A veces la LEB Oro, como camaleónica que es, adquiere diferentes jugadores en forma de fichajes. Un perfil claro es del extranjero con cierta experiencia ya en el profesionalismo, con calidad sobrada, pero que por azares del destino ha pasado por diversos países y continentes sin llegar a consolidarse, algo que permite tenerle en Oro en un momento álgido de su carrera, pudiendo ser ese paso por la categoría un punto de inflexión para él. Hoy desgranamos los perfiles de Gerell Simmons (HLA Alicante) Anthony Lee (CB Almansa con Afanion), que debutarán esta 21/22 en la LEB Oro.

Gerel Simmons
1993 / 188 cm

Plantilla nueva prácticamente la que ha formado HLA Alicante tras la marcha de Rivero, manteniéndose tan solo dos jugadores del pasado curso (Llompart y Arcos). Pero los nuevos rostros son jugadores clásicos que conocen la categoría (Matulionis, Jakstas, Van Zegeren, Tomàs) y solo dos llegan desde el extranjero: el tirador croata Pilepic, que ya jugó en España, y el especialista anotador Gerel Simmons, que llega como refuerzo estrella.

Simmons cumple con ese perfil de jugador trotamundos que llega en el mejor momento de su carrera a LEB Oro. La 11/12 empezaba su carrera universitaria en Brevard (NCAA-DII), donde permaneció dos temporadas hasta pedir cambio a un equipo de mayor nivel en DII, llegando la 13/14 a Lincoln Memorial, previo año redshirt. Ahí fue poco a poco asumiendo relevancia, hasta explotar en su año sénior (15/16: 20.9 pt, 3.1 as) en un equipo con mucha gente de nivel como Choice, Terry o el fallecido Pinson. Su año rookie (16/17) lo empezó en Bulgaria, en un equipo de peso como Rilski, con el que jugó competición europea, pero no tuvo continuidad y acabó la temporada en la segunda división argentina (TNA) con Ciclista Juniense (sin protagonismo). En el verano de 2017 tuvo uno de sus momentos estelares, jugando el Metro en Uruguay con Verdirrojo, demostrando sus dotes de anotador (27.9 pt, 5.9 re). Volvería a Europa la 17/18, firmando con el Ibar Rožaje de Montenegro para romperla en los seis partidos que disputó de la Balkan League (25.8 pt, 4.8 as). Luego daría otro giro a su carrera al marcharse a Libia, donde en 2018 jugaría la supercopa de Libia y la Afroleague, dejando buenos registros anotadores y consiguiendo para la 18/19 otro contrato en el país norteafricano.

Regresaría nuevamente a Europa la 19/20, recalando en el Tindastóll islandés (17 pa, 27 mi, 18.3 pt, 2.9 as). Iba a ir hasta África para jugar The BAL con un equipo de Senegal, pero aparecía el coronavirus y se paraba todo. Finalmente, la pasada 20/21 llamaba la atención de los Artland Dragons de la ProA alemana, siendo el máximo anotador de la liga (32 pa, 29 mi, 19.6 pt, 3.9 as) y llevando a su equipo hasta la fase final entre los ocho mejores. Le daría tiempo a pasar una breve estancia en la República Dominicana (jugando el TBS con San Carlos) antes de aterrizar a España.

Simmons es un jugador con experiencia overseas plena y con un perfil muy claro como es el de anotar puntos para su equipo. Hablamos de un combo guard al que le gusta asumir el balón; aunque puede subirlo por su buen manejo y capacidad para crear, creo que está más cómodo en la posición de ‘dos’. A pesar de su talla, tiene buen tren superior. Muy cómodo en el juego de P&R, con un primer paso desequilibrante (principalmente por el lado derecho), es muy hábil penetrando en el 1×1 hacia canasta, con variedad de recursos técnicos para finalizar (aunque a veces fuerza el tiro). Es un jugador al que no se le puede dejar ni un momento solo, porque se puede elevar desde cualquier distancia, con gran rapidez para anotar. Esa capacidad desde el triple con balón le hace recibir pegajosos marcajes que sus compañeros pueden aprovechar. También puede jugar sin balón para recibir y lanzar, aunque él se siente más a gusto siendo protagonista y en los momentos calientes. Bien en transición, no es raro verle acabar el contraataque con un triple. Como buen anotador, a veces adquiere carácter unidimensional, aunque por inteligencia está siempre atento al rebote; en defensa, aunque es un jugador con manos rápidas, dista de ser un especialista y tal vez pueda ser su punto más débil.

Su fichaje por la Fundación Lucentum parece muy acorde a su entrenador Gonzalo García de Vitoria. Con jugadores de peso y que saben ocupar su espacio como Llompart, Matulionis o Tomàs, el técnico vasco gana con Simmons un verdadero talento ofensivo. Un jugador con un perfil muy determinado y que siempre ha tenido Gonzalo en sus equipos (Spight y Zamora, dos ejemplos de su etapa en el COB). Un jugador capaz de crearse sus propias canastas, de asumir balón en los momentos calientes y cambiar el sino de un partido en momentos críticos con su 1×1. Cuando Simmons se siente importante, él crece y no falla. Sin duda, la llegada del máximo anotador de la ProA alemana ha sido al lugar adecuado. Si se adapta, quién sabe si este trotamundos logrará asentarse en España destacando.


