Hace apenas dos meses, el UEMC Real Valladolid Baloncesto perdía en Pumarín y las caras largas eran el rostro de un equipo que lo intentaba pero al que no le entraban. Esta derrota se acumulaba a las que ya estaban a sus espaldas y el fantasma del descenso hacía que Roberto González, que lo había intentado todo, fuera cesado. Su sustituto fue un viejo conocido como Paco García. Tras sonar varios nombres, finalmente volvía un entrenador que conoce perfectamente la casa y que transmitía sintonía con la nueva directiva. Sin equipo desde que fue cesado la pasada temporada en Fuenlabrada en ACB, su discurso caló en el equipo y ya en su primer partido se imponía en casa a Força Lleida, ofreciendo otra imagen. Desde entonces, suma sus partidos por victorias, hasta ocho, excepto el disputado en casa frente a Movistar Estudiantes, que también pudo haber ganado perfectamente. La racha blanquivioleta es tremenda y ese balance de 8-1 con Paco García lo convierte en el equipo más en forma en este tramo, seguido por un Bàsquet Girona al alza (7-2) que tan solo se ha dejado por el camino los partidos disputados contra Palma y Melilla.

Este superávit de victorias ha hecho que lleguen a la última jornada con opciones de soñar con los playoffs, lo que hace algunas jornadas parecía impensable. El equipo más en forma del campeonato llega con una confianza brutal, dispuesto a materializar sus opciones, que pasan, como explicamos el lunes, por la derrota de Cáceres o Amics, junto con una nueva victoria suya, ante Palma. ¿Os imagináis completando el milagro y soñando?

Los datos globales no engañan, el crecimiento del equipo ha sido a partir de las nuevas pautas defensivas, que han supuesto bajar de un registro 79.4 puntos recibidos por partido a los 68.9 que encaja el nuevo equipo de Paco García, y, a partir de esa seguridad, han aumentando su registro anotador pasando de los 75.2 a los 79.1 puntos por partido.

¿Ha cambiado algo el equipo al buscar sus opciones de ataque? Pues sí, hay algo que ha cambiado. Si hay jugadores que han llamado la atención, son sus dos americanos: Alec Wintering y Kavion Pippen. Su rendimiento final ha sido tan bueno que ya circulan rumores del interés de una renovación de ambos. El base ha dejado una vez más constancia de su calidad. Siempre en proyectos medios, tal vez es hora de que un equipo que quiera subir a ACB apueste por él como eje, o incluso ahora que desde hace poco estrena condición de cotonú, porque no aspirar a dar el salto a la zona media-baja de ACB. El ‘cinco’ Pippen, ante la inoperancia de Raffington, ha asumido el protagonismo que se esperaba de él tras su fase de adaptación a Europa, siendo un pívot dominador como decíamos en su presentación

Sin duda, las dos jugadas más usadas son la búsqueda del P&R de Wintering y el balón en el poste a Pippen para que saque petróleo allí. No renuncian a otras vías como el trabajo en el pop de Kuyper, la salida de indirectos de Geks o la potencia de Pantzar, pero sí es que verdad que la libertad del eje base-pívot es grande, con muchas acciones de Wintering a campo abierto, o búsqueda del 1×1 para generar para sus compañeros, con un aliado muy fino últimamente como Gilbert (el último refuerzo es un ‘tres’ potente con capacidad de conducción para hacer daño) o el trabajo sin miedo de un De la Fuente al que espolea Paco García para sacar sus mejores jugadas.

Hoy el Real Valladolid viaja a Palma con un sueño, el de acabar con un 90% de victorias en el tramo final de liga, lo que abriría la puerta a la materialización de una combinación de resultados ganadora. En cualquier caso, parece que se han sentado las bases para un futuro lleno de esperanza en una nueva resurrección pucelana.