Tengo que reconocer que hay un tipo de jugadores que a mí me gusta denominar perfil Jasaitis, me explico que tiene que ver el gran ex jugador de Palencia en esta entrada. Los equipos Oro muchas veces piensan en cubrir sus huecos con jugadores contrastados que son veteranos de guerra, con trayectorias errantes en ocasiones, pero con un juego sólido y constante. Sin duda, no serán estrellas, pero sí jugadores muy válidos por su saber estar y experiencia, por lo que los aficionados del equipo que los disfruten verán con buenos ojos la rentabilidad de estas incorporaciones. Hoy os vamos a hablar de dos croatas con currículum a sus espaldas por numerosos países de Europa y con paso por la ACB hace siete temporadas. Fran Pilepić (HLA Alicante) y Mario Delaš (Acunsa Gipuzkoa Basket) son nuestros protagonistas en el día de hoy.

Fran Pilepić
Croacia / 1989 / 194 cm

Hace ya varias temporadas que este tirador croata jugó en la ACB. De joven destacó en equipos de perfil medio-bajo de su país, pero el Široki bosnio, siempre atento a estos perfiles, le fichaba para la Liga Adriática 10/11, donde en dos años destacó como anotador antes de recalar en Bilbao la 12/13 (5.5 pt la 13/14), con algún momento estelar como cuando aprovechó la lesión de Vasileiadis. Tras terminar su contrato regreso a su país para unirse al Cedevita, jugando Euroliga dos temporadas (6.4 pt la 15/16). En la 16/17 jugaría en Italia (Cantú: 9.9 pt), firmando la campaña siguiente en una liga turca siempre muy poderosa económicamente (Belediyesi: 16.1 pt, 3.5 re), sonando su nombre para Gran Canaria.

La temporada 18/19 pondría rumbo a Lituania para defender la camiseta de Lietkabelis, pero tras 11 partidos (8.1 pt) se marchó a la Cibona, donde acabó la temporada y ganó la liga croata (19 pa, 16 mi, 7.2 pt, 1.9 as), con una gran actuación (22 puntos) en el último partido de la final contra Cedevita (su ex equipo). Esa temporada marcaría un antes y después, ya que desde que llegó a la Cibona empezó con problemas de lesiones, al jugar con dolores en espalda y cadera. Así, la 19/20 se la pasó en blanco, sometiéndose a una intervención de la cadera, aunque el dolor de espalda desaparecía tras un tratamiento en Alemania, como él mismo relataba. Finalmente, la pasada 20/21 volvía al ruedo, pero fue un proceso paulatino. Lo hacía en las filas del Škrljevo, un equipo croata de la zona media que siempre consigue algún jugador interesante y que convenció al exterior poco a poco a través de su entrenador. La cercanía al lugar donde vive y la recuperación de sus problemas le hacían volver a los entrenamientos, cogiendo paulatinamente el tono para tener ya en enero buenas actuaciones (20 pa, 23 mi, 11.1 pt, 2.3 re, 2.6 as, 1.1 ro). Además, hay que apuntar que el nuevo jugador de la Fundación Lucentum ha sido en varias ocasiones internacional con Croacia (la última, en la temporada 18/19).

A tenor de lo visto en la última temporada, parece claro que Pilepić, más allá de demostrar si está recuperado al 100%, hay algo que no ha perdido y es su condición de tirador (sus porcentajes no mienten: 48% T2, 43% T3, 91% TL), algo que se puede comprobar viendo sus partidos. Se trata de un shooter en su mejor definición. Ese triplista que sale de las pantallas y anota con velocidad de ejecución, a pesar de su mecánica poco ortodoxa. Siempre pendiente en la línea de triple para recibir y tirar, es una auténtica amenaza; también puede salir de los bloqueos para intentar llegar al aro, aunque le falta físico a la hora de definir. Sin ser su fuerte, en determinadas situaciones se atreve a jugar con balón, intentando buscar su lanzamiento, ganar la línea de fondo o incluso atreverse con fade away mientras sabe buscar a sus compañeros. Como buen tirador, atrás sufre ante jugadores físicos, aunque es listo y sabe colocarse en las líneas de pase.

Con unos bases que saben apretar atrás como Llompart y Noguerol, el equipo de Gonzalo García de Vitoria se puede permitir que su backcourt tenga dos ‘doses’ más anotadores que defensores. Con un jugador como Simmons, que crea con balón y tiene instinto asesino, Pilepić puede ser a la perfección un temible ejecutor. El croata puede aportar experiencia y, sobre todo, fiabilidad, además de ser un desatascador en los momentos calientes. Si no recae de sus problemas físicos, es un buen fichaje, tal vez no a un nivel de estrella, pero sí como un jugador muy útil.

Mario Delaš
Croacia / 1990 / 207 cm

Al igual que el primer protagonista del artículo, también hace tiempo que jugó en España; el interior croata lo hizo en ACB con Obradoiro tras destacar en Europeos de formación (MVP del Mundial U19 de 2009), hacer lo propio en Split y ser reclutado por Žalgiris para jugar Euroliga la 09/10, saliendo la 10/11 cedido hacia la legendaria Cibona y el Šiauliai lituano. La siguiente estuvo a medias entre Baltai y Zalgiris, llegando la 13/14 su citado fichaje por Obradoiro, donde cumplió su cometido (9.4 pt, 4.0 re). Regresaría a Croacia la 14/15 para jugar Euroliga con Cedevita, coincidiendo con Fran Pilepić. A mediados de la 15/16 firma en Estonia un con Kalev (6.9 pt, 3.2 re) donde, como en todos los equipos en los que ha estado, ha cumplido su papel. A Orlandina (Italia) llegaba la 16/17, renovando tras su buen curso (9.3 pt, 5.1 re), aunque la temporada no es igual y acaba jugando en Varese. En octubre del 2018 se une al Kormend húngaro (8.9 pt, 5.6 re), otro año de equilibrio. La 19/20 vuelve a no tener equipo al principio y acaba en diciembre fichando por Split, pero al poco se va a Italia (Serie A2, Montegranaro: 5 pa, 7.8 pt, 8.8 re), deteniendo el coronavirus la temporada. El pasado curso llegaba en enero a Polonia (GTK Gliwice), donde juega 10 partidos (4.8 pt, 4.6 re). Internacional croata en sus inicios, jugó el EuroBasket de 2013, pero su falta de estabilidad le ha perjudicado, haciendo de su carrera un verdadero viaje de trotamundos.

En su tercera pretemporada como refuerzo de pretemporada de un ACB (Baskonia, Andorra y este verano Bilbao) ha recalado finalmente en LEB Oro, llegando a un GBC que ha apostado fuerte por él, aunque para un perfil totalmente diferente del que se le vio en la ACB. El nuevo interior del cuadro donostiarra lleva dos cursos consecutivos iniciando su actividad con la temporada ya mediada, pero ahora parte desde el principio, algo que es importante en un jugador ya veterano y que debe dar solidez.

Se trata de un ‘cuatro’ de buen tamaño que, por su físico y saber estar, puede ejercer también de ‘cinco’, posición que probablemente desempeñe esta temporada con Gipuzkoa y que, por ejemplo, ha hecho en su última experiencia en Polonia. Entiende el juego y sabe posicionarse (aprovechando los huecos y moviéndose a la perfección sin balón). Además, sin ser excesivamente rápido puede bajar el balón y atacar el aro, se atreve a postear con su juego de pies o se queda abierto en el triple para lanzar (aunque no se prodiga desde esa distancia, incluso desde su trabajo en el rebote ofensivo crea opciones). En defensa, no tiene miedo a pegarse, pero en esa posición de 4.5 sufre ante pívots grandes y/o con mucho físico; aunque puede suplirlo con su lectura del juego, su físico ya no es el de antes, sufriendo ante ‘cuatros’ rápidos.

La llegada de Delaš me ha sorprendido. Apuesta muy valiente del GBC por una batería de hombres altos sin ‘cincos’ grandes. Sus ‘cuatros’ son más bien abiertos (Beraza, Mallers y Simons) y, por dentro, el saltarín Roker, que debe pagar el peaje de rookie, se queda pequeño; Delaš no es un ‘cinco’ puro, como os dijimos, pero me llama la atención que ninguno de los dos pívots son grandes bloqueadores, algo importante en el básquet de hoy. Mario Delaš busca recuperar sensaciones, tiene baloncesto y al fin empieza una temporada desde el inicio, pero nunca ha sido un jugador superlativo, sino un jugador serio y cumplidor que ofrece equilibrio. Probablemente sufra ante ‘cincos’ grandes, aunque cuenta con sus armas para no deslucir en un equipo, el de Lolo Encinas, que dará guerra seguro.