Seguimos ofreciéndoos artículos alejados del corta-pega tan típico de nuestros días. Los que nos seguís sabéis que siempre intentamos acercaros una visión de los jugadores que no han pisado las Ligas FEB: algunos de mucho nivel, otros menos, otros levantan más dudas… Pero en la clase media-alta hay buenos refuerzos que habrá que ver hacia qué sentido van. Hoy es turno de hablar de Kevin Allen, Tanner McGrew y Marvin Ogunsipe.

Kevin Allen
1994 / 211 cm
UEMC Real Valladolid Baloncesto

Uno de los equipos más madrugadores fue el Real Valladolid. Ideas muy claras de Paco García tras su espectacular fin de curso luego de su vuelta: renovaciones muy importantes, fichajes punteros como Mike Torres, secundarios de calidad como Kabasele o Mazaira, y todo parecía girar al ‘cinco’ grande, donde Kavion Pippen acabó dando largas para terminar en México al lado de un Iván Déniz que nunca olvida España.

Pero los rectores pucelanos estaban preparados para esta contingencia y a los pocos días presentaban a Kevin Allen, sin experiencia en Ligas FEB y con una trayectoria overseas muy dispar. Sin grandes números en su formación universitaria entre JUCO, DI (Boise State) y su último año en DII (Emporia State, 15/16: 8.2 pt, 5.1 re), su tamaño le hizo tener oportunidades profesionales, viviendo sus primeras experiencias en ligas como Tailandia o Nicaragua. Llegaría la 18/19 a Rumanía, destacando estadísticamente en un equipo de la zona baja (Târgu Jiu: 30.1 pt, 16.8 re) antes de recalar en Albania, donde seguiría el siguiente curso. Regresaba la 20/21 Târgu de la liga rumana, una competición que crece cada temporada, pero que los divide en diferentes fases por niveles, haciendo que sea fácil conseguir buenas medias y más siendo un puntal (19.6 pt, 11.1 re). Jugó algún partido en la TBL americana y volvió el pasado curso a Târgu, pero ya en una liga de todos contra todos, donde el equipo no pudo clasificarse para los playoffs pero en un plantel con jugadores interesantes como Sly, Troupe, Morgan, Ashmed, Nicoara o Glogovac. En 18 partidos promedió 15.8 puntos, 12.0 rebotes y 1.3 tapones. Tras obtener 14 dobles-dobles, en febrero rescindía el contrato y se marchaba a Taiwán unos meses.

Si miramos su juego lo primero que hay que hacer es olvidar la idea de Pippen, a pesar de que ambos son ‘cincos’ grandes. Kevin Allen es un jugador que ha evolucionado desde su primera temporada en Rumanía al momento actual, experimentando una mejora física y de recursos. Si por algo destaca es por su capacidad reboteadora, ocupando mucho espacio y sabiendo cubrir su box out en el rebote, sobre todo en defensa. En ataque le veo varias virtudes a este jugador zurdo. A pesar de no ser un jugador excesivamente rápido en las transiciones, tiene muy mecanizado el juego de roller y aquí podría hacer mucho daño con los buenos bases blanquivioletas (Pantzar y Torres). Además, se siente cómodo de espaldas al aro, metiendo el culo ante rivales inferiores físicamente y haciéndose el espacio para anotar; también le gusta ganar la posición para recibir y anotar. Tiene movimientos en el poste bajo y un buen reverso (sorprende su velocidad de ejecución para su tamaño), pero dista de ser virtuoso; cuando baja el balón le cuesta volver a subirlo y los defensores aceptables de sus kilos y altura pueden pararle bien en el 1×1. Aprovecha bien cortes y putbacks, aunque a veces tiene fallos tontos; y ojo a sus pérdidas (más de 4 por partido), sin ser un jugador generador de poste ni uno de los más usados en ataque. Otras temporadas, le vi incluso un tiro aceptable de 3-5 metros que esta pasada 21/22 apenas vi (por los generadores de su equipo). En defensa, es un buen protector del aro y tapona por su envergadura (buen armario), aunque puede verse inferior ante jugadores de calidad y de su tamaño como los que se encontrará en LEB Oro . Capaz de ayudar en su zona de acción, sufre en el desplazamiento lateral.

