Hace unos meses os descubríamos a uno de los talentos sudamericanos: Luciano Parodi. Ahora es turno de Javier Justiz, un pívot cubano de 211cm nacido en 1992. Con esa altura y una gran potencia física empezó a destacar en la liga de su país natal, así como con su selección en diferentes torneos internacionales. En abril de 2015, Bucaneros de la Guaira (Venezuela) le iba a dar su primera oportunidad internacional, ocupando el hueco que dejaba el español Edu Hernández-Sonseca. Su entrenador allí, el ahora ACB Luis Guil, declaraba que “era una buena opción de futuro, incluso hasta en la NBA”. Finalmente esa opción no se llegó a concretar y, tras rumorearse un posible fichaje por la liga uruguaya, fue finalmente el Estudiantes de Concordia de la LNB argentina quien consiguió su fichaje, y formaría dupla extranjera con el francés Sango Niang (ahora en Zamora, LEB Plata). Un primer año donde dejo entrever su potencial, su fuerza y cualidades como el rebote y la intimidación, pero en cierta medida estuvo lastrado por una lesión de ligamentos de su rodilla en los primeros compases de la competición, la cual cortó su progresión exponencial.

Tras una buena actuación en el Centrobasket 2016, Estudiantes de Concordia consiguió la renovación de su poderoso interior. Este curso ha sido el de su explosión, una fuerza bruta, de tal forma que @BasketArgentina lo ha considerado como uno de los candidatos a mejor pívot de la LNB 16/17.

Para conocer mejor a Javier Justiz, nada mejor que recurrir al experto en básquet argentino Francisco Pedernera, un must a seguir por sus amplios conocimientos del baloncesto argentino, colaborador en scoutbasketball.com y que podéis leer en Basketarg.

El análisis de Francisco Pedernera

El cubano Javier Justiz llegó hace dos temporadas a Estudiantes de Concordia, después de un buen torneo FIBAAMERICAS 2015. Allí, en México, se hizo notar y generó el interés del equipo entrerriano que suele hacer muy buenos fichajes en cuanto a relación costo-resultados.

Justiz es un pívot de 2metros11, de muy buena envergadura de brazos y de una prominente estructura ósea. Es un pívot puro, de esos que aman jugar cerca del aro y de dar y recibir golpes para hacerse lugar.

Esta temporada ha sido clave en la Liga Nacional Argentina y la muy buena fase regular que hizo su equipo. Lleva 14 puntos de promedio (una evolución marcada en su importancia ofensiva en el equipo) en 27.5 minutos por partido. En su enorme mayoría de esas canastas son logradas con definiciones cerca del aro: lleva 53.8 % en tiros de dos. Ya no sólo es un sólido jugador de “pick and roll” o de cortes hacia el aro sin balón, sino que juega mejor en el poste bajo con su buen toque de mano izquierda. No hay dudas de que es un pívot que sabe hacerse lugar con su voluminoso cuerpo, poniendo muy bien su trasero para sacarse el defensor de encima. Cada vez que puede define fuerte, con mates a una o dos manos. Siempre agresivo en sus movimientos y, algo que ya se sabe en la Liga Argentina, hay que hacerle una fuerte falta si se quiere evitar la canasta de dos más tiro libre adicional.

En el poste bajo ha mejorado su juego de pies, aunque no sea un virtuoso. Tiene 2 o 3 movimientos con los que domina a su defensor por agresividad y por su enorme cuerpo: gancho de izquierda, un pique y giro usando su cuerpo hacia fuera. 

También hay que destacar en su repertorio que es un muy buen reboteador ofensivo (de sus 9 rebotes por partido, 3 son en ataque), sobre todo porque gana muy bien la posición antes del tiro y usa su largo cuerpo y buena intensidad para hacerse con el rebote.

Ha logrado ir mejorando su tiro desde la línea de tiros libres (61% esta temporada), pero aún tiene un arduo trabajo allí. Ha habido una evolución ya que ha logrado tirar temporadas pasadas por debajo del 45 %. Está claro que su tiro no es su fuerte pero debería atenuar su impacto negativo para ser lo más efectivo posible teniendo en cuenta la considerable cantidad de faltas personales que le hacen por partido (5 por juego).

Defensivamente es una garantía cerca del aro, defiende duro, es muy agresivo en los rebotes defensivos (9 rebotes totales por juego, 6 de ellos defensivos) y es uno de los mejores protectores del aro de la Liga Nacional, con 2.2 tapones por juego, gracias a que es muy largo y tiene muy buen “timing”. Mejoró su cuerpo, bajó grasa corporal y hoy al estar más liviano rinde mejor en todos los apartados que implican intensidad. Deberá a futuro seguir trabajando su agilidad y lateralidad para defender situaciones de pick and roll ante jugadores más atléticos.

En resumen, Justiz, que cumple 25 años el próximo septiembre, es para mí el mejor pívot de la temporada 2016-2017 de la Liga Nacional Argentina y eso que ha tenido competencia de alto nivel: Justin Williams, Robert Battle, Sam Clancy, entre otros. Finalizó dentro de los diez jugadores más valorados de la presente temporada con 18.5 de promedio de valoración. Personalmente creo que es un jugador preparado para poder ser parte de la rotación de un equipo de nivel ACB, sobre todo de nivel medio-bajo. Veremos si tiene la posibilidad la temporada que viene.

Nosotros, al igual que Francisco Pedernera, pensamos que Justiz es un jugador muy interesante; en una liga donde los jóvenes valores de la nueva hornada argentina como Vildoza, Deck, Fjellerup o Redivo reciben los focos de atención de la ACB, es justo que conozcáis este nombre y no lo olvidéis: Javier Justiz.