“No dejéis nunca de estudiar y de formaros, disfrutad muchísimo del baloncesto como he hecho yo todos estos años, pero tened en cuenta que el baloncesto, tarde o temprano, se termina”. Así cerraba José Simeón (Silla, 1991) aquella entrevista que nos concedía en el verano de 2017. El que fuera base de equipos como Valencia Basket o Força Lleida es ahora, casi tres años después, bombero del Ayuntamiento de Valencia tras dejar el baloncesto profesional a un lado.

Zona de Básquet – Cuando hablábamos contigo en 2017 dejabas caer que abandonarías el baloncesto profesional para centrarte en las oposiciones para ser bombero. La primera pregunta está clara: ¿mereció la pena dejar el baloncesto?

José Simeón – Por supuesto, sin duda es la mejor decisión que he tomado en mi vida y también la más dura y complicada. Era el momento oportuno y la única forma que veía viable para conseguir lograr mi otro gran sueño desde la infancia: ser bombero. Un trabajo puramente vocacional.

ZdB – ¿Cómