la defensa del P&R, donde suele perseguir.
Nos encontramos ante un jugador joven, que ha tenido una gran oportunidad de manos de su entrenador José Antonio Sánchez, ex de EuroColegio Casvi, muy conocedor de la categoría y que ha trabajado con muy buenos jóvenes talentos como Tyson Pérez o Fernando Sierra, entre otros. José Antonio debutaba esta temporada en Óbila, donde han montado un equipo muy competitivo que favorece a Jaume, contando con un juego interior de muchas garantías, con un pívot veterano experto en EBA como Tomáš Hampl, el interior francés Ibrahima Diagne y el serbio Stefan Radosavljević (ex Plasencia). Por fuera, el pequeño gran base Álvaro Tebar (ex Casvi) y los aleros Juan Castro (especialista defensivo), y el belga Benjamin Janssens. Con esta idea, Jaume ha explotado su talento y ha tenido actuaciones individuales sobresalientes. De 20 partidos disputados, ha anotado 30 o más puntos 9 veces, metiéndole 43 a Santo Domingo Betanzos (8/11 T3) y 38 y 40 a Universidad de Valladolid (9/15 y 7/16 T3, respectivamente), bajando en solo 2 partidos de los 20 puntos (11 y 19 puntos). Además, su volumen de tiro ha sido de más de 20 por partido, distribuidos en 9.2 T2 y 10.7 T3 (que suponen el 50% de los triples lanzados por el equipo por partido), con 8.1 TL intentados. Una auténtica barbaridad. Óbila ha terminado con un balance de 16-4, la cual se puede catalogar como exitosa. Sí. Pero, ¿es oro todo lo que reluce? Cierto es que Jaume ha tenido buenos números en anotación a nivel individual, pero no podemos decir que haya tenido la capacidad de involucrar a sus compañeros en el juego. En su determinación por anotar, toma una gran cantidad de tiros y no todos son buenos. Pero su mayor hándicap es la toma de decisión. Suele abusar del bote y a menudo juega situaciones de 1×1 en inferioridad (1×2 y hasta 1×3), forzando tiros con desequilibrios y malas ejecuciones, o tratando de dar pases definitivos a jugadores sobremarcados o en malas posiciones, que no dan ventaja al ataque. En situaciones de P&R como jugador con balón, las buenas defensas suelen forzarle a penetrar, sabedores de sus dificultades de lectura y buena toma de decisiones. Su media de asistencias/pérdidas es negativa (1.6/3.4). No posee tampoco un buen timing de pase, ni trabaja para mejorar los ángulos de pase. Tampoco tiene capacidad de controlar el tempo del partido, aunque tiene tiempo de mejora en estas facetas debido a su juventud.
Encaje: A sus 23 años, Jaume ha tenido la oportunidad de desplegar su gen de anotador principal y ha demostrado su potencial en un equipo hecho a su medida y bajo la dirección de un entrenador que le ha dado los galones que demandaba. La pregunta es si podrá repetir el nivel mostrado sin esta protección y en una liga más exigente a nivel de ritmo y con defensas más sólidas y físicas como son las de las LEBs. Mi impresión es que, para dar el salto con garantías, tendrá que ser capaz de mejorar su playmaking, aprender a generar para los demás de forma correcta y mejorar en mucho su toma de decisiones; sino, pasará de ser un proyecto de Darío Brizuela a un jugador con techo limitado y rol de especialista. A día de hoy me genera dudas si su estilo de juego es adaptable a las LEBs. El tiempo lo dirá.