Tras la obtención del ascenso, personalmente tenía pocas dudas de que Grupo Alega Cantabria CBT iba a conformar un equipo interesante. Hasta ahora se conocen cinco renovaciones en una plantilla con demostrada experiencia en Oro y con calidad, con los Mirza Bulić, Agustí Sans, Fer Sierra, Alo Marín y Walter Júnior Cabral. A ellos se unen tres fichajes: por un lado, el ‘tres’ Mikel Sanz, un cupo nacional de proyección que debe estar ante su año para dar ese salto de calidad que se espera y, por otro, dos extranjeros de nivel con trayectoria diferente como son Shakir Smith (llega desde el Sporting de Lisboa y ha tenido otras experiencias en Europa) y John Harrar (rookie llegado desde Penn State con fama de ser un monstruo del doble-doble).

Shakir Smith
EEUU / 1992 / 185 cm

Un trotamundos hecho a sí mismo. Formado entre Wyoming y Adams State (NCAA-DII), donde destacó y se abrió hueco en el profesionalismo. Empezó la 16/17 en Bulgaria, recalando en un equipo de la zona baja (Academic Bultex) para destacar como anotador, renovando la 17/18 para terminar la temporada en Macedonia del Norte. La 18/19 subió de nivel yéndose a Suecia a Norrköping (12.3 pt), donde jugó competición europea. Volvería la 19/20 a un terreno conocido como su primer equipo profesional, volviendo a destacar en Bulgaria, lo que hizo que el Sporting de Lisboa se fijase en él la 20/21 (6.8 pt, 1.8 as), con un rol de 2º unidad. El pasado curso empezó en Islandia anotando con IR, pero en diciembre volvió al Sporting de Lisboa de forma destacada (17 pa, 21 mi, 11.4 pt, 3.5 as).

Smith llega para ser un jugador importante. Con experiencia europea variada, debería llamar la atención en Oro. Combo guard anotador y vertical, no estamos ante un ‘uno’ al uso, y en estático a lo mejor le cuesta tomar la mejor decisión, pero su velocidad con cambios de ritmo, su dominio del P&R, su letalidad en las transiciones y su control para anotar desde cualquier distancia le hacen ser muy peligroso, con el añadido de tener una buena capacidad de pase. Con estos atributos, tal vez su físico es lo que le haya pasado factura para dar el paso a ligas más potentes.

Capaz de anotar la última para ganar el partido, Smith llega para intentar ser una de las estrellas de la competición con un equipo que ha apostado fuerte por sus puntos y su capacidad desequilibrante, sacrificando orden y dirección.


John Harrar
EEUU / 1999 / 206 cm

Este pívot rookie para un recién ascendido me parece un fichaje muy interesante. Hablamos de una mole de 108 kilos, que ha estado entre los mejores 11 reboteadores de toda la NCAA, jugando con Penn State en una conferencia potente como es la Big Ten. Ha permanecido cinco años en su universidad, con una progresión muy típica de allí: pocos minutos de Freshman y más importancia en su segundo y tercer año para pasar a ser titular indiscutible los dos últimos, sobre todo el pasado curso, en el que hizo 12 dobles-dobles (27 mi, 10.6 pt, 10.3 re, 1.2 as).

Se trata de un ‘cinco’ de fuerte tren superior, aunque tal vez esos 206 centímetros sean al alza. Es un jugador con un rol muy claro. Atrás no es muy explosivo en cuanto a salto o intimidación y tampoco tiene un desplazamiento lateral espectacular, pero tiene muy claras sus virtudes: poderoso en el rebote defensivo y sin miedo a pegarse ante cualquier torre rival (aunque le saque muchos centímetros), pues sabe mantener muy bien su posición y es complicado de superar.

En ataque, no era prioridad para su equipo, realizando un trabajo oscuro en forma de bloqueos y rebote ofensivo. No es un virtuoso en ataque, pero en el poste no tiene miedo a intentar jugar de espaldas de aro y, sin un gran juego de pies, busca girarse sobre sus anchos hombros. Su mejor cualidad en ataque seguramente sea su juego como roller en el bloqueo y continuación, o en el juego sin balón en cortes, aguantando muy bien el contacto (es frecuente que saque 2+1; 67% TL).

Un jugador que seguro que hará carrera en Europa. Tal vez no sea un pívot dominante, pero su capacidad reboteadora y ese trabajo de bloqueos, sin balón o putbacks, le aseguran un camino profesional, contando el peaje de ser rookie y tener que adaptarse a otro país.