Anthony Lee
1991 / 205 cm

Ha cogido velocidad de crucero Almansa, que ya tiene el equipo prácticamente cerrado a falta de un fichaje interior, tal y como declaraba su entrenador, Rubén Perelló. Un perímetro con experiencia en la categoría y lleno de jugones, con un backcourt con Santana, Josep Pérez, Polanco y Bivià, a los que se unen en las alas la verticalidad de Nesbitt y la muñeca de Edu Martínez. Por dentro, ante la demanda de un complejo mercado, el cuadro almanseño se ha lanzado a por apuestas. Una de ellas es la muñeca del ‘cuatro’ abierto Gydra, que compartirá puesto con el único interior con experiencia en Oro (el fibroso Bercy). Junto a ellos, dos ‘cincos’ diferentes: por un lado, el griego Giannis Dimakopoulos (se estrenó en el profesionalismo en Plata), que no ha acabado de romperla en Europa, pero que siempre ha ofrecido un rendimiento constante (con muchos centímetros, no es móvil, pero tiene capacidad de pase y buena muñeca, sabiendo hacer efectivo su tamaño cerca de la canasta en defensa y en ataque, si tiene ganada la posición, aunque su velocidad de juego debe acoplarse al ritmo) y, por el otro, Anthony Lee, que buscará aportar esa explosividad en el perfil que la temporada pasada hacia Maxwell.

Anthony Lee es otro viajero que vivirá su primera experiencia en España. Llegó a Temple la 10/11, pero una lesión le dejó sin jugar. Luego fue creciendo en rol hasta conseguir en su año júnior (13/14) buenas medias (13.6 pt, 8.8 re), decidiendo jugar su año extra como Graduate Student en Ohio State, donde tuvo un rol de segunda unidad. Iba a debutar en el mundo profesional en Hungría la 15/16, pero no pasó la prueba y terminó haciéndolo en Austria (hasta enero en Furstenfeld, donde ejerció de especialista defensivo -8.0 pt, 7.5 re, 1.4 ta-). A final de temporada se fue a Uruguay, pero solo jugó tres partidos. Retornó a Europa la 16/17 de la mano del Rapla estonio, pero enseguida se va e intenta probar en la G-League sin suerte. En diciembre llegaba a Eslovaquia para irse al poco a la segunda división de Israel, donde destacaba en Ironi Ramat Gan (15.3 pt, 12.5 re, 1.9 ta).

Su buena temporada hizo que el Rethymno griego le diese la oportunidad la 17/18, jugando toda la temporada allí (6.7 pt, 5.0 re, 1.0 ta). La siguiente campaña (18/19) llegaba a Turquía (Yeni Mamak), pero salía al poco para poner dirección a Lituania, jugando tres meses en Prienai (9 pa, 8.2 pt). En verano probaría en la CEBL canadiense de forma esporádica (Hamilton Honey Badgers), volviendo la 19/20 a Grecia, donde también jugaría su mujer (se convertían en la primera pareja extranjera de jugadores en disputar la primera división helena). Jugaría 11 partidos con Panionios (7.5 pt, 5.3 re) antes de salir hacia el Gostivar de Macedonia del Norte, donde apenas disputaría dos partidos antes del estallido de la pandemia. La última experiencia del flamante pívot almanseño fue la pasada campaña con el Yeni Mamak de la segunda división turca, donde el coronavirus le paró al inicio de temporada, cogiendo tono durante la temporada (17 pa, 13.8 pt, 9.5 re, 0.6 ta) hasta que una lesión de la que ya está recuperado le detuvo en marzo.

El perfil de Lee es claro. Hay que reconocer que a pesar de su trayectoria diversa es un jugador que ha encontrado su perfil como especialista de segunda unidad en ligas de buen nivel, aunque sin llegar a consolidarse (por eso le vemos en Oro, para ser sinceros). Su juego también es claro: cerca del aro, con juego por encima de él, pero con movilidad y potencia. Controla muy bien el juego de bloqueo y continuación, pudiendo este curso forrarse con los creadores de P&R de Almansa (Pérez y Santana, por ejemplo). Sabe moverse sin balón para finalizar y trabaja muy bien el rebote ofensivo. También se atreve a jugar de espaldas al aro para sacar un ganchito, aunque no es un definidor virtuoso. No os dejéis engañar por ese 67% T2; saca por potencia muchos 2+1 (entre 50-60% TL) y define bien en situaciones fáciles, pero a veces tiene también esos fallos inexplicables que desesperan. No se exhibe mucho desde la media distancia, donde tiene un tiro inconsistente, y es muy interesante su llegada en transición por el carril central. En defensa, su impacto es cerca del aro; aunque puede aguantar los intercambios, le falta ese punto en los desplazamientos laterales, sintiéndose más cómodo cerca del aro (buen timing para taponar e instinto para el rebote). De hecho, su paso por muchos equipos ha sido como un especialista defensivo.

Es evidente que Almansa jugará a dos velocidades distintas según el pívot que esté en pista. Con Dimakopoulos tendrá que bajar un nivel la velocidad de juego, pero a cambio encuentra un pívot que puede crear desde el poste bajo y alto y con buena mano para sacar a ‘cincos’ o dejar espacio para que Bercy aproveche su potencia. Lee es totalmente un perfil Maxwell/Kone, un jugador que parece predestinado a complementarse con el ‘cuatro’ triplista Gydra, un jugador de mucho P&R y siempre atento al rebote ofensivo. La verdad es que si Lee se adapta a la LEB Oro, está recuperado físicamente de su lesión y en teoría juega como comunitario (casado con una jugadora italiana) parece un buen refuerzo para Almansa. Además, en su última temporada demostró que puede llevar también el peso del equipo en forma de anotación.