La marcha de Alcoba del Melilla Sport Capital Club Melilla Baloncesto ha traído nuevos bríos, encabezados por su sustituto, Arturo Álvarez. La idea inicial se fue cumpliendo, apostando por nacionales con hambre y ganas de romperla, los cuales se unieron al único renovado (Nedim Đedović). De tal forma, llegaron los bases Maiza y Chapela, el ‘cuatro’ abierto Mazaira y el ‘cinco’ alto Mendiola. Además, desde Almansa aterrizaba el desequilibrante Bobby Harris, retornando a la liga desde el extranjero el tirador Rakočević (contrato temporal) y el potente ala-pívot De Thaey. El conjunto melillense también firmaba a JV Mukama, al que ya analizamos, y a Mouha Barro, que tras dos años de lesiones quiere disfrutar del juego. Con diez hombres en el plantel, sorprendía con una última incorporación de calidad como es el internacional belga Amaury Gorgemans (1992 / 213 cm).

El nuevo pívot azulino cuenta con una larga trayectoria en la liga belga. Empezó su carrera en Mons, donde debutó la 11/12 y poco a poco fue ganando minutos, siendo ya un jugador de peso la 14/15 (14 mi, 5.3 pt) y brillando la 15/16 (21 mi, 10.9 pt, 5.8 re). Tras varios años en el equipo, la 17/18 cambiaba de aires y firmaba por Charleroi (13 mi, 5.1 pt). La siguiente campaña, luego de un verano de entrenos en Estados Unidos con franquicias NBA, no la empezó en ningún equipo, fichando en noviembre por Brussels (11 mi, 4.5 pt, 2.7 re). Dejaría por vez primera su país la 19/20, recalando en el Timișoara rumano, donde cumplió funciones de segunda unidad (16 mi, 8.6 pt, 5.1 re). El pasado curso regresaba a Bélgica, uniéndose a un equipo de la zona baja como Liège para cumplir a la perfección (18 pa, 26 mi, 13.1 pt, 5.3 re) antes de marcharse al Denain de la ProB francesa, donde acabó la temporada y volvió a rendir (16 pa, 18 mi, 8.5 pt, 4.7 re).

En cuanto a su estilo de juego, hay que decir que Gorgemans es un jugador grande y que tal vez no es dominante en el poste, pero sabe usar su tamaño, observando en su última temporada un estilo de juego diferente entre las dos ligas que jugó. En Bélgica aprovechaba más su tamaño, con buen juego de espaldas al aro para acabar en gancho, mientras que en Francia, ante rivales más físicos, buscaba ganar la posición para poder recibir y anotar fácil. Capaz de hacer un buen trabajo de bloqueos, tanto indirectos como en P&R (sabe finalizar), también se mueve sin balón en cortes para aprovechar sus opciones, siendo contundente en sus definiciones. Ojo, porque en un vídeo bastante completo sobre su juego destacan que es capaz de anotar de tres y, aunque no es un arma de su arsenal, con tiempo y espacio se atreve a lanzar. Aunque no es un jugador que genere desde el poste bajo, sí que le gusta participar en la circulación del balón y dar fluidez, algo que a veces le pasa factura (de ahí su elevado número de pérdidas a lo largo de su carrera). Atrás, con su altura y movilidad, está claro su perfil de protector del aro; además, se pega en el poste, aunque puede sufrir ante jugadores físicos, tapona por su altura y rebotea su box out, pudiendo dar más en ese sentido. Como punto positivo, sorprende su movilidad fuera de su radio de acción para realizar la ayuda o tapar posibles huecos (algo que no se espera). Puede cargarse de faltas personales con facilidad.

En resumen, creo que es una buena incorporación para el equipo de la Ciudad Autónoma, y más en un verano donde los ‘cincos’ de cierta calidad han escaseado y lo que suele llegar son apuestas de riesgo. Con las espaldas cubiertas, con un Mendiola en crecimiento que debe dar ese paso en ser constante para ser un pívot de alta gama y con un Barro pendiente de recuperar su juego potente y duro, Gorgemans es un excelente refuerzo. Puede hacerse con el puesto de ‘cinco’ titular, así como sorprender con su juego y consolidarse en la liga. Personalmente, es un jugador que tenía ganas de que llegase a la liga. Su altura y su capacidad de saber jugar hacen que puedan consolidarse en este nivel. No creo que sea una estrella, pero sí un jugador que dé nivel y resultado.