Oro: Cissoko y Kostadinov, dos estrellas emergentes

La idea es ver cuáles son sus puntos fuertes y débiles, así como tener clara su proyección, que en ambos casos es bastante alta si siguen trabajando como lo han hecho hasta ahora.

Sidy Cissoko
Juaristi ISB
Francia / 2004 / 196 cm
23 pa, 23 mi, 10.7 pt (52% T2), 3.0 re, 2.2 as, 9.0 val

Sidy Cissoko llegó muy joven a la estructura de Baskonia tras destacar en el Centre Essone francés y en varios torneos de cantera en equipos de exhibición como Toulouse Travel Teams o Frenchy Phenoms. Enseguida, la temporada 18-19, fue integrado para jugar en el equipo vasco en categorías superiores a las que le correspondían por edad, debido a su calidad y desparpajo. Fue quemando etapas mientras esperaba y progresando en la cantera ACB hasta llegar al punto actual, en el que estamos hablando del único jugador en edad júnior que participa de forma activa en LEB Oro, categoría en la que juega cedido en Juaristi ISB.

Desde su llegada a Vitoria, siempre se le consideró un jugador de proyección, pero tal vez la temporada pasada, la 20/21, a las órdenes de Miguel Ángel Hoyo, fue la de su eclosión. En doble dinámica, por un lado con el filial de Baskonia en EBA (16 pa, 26 mi, 17.4 pt -53% T2, 44% T3- 4.1 re, 2.6 as, 1.5 ro, 17.1 val), y por el otro mostrando sus credenciales en categoría júnior continuamente, destacando en el Campeonato de España, donde fue el mejor jugador del Baskonia y se destapó en la posición de ‘uno’ en la fase final ante la lesión del base titular, mostrándose como un jugador que puede ser referente en ese puesto.

Una estatura de 196 cm y un morfotipo de brazos largos hacen que Cissoko pueda jugar en las dos posiciones del backcourt, pero como hemos visto en Iraurgi bajo la batuta de Iñaki Jiménez, su futuro debe estar enfocado hacia el puesto de ‘uno’. Hablamos de un jugador con un físico de pantera, eléctrico, muy explosivo, con capacidad para romper las defensas desde el pick and roll con una buena finalización cuando llega al aro. Puede hacer daño desde fuera, sobre todo a pies quietos, y a esa capacidad de generar sus canastas suma una visión de juego por encima de la media para asistir a sus compañeros. Otra virtud es su carácter competitivo y ganador, aunque en ocasiones fuerza en demasía.

Es un jugador centrado en el baloncesto desde niño y que el mismo es consciente de cuáles son sus principales carencias, como demostró hace unas semanas al definirlas en Radio Vitoria. Debe mejorar su trabajo defensivo siendo más constante, porque tiene capacidad para ello, por físico, habilidad para robar balones e intensidad. Debe seguir madurando su tiro y un buen detalle es que ha mejorado en cuanto a transmisión del lenguaje corporal con sus compañeros. Su otro campo de batalla, y tal vez el más decisivo para el puesto de base, es la toma de decisiones; al ser un jugador que necesita balón y sentirse importante desde muy joven, a veces peca en exceso de protagonismo, tomando decisiones erróneas fruto de la experiencia en el juego, como bien definía su entrenador Iñaki Jiménez en una reciente entrevista a Noticias de Álava.

El futuro de Cissoko es grande. Sin todavía llevar ni una temporada de sénior parece pedir más, pero personalmente albergo dudas de si Baskonia le puede ofrecer ese ecosistema donde crecer. Varios canteranos son el ejemplo, y tal vez la mejor definición sea Tadas Sedekerskis y cómo le costó afianzarse. Está claro que cada jugador es un mundo, con un papel del entrenador muy importante, pero Cissoko necesita jugar, vivir experiencias en el puesto de base en forma de minutos, más allá de lo que pueden aportar los entrenamientos de calidad de un equipo de Euroliga. Además, no debemos obviar que el francés es un futuro NBA, las predicciones de los mocks de futuros drafts lo confirman e incluso ha sido elegido para jugar el torneo de exhibición entre Estados Unidos y el resto del mundo, el Nike Hoop Summit, que se jugará tras dos años de ausencia y cuyo último representante de Oro fue Felipe Dos Anjos en la 16/17.

Konstantin Kostadinov
Palmer Alma Mediterránea Palma
Bulgaria / 2003 / 203 cm
24 pa, 19 mi, 7.7 pt (54% T2), 3.7 re, 1.0 ma, 6.7 val

Gran parte de su formación ha tenido lugar en España, a donde llegó la temporada 16/17 al Infantil del Real Madrid, siendo rápidamente uno de los puntales del equipo blanco, como refrendó con su MVP en la Minicopa ACB de 2017. Posteriormente, estuvo durante cuatro temporadas (17-21) jugando en las categorías cadete y júnior junto a otras estrellas blancas, siendo cada verano la estrella de la selección búlgara junto al estudiantil Stoilov, incluso jugando en categorías superiores a lo que le correspondería por edad.

En su paso por la cantera blanca siempre fue un jugador sólido que aportaba físico y equilibrio, pero que tal vez no llegó a explotar o conseguir una trayectoria ascendente como otros mirlos blancos. A la vez que jugaba en categorías de formación disputaba la Liga EBA, aunque era en la categoría júnior donde sobresalía por su físico y calidad. De tal forma que en los torneos júnior fue uno de los jugadores más destacados la pasada temporada con el Real Madrid, y a su vez con el filial en liga EBA consiguió unas medias de 6.4 puntos, 3.2 rebotes, 1.1 asistencias, 1.0 robos y 7.4 créditos de valoración en los 18 minutos que permaneció en pista.

Este verano tomó una decisión valiente al apostar por un equipo como Palmer Alma Mediterránea Palma en una competición exigente como es la LEB Oro. El equipo balear es un proyecto que en los últimos años suele buscar dar salida a jugadores de proyección. Con el Real Madrid como júnior había alternado las posiciones de ‘cuatro’ y ‘tres’ como buen combo forward. En Palma se le ha visto como un ‘cuatro’ móvil durante la temporada, teniendo minutos de responsabilidad, alternando muy buenos partidos con otros con menos brillo (fruto de su edad) y restándole algún minuto la incorporación temporal del 4-5 Mendy al principio de la temporada. La marcha del francés hizo que el búlgaro jugase bastantes minutos, respondiendo a pesar de su juventud. Sin embargo, la llegada del último fichaje, Cosialls, le ha relegado al papel de sexto hombre, aunque en partidos aplazados, como el disputado ante Força Lleida, ha hecho verdaderas actuaciones espectaculares.

Sabedores de su colección de habilidades, demostrada durante todo estos años de formación, vamos a intentar centrarnos en el juego que Kostadinov ha ofrecido este curso en un Bahía San Agustín donde, como hemos comentado, le hemos visto como un ‘cuatro’ móvil de buen físico y buenos muelles. Sus vías de anotación han sido variadas: capaz de jugar de fuera a dentro ante rivales más pesados, con buena definición en el aro, muy activo como roller en el juego de bloqueo y continuación, veloz en las transiciones, agresivo en los putbacks para buscar segundas opciones, inteligente en el juego sin balón para quedar liberado y atrevido desde la media larga distancia. Su campo de batalla es su rango de tiro: capaz de anotar de tres, no lo hace de forma consistente y con la rapidez suficiente que precisan los niveles top; a pesar de tener buen físico, a estos niveles se le iguala (comparado con la categoría júnior donde destacaba) y en su juego en el poste de espaldas al aro no se impone. Además, debe ir a un nivel superior en su juego de cara al aro como manejador, ya que es un jugador que, por el sistema de su equipo, no ha tenido función de generador. Atrás es un jugador que ayuda, sabe anticiparse, su movilidad es muy interesante para cubrir carencias de sus compañeros, sin embargo le hemos visto despistes como es típico en estas edades y debe mejorar su trabajo en el rebote defensivo.

El búlgaro es un proyecto criado baloncestísticamente en España, nacido en 2003, su futuro lo marcará su fiabilidad en el tiro exterior pero no debemos olvidar que a pesar de su juventud es un jugador que ha conseguido revivir ya como un jugador de de Leb Oro de pleno derecho.