Poco a poco se van conociendo los nuevos mimbres del Leyma Coruña, que de nuevo será candidato a todo. Renovaciones muy importantes como la de Zach Monaghan y Javi Vega se van complementando con fichajes de élite en la competición como los bases Álex Hernández y Mo Soluade. Pero el cuadro coruñés también ha apostado por jugadores de rol secundario como Mikel Sanz o posibles revelaciones como Kadre Gray. Otro nombre que se ha sumado al conjunto naranja es el del estadounidense Nick Ward (1997 / 206 cm), un ‘cinco’ orondo con pedigrí NCAA y con mucho talento que lleva dos años en el profesionalismo.

Con buena fama en High School, la 16/17 llegó a Michigan State, donde supo aprovechar sus minutos y enseguida cogió un papel importante a pesar de ser Freshman (19 mi, 13.8 pt, 6.5 re, 1.5 ta). La temporada siguiente no defraudó y fue de nuevo de los más destacados en la Big Ten, valorando saltar al draft tras sus buenas medias (19 mi, 12.4 pt, 7.1 re, 1.3 ta). Su año júnior (18/19) sería su último universitario, volviendo a lograr buenas medias con los Spartans (21 mi, 12.9 pt, 6.0 re, 1.3 ta), aunque una lesión en la mano le frenó en cierto modo, llegando su equipo igualmente a la Final Four. Fue invitado en los torneos Pre-Draft al G-League Player Invitational, pero no llegó a ser drafteado y tras jugar con Atlanta Hawks la NBA Summer League (6.6 pt, 6.4 re) decidió saltar a Europa para debutar en el profesionalismo tras recibir una buena oferta.

En agosto de 2019 firmaba en Israel con el Hapoel Galil Gilboa, pero no llegaba a debutar de forma oficial a pesar de haber jugado amistosos, saliendo en dirección a Turquía para permanecer dos meses en el Belediyespor de la segunda división (4 pa, 22.0 pt, 6.3 re) antes de recibir la llamada de los Hawks para que volviera a su equipo filial de la G-League, donde brilló con su facilidad para sumar. Antes de que la pandemia lo parase todo, Ward acreditaba unas medias de 13.3 puntos y 6.7 rebotes en los 20 minutos que estaba en pista con College Park SkyHawks.

La pasada 20/21 retornaba a Turquía con la temporada empezada (İstanbul Basket), pero solo duraría los primeros 4 partidos (32 mi, 21.3 pt, 8.3 re, 0.8 ta) antes de que su equipo le reemplazase. Desde ese momento no volvería a jugar hasta que comenzase la CEBL, de la que ya os hablamos, donde está siendo una de las principales estrellas de su los Ottawa BlackJacks, ejerciendo de pívot titular, y hasta el momento actual ha disputado diez partidos con promedios de 27 mi, 18.7 pt, 9.4 re, 1.3 ta..

Si queréis saber más de su juego, os diremos que se trata de un ‘cinco’ bajo pero con hombros anchos y muchos kilos en la zona que hacen que sea difícil moverle. Zurdo, pero capaz de usar su mano derecha, sorprende con su buen tacto, siendo un buen finalizador; además, sabe jugar en el poste bajo de espaldas al aro (saca muchas faltas) y termina el juego de bloqueo y continuación (buen %T2), siendo ciertamente móvil para su peso a pesar de faltarle explosividad. Puede anotar de 3-5 metros, aunque no es su fuerte. No es muy grande, pero sí que tiene buena envergadura, reboteando muy bien en su espacio y contando con buen timing para taponar. Su estilo recuerda a la vieja usanza. Sin mucho juego de cara, puede sufrir ante jugadores atléticos y cuando le sacan de su área de influencia en defensa sufre por su escasez de desplazamiento lateral. No necesita jugar muchos minutos para producir.

Habrá que ver en qué condiciones físicas llega y si cogerá el estado de forma óptimo. Otro punto importante es cómo se adaptará a los arbitrajes y si no se perderá en quejas inútiles ante faltas dudosas no pitadas. Debe mantenerse centrado para sacar lo mejor de su juego y no caer en faltas innecesarias. Sin lugar a dudas, debo reconocer que Nick Ward es un fichaje que no esperaba para LEB Oro, pero a la vez me alegra ver un talento así en nuestra competición. El curso pasado Sergio García buscaba un equipo físico de talento, aunque no sería suficiente entre las lesiones y las dudas en estático. No sé si Ward marcará enormes diferencias y, sin saber el plantel al completo, en teoría vendría a ocupar el rol de Nwogbo. Habrá que ver su estado físico y su nivel en defensa, pero tiene facilidad para sumar, puede crear problemas a los rivales en el poste y es un buen reboteador gracias a su tamaño, con el añadido de no tener que estar infinitamente en pista para aportar.