En definitiva, un pívot voluminoso, muy buen reboteador y con algún recurso en ataque, pero menos explosivo y talentoso que Pippen. Vivirá su primera temporada de exigencia en un equipo destinado a estar en la zona media-alta y, obviamente, su adaptación se antoja decisiva en esta competición de grandes ‘cincos’.


Tanner McGrew
1993 / 203 cm
Zunder Palencia

De los tres nombres que analizamos hoy, el que más me enamora. Creo que debe ser uno de los refuerzos del verano; no en términos numéricos, sino en sensación de lo que puede aglutinar en Palencia. No en vano, debemos recordar que McGrew es todo un internacional estadounidense en una de esas convocatorias en las que no entraron los NBA. Trayectoria diversa la del ala-pívot, que vivió la reconversión del 5 bajo al 4 potente con mucha naturalidad. Trayectoria progresiva en NCAA-DII con un último año sobresaliente en West Virginia Wesleyan (15/16: 22.6 pt, 12.4 re). Debut profesional en un equipo modesto de Dinamarca como el SISU, donde se salió (16.6 pt, 10.5 re), con experiencia en verano, antes y después de Dinamarca, en las State League de Australia. Su buena campaña hizo que la 17/18 se fuera a la ProB francesa (Saint-Chamond: 9.2 pt, 5.1 re). Tras ello, encontró acomodo la 18/19 en los camps de la G League, primero en Memphis Hustle y luego, a partir de enero, en Salt Lake City, donde cuajó grandes números (22 pa, 10.7 pt, 5.3 re, 2 as), lo que le llevó a las ligas de verano de NBA con Utah Jazz.

La 19/20 recalaba por primera vez en la Península Ibérica, firmando por el Porto portugués; comenzaba bien, pero una lesión de tibia y peroné lo dejaba en el dique seco al poco. La 20/21 repetía experiencia en Porto con la temporada ya iniciada y cogía ritmo (8.1 pt, 4.3 re). Tras esta experiencia, se iba al Sibiu rumano, donde era ayudante Miguel Ángel Hoyo. En una temporada compleja en la que Hoyo acabó como primer entrenador y clasificando al equipo para los playoffs, McGrew fue uno de los pilares del equipo rumano (31 pa, 31 mi, 10.9 pt, 7.7 re, 3.3 as, 1.0 ro).

En una reciente entrevista concedida a BaloncestoconP, Hoyo apuntaba que McGrew “hace mejores a sus compañeros”. Me parece un buen resumen de alguien que lo conoce muy bien, trayéndolo a Europa en su año rookie. McGrew, al contrario que otros jugadores, destaca por su entendimiento del juego. Un buen 4 que ronda los dos metros, de hombros muy anchos, sin mucho salto ni explosividad, pero con la virtud de entender el juego y realizar acciones variadas sin problemas. Sabe jugar sin balón, puede generar desde el poste alto, ayudar a subir el balón en transición, jugar en el poste de espaldas al aro para buscar la canasta o, sobre todo, doblar el balón. Otra de sus virtudes es su tiro de tres, que ha ido potenciando, estando muy cómodo recibiendo y lanzando tanto desde la frontal como en 45º, con el peligro que conlleva (39% T3).

Defensivamente es un jugador que sabe usar su cuerpo para rebotear (también en el ofensivo) y que aguanta el 1×1 con su fortaleza, aunque tampoco es un especialista defensivo al uso ni es un saltarín ni tiene una velocidad elevada de desplazamientos. Como puntos más débiles hay que decir que no encara mucho y que le lastra su falta de explosividad; a mayores, a veces en el poste, a pesar de su buena lectura, no consigue canasta por su falta de altura.

