No es la LEB Oro una liga que ofrezca muchas oportunidades a los jóvenes, al igual que pasa en muchas otras de Europa, tal y como analizamos la temporada anterior. Buscando a los U22 de la pasada LEB Oro, muchos han desaparecido de la competición: varios de ellos, los de la generación del 2000, terminan ciclo (Marcos, Sola, Parrado, Pantzar), mientras que otros jugarán en otra competición, como sucede con los baskonistas Hanzlík y Savkov (cedidos en equipos ACB), Javi García (retorna a Zaragoza) y los valores Kraag y Maronka (suben al primer equipo de la Penya). La ruta americana que ha tomado Sidy Cissoko le lleva a la G League, donde algún rumor sitúa también el futuro de Ibou Badji. Hacia LEB Plata se han ido Malik Allen, que sigue en Prat tras el descenso, y Aitor Etxeguren, que ficha por el filial del Gran Canaria.

Si pasamos a analizar la situación de cara a la temporada 22/23, encontramos varios nombres a seguir de jugadores U22, es decir, nacidos de 2001 en adelante:

Guillem Ferrando (2002). La perla del Valencia tendrá buenos minutos e irá creciendo en juego en Melilla Sport Capital CMB. Tal vez su posición esté más copiada en la elite, a pesar de nacionalizaciones exprés, pero a mí no me parece ninguna locura que siga el mismo camino que Pradilla: uno o unos años en Oro para madurar y crecer, ACB destacando y en nada a rendir. Mentalidad, descaro y calidad de un base de los de antes.

Kostantin Kostadinov (2003). Sin duda, es la estrella U22 más rutilante que ha quedado en la competición tras su buen debut como sénior en Palma, a pesar del descenso. Firmó en ACB con CB Canarias, que le cedió a un Zunder Palencia que apostó fuerte por él. Habrá que ver cómo lo usa Rivero, porque el fichaje estrella McGrew parece destinado al ‘cuatro’ titular, pero el búlgaro es un jugador versátil, en crecimiento y con amplias cualidades, y no podemos descartar verle de falso ‘cinco’ o incluso de ‘tres’ alto, además de en su puesto natural.

Mateo Díaz (2002). Tercera temporada en Oro, tras una de peaje cuando llegó a Breogán y otra de aprendizaje en Cáceres; ahora el argentino debe demostrar que está aquí. Además de su pujanza, garra e intensidad, tiene que dar rienda suelta a su calidad y aumentar su capacidad de dirección. Tiene una gran oportunidad en BarValencia CB Almansa con Afanion.

Adrià Domènech (2002). Sale de su zona de confort y lo hace, como otros, con una medalla de campeón de Europa U20. En Alimerka Oviedo Baloncesto tendrá duros rivales como LeCesne y Martí (cuando esté plenamente recuperado). Versatilidad, movilidad, muñeca y calidad; debe ganar en dureza, físico y experiencia y demostrar lo que lleva dentro en esta oportunidad.

Ibrahim Magassa (2002). Claramente puede parecer un pecado apostar por Magassa en vez de la perla de Iraurgi, Manex Ansorregi, un todoterreno U22 que dará que hablar un curso más a expensas de su mejora en el tiro y manejo de balón, pero el francés tiene mucho talento y, lo mejor, un sitio donde desarrollarlo: Juaristi ISB. Una lesión prácticamente nos impidió disfrutar de él en sus dos últimos años; a su físico, letalidad en transición y verticalidad habrá que comprobar si le ha sumado fiabilidad en el lanzamiento y buena toma de decisiones.


Otros U22 en la competición que debemos conocer

Cedido por el Obradoiro ha llegado a Melilla Sergi Huguet (2002), un exterior con varios registros, que apenas comete fallos y que irá a más durante el transcurso de la temporada. También tendrá un espacio importante el base angoleño José Dimitri Maconda (2001 / Iraurgi), que mostrará su físico y estilo libre en una escuadra donde se complementará con la sobriedad de Beñat Hevia.

No empezó la pretemporada con el equipo pero los que hemos visto a Gonzalo Corbalán (2002) en EBA sabemos que de calidad y puntos va sobrado, pero esto es Oro y Hereda San Pablo Burgos es uno de los favoritos. Algo que también veremos en Movistar Estudiantes, el club colegial quiere ser fiel a su historia y será de los equipos con más jugadores U22, aunque falta por ver qué cuota de participación les dará Javi Rodríguez a Héctor Alderete (2002), Rubén Domínguez (2003) y Emil Stoilov (2002), que seguramente tendrían muchos minutos en otros equipos con menos aspiraciones. Algo similar, pero a otro nivel, veremos en Club Ourense Baloncesto, donde Josep Fermí Cera (2003) y el internacional absoluto argentino Tomás Chapero (2001) pasan de ser vinculados a ser miembros del primer equipo, en el que deberán ganarse minutos como las últimas fichas de la rotación.

Por supuesto, hay más jóvenes a seguir, como Pablo Sánchez (2002), que buscará su hueco en Cáceres Patrimonio de la Humanidad, aunque Dani Rodríguez y Albert Lafuente parecen partir con una inicial ventaja al conocer más la liga y acumular más experiencia. También buscará minutos Ángel Comendador (2001) en el OCB, donde con su físico y su trabajo atrás dará buenos relevos.

En definitiva, serán tal vez pocos jóvenes en la liga, con tanto éxitos en nuestras selecciones de formación, pero ya contábamos hace unas semanas cómo les cuesta a los nacionales asentarse en Oro, a semejanza de la ACB, y las posibles causas. Lo que tenemos claro es que, a los que estén, no les perderemos de vista.