Tras las dos primeras paradas en Dinamarca y Eslovenia, hoy nos vamos hasta Austria para hablar de Rashaan Guylain Mbemba (2003 / 198 cm). A pesar de cumplir hace nada los 18 años, está en un momento dulce, siendo elegido mejor joven de la liga austriaca en octubre y noviembre y sumando puntos y rebotes en sus partidos internacionales con la absoluta austriaca. Su nombre empieza a oírse y eso que hasta ahora ha estado fuera del radar de las principales webs; por ejemplo, Eurospects no lo menciona en la generación de 2003 e ID Prospects no lo considera entre los mejores de dicha generación.

El canterano de SBK St Pölten no tuvo apariciones estelares en las categorías de formación de Austria, siendo miembro de la U18 en 2019 sin alardes (5.0 pt, 8.3 re), pero con números interesantes para tener dos años menos que la principal generación (2001). Con el ascenso de su equipo a la primera división, poco a poco le dieron protagonismo, como la pasada campaña, en la que era júnior todavía (8 mi, 4.1 pt, 1.6 re). Un hecho que le llevaba a salir en nuestro artículo de repaso de la generación de 2003 en Europa.

Ojo, porque este curso St Pölten está en la zona de arriba. Un equipo con otros valores de la cantera, buenos refuerzos exteriores (como Alanen, de quién ya os hablamos) y una rotación amplia que permite mantener una alta intensidad en su juego. El rendimiento de Mbemba es una de las claves, llegando la mayoría de sus puntos en el último cuarto y registrando promedios interesantes en la competición doméstica (13.9 pt, 5.3 re, 1.0 as), los cuales han visto continuidad en la reciente ventana FIBA en los choques que midieron a su selección ante Irlanda y Suiza (21 mi, 12.5 pt, 7.0 re, 2.5 as, 1.0 ta).

No se sabe si llega a los dos metros, pero lo que está claro es que su físico ancho de hombros a lo Charles Barkley engaña y cuando se pone a jugar, ojo. Buena movilidad, más de la que se le espera, cómodo como roller a la hora de poner los bloqueos y finalizar o jugando sin balón. Sin ser un jugador talentoso en el poste, le puedes ver intentar sacar ventaja de espaldas al aro ante rivales menos fuertes (usando su cuerpo con despliegue de fintas de reverso) o incluso encarar, estando muy cómodo en situaciones donde gana la posición para sumar fácil y donde, a pesar de los rivales de mayor envergadura, sabe proteger su tiro.

Tiene varios puntos muy fuertes. Uno de ellos es que corre muy bien la transición, ejerciendo como tráiler en el carril central. Además, tiene mucha actividad para el rebote ofensivo y un instinto especial para estar bien situado y ser un “recogebasuras”, consiguiendo canastas fáciles. Otro aspecto a destacar es cuando recibe a 3-5 metros del aro cerca de la línea de fondo, usando su cuerpo, haciéndose espacio, girándose y levantándose para meterla limpia; un movimiento que se ve que tiene muy mecanizado y trabajado.

También es capaz de sumar desde el triple a pies quietos (se ve que ha trabajado en este aspecto, que va a más) y tiene buena mecánica, por lo que deberá verse a corto-medio plazo como una opción más. Por su forma de jugar saca bastantes faltas, con un buen porcentaje desde la línea de tiros libres.

En defensa, a veces le perjudica jugar tan interior con su equipo. Tal vez le falte ese punto de desplazamiento lateral en el ‘cuatro’ y altura ante ‘cincos’ top. También pierde a veces la orientación a la hora de proteger el rebote defensivo, dando segundas opciones. Entre sus virtudes, su alta intensidad (sin miedo al contacto) y su capacidad de meter manos para robar el balón, aunque a veces su exceso de ímpetu se traduce en faltas personales.

Un jugador que con esa cuota de protagonismo ha crecido a pasos agigantados. Un combo forward con habilidad para sumar que debe mejorar su juego de cara y manejo de balón, seguir progresando en su tiro exterior y coger experiencia en su toma de decisiones. Sin duda, un proyecto que a este ritmo y una vez afianzado en su competición doméstica debería probar en otras ligas superiores.