En resumen, McGrew es muy buen fichaje. Sí que es verdad que con los dos ‘cincos’ actuales (Chema González y Bourama Sidibe) tal vez recaiga sobre él una presión de anotar que no es su fuerte. Él es un jugador altruista, con buena toma de decisiones tanto en el poste alto como bajo (59% T2), capaz de amenazar de tres y que está muy cómodo dando un pase más tanto en cortes de sus compañeros como en jugadas de hand off, algo de lo que se pueden beneficiar mucho los pívots y los tiradores de élite del perímetro.


Marvin Ogunsipe
1996 / 206 cm
CB Almansa con Afanion

Sorprendía Almansa con el fichaje del internacional austriaco Marvin Ogunsipe, un jugador que prácticamente ha ligado toda su carrera al Bayern Múnich alemán. Destacó de joven con las selecciones de formación de Austria en diferentes eventos, lo que hacía que fuera reclutado en la 14/15 por el Bayern. En el filial muniqués se desarrolló durante varios años, destacando en la 17/18 (ProB: 12.5 pt, 9.4 re), con alguna aparición en el primer equipo, lo que hizo que la temporada siguiente fuera miembro de pleno derecho de la primera plantilla, llegando a disputar la Euroliga la 18/19 pero sin oportunidades (25 pa, 7 mi, 1.8 pt en la BBL). Esa falta de oportunidades hizo que saliera cedido la 19/20, su mejor temporada en la BBL (Hamburg: 20 pa, 16 mi, 5.0 pt, 3.5 re); acabaría la campaña en Crailsheim (5 pa, 4.0 pt, 6.0 re). Repetiría cedido en Hamburg la 20/21 pero sus minutos decayeron (9 mi, 2.4 pt), volviendo al Bayern la pasada temporada, donde volvió a ser un jugador residual (17 pa, 5 mi, 0.6 pt). Pero ojo, porque Ogunsipe con su selección sí ha tenido minutos y ha rendido a buen nivel; de hecho, en las últimas ventanas FIBA cuajó un buen papel (4 pa, 21 mi, 7.8 pt, 6.3 re).

A mi modo de ver, Ogunsipe es un jugador que debería haber salido antes de su “zona de confort”, aunque muchas veces esto no depende de uno mismo. Su pasado en una liga con más potencial que Oro como la BBL germana sirve de aval; sin embargo, habrá que ver cómo se desarrolla en este nuevo rol. Creo que es un jugador que es realmente un 4.5 y en vez de ir hacia el 4, donde más daño podría hacer con una progresión, se ha ido al 5, donde ha jugado buena parte de su carrera deportiva y se siente cómodo. Para mí, esos 206 centímetros son al alza, pero tiene un buen tren superior, acompañado de un buen físico. Me parece muy buen roller (aunque sus finalizaciones son mejorables), controla bien los cortes en el juego sin balón y sabe cargar el rebote. Tal vez no ha evolucionado hacia el 4 de forma clara porque le ha faltado ser más consistente en su tiro exterior (necesita su tiempo) y en sus fundamentos a la hora de encarar, pero es un jugador que no es raro ver hacer esas acciones si se da la ocasión. Atrás, no le importa el contacto y protege el rebote, cometiendo en ocasiones faltas innecesarias y sufriendo ante jugadores grandes en el ‘cinco’ o rápidos en el ‘cuatro’.

Acostumbrado a otros nombres en la pintura de Almansa, y con un proyecto más modesto (vista la mayoría de los fichajes), la zona almanseña, a priori, está huérfana de una estrella y habrá que ver si Ogunsipe asume ese rol tras varios años de segunda unidad en la BBL. La idea del equipo ha quedado clara, con Edu Martínez y Jaime Fernández abriendo la pista y dos pívots de índole física pero que pueden adaptarse a un ritmo rápido como Idehen y el propio Ogunsipe. Con muchos pesos pesados este año en la competición, habrá que ver si el austriaco puede hacerles daño por velocidad o buscando abrir la pista, a la vez que vive su primera experiencia como profesional fuera de Alemania.