Con muchos equipos de LEB Oro buscando ‘cincos’, precisamente UEMC Real Valladolid Baloncesto cerraba hace unos días su plantilla con la llegada del pívot estadounidense Kavion Pippen (1996 / 208 cm), sobrino del legendario jugador de la NBA Scottie Pippen. Antes de entrar en materia, recomendamos leer la nota de prensa publicada por el club vallisoletano sobre su nuevo jugador (gran información y pieza muy completa).
Pippen empezó su carrera universitaria en un JUCO (Three Rivers, 15-17) fuera del ámbito de la DI, en donde aterrizó tras una explosión tardía, pegando un estirón de altura cuando ya era mayor y no jugando los circuitos AAU. Tras un primer año de trabajo, destacó en el segundo (10.4 pt, 7.6 re), siendo reclutado por los Salukis de Southern Illinois la 17/18 (rol de titular desde su llegada debido a la lesión de Thik Bol). Allí jugó dos años calcando sus números y en su año sénior (18/19) promedió 12.8 puntos, 5.6 rebotes, 1.6 asistencias y 1.9 tapones en 24 minutos en pista, siendo en ambos cursos nominado en el tercer mejor equipo de su conferencia (Missouri Valley) y entrando en el quinteto defensivo. En verano participaba en el G-League Player Invitational junto a otro recién llegado a Oro como Nick Ward.
En octubre de 2019 se colaba en el training camp de Golden State Warriors, donde jugó 4 partidos pero sin casi presencia, siendo cortado a los pocos días y enviado a su filial en la G-League, Santa Cruz Warriors, que en el draft de la categoría, previo al inicio de la competición, le traspasaba a Austin Spurs a cambio de Isaiah Reese. Suplente del NBA Chimezie Metu, el nuevo pívot pucelano produjo en cada minuto que estaba en pista, dejando buenas sensaciones y disputando 27 partidos con la franquicia texana (12 mi, 7.2 pt, 4 re, 0.8 ta). La pasada 20/21 una G-League más corta y con menos equipos dejó a muchos jugadores sin sitio, algo que le pasó a Pippen, que optó por un camino diferente, buscando un sueldo fácil, pero con apenas repercusión, al recalar en Qatar para jugar tan solo un partido con Al-Sadd antes de firmar en Túnez para disputar catorce con ES Rades (17.7 pt, 10.1 re, 2.4 ta). Tras cambiar de agente la pasada primavera, desembarca por vez primera en Europa.
Tengo que reconocer que Pippen es un jugador que me gusta. Físicamente no es un excesivamente atlético, pero es grande y móvil para su tamaño. Su área de influencia es cerca del aro claramente, sabiendo moverse sin balón a la perfección (ojo a su combinación con Wintering y los huecos que le va a crear y que él va a aprovechar). Capaz de poner buenos bloqueos y continuar el P&R (con juego por encima del aro), la mayoría de sus puntos en el baloncesto universitario llegaban en el poste, donde su equipo le buscaba; en él sabía aguantar la posición, pívot culón que va ganando espacio con su juego de espaldas al aro, y una vez cerca sabía usar su cuerpo para girarse y lanzar a canasta. Sin ser un virtuoso ni generar desde el poste bajo (ojo, que sí sabe dar fluidez a la circulación desde el poste alto), en ese sentido es un jugador de la vieja escuela que busca terminar sus canastas y que además añade un tiro de media distancia fiable (aunque no se prodiga en demasía). A todo ello suma su olfato en el rebote ofensivo, consiguiendo hacer valiosas segundas opciones. En defensa, sabe ocupar el espacio, tiene buen desplazamiento frontal, protege el rebote y tiene timing para taponar.
Es todavía un jugador sin explotar, pero está claro que tiene condiciones, pudiendo jugar en el poste y trabajando bien los bloqueos (es más un finalizador en el poste bajo que un generador). Atrás, sus cifras de rebote y tapones son buenas, pero debe crecer, algo que hará al lado de Roberto González. Falto a veces de lenguaje corporal, sufre ante pívots habilidosos y comete en ocasiones faltas innecesarias. Está claro que la liga LEB Oro es complicada, pero Kavion Pippen debe llegar con ganas de asentarse en Europa. Ha caído en un buen equipo (tendrá un entrenador que hace crecer a sus jugadores) y tiene tiempo para evolucionar, porque el otro center es un valor seguro como el sólido Justin Raffington, un currante de la zona que ofrece equilibrio defensivo y que permitirá “no quemar” a Pippen con muchos minutos, pudiendo este último exhibir sus cualidades y tal vez sorprender en la competición para poder instaurarse en la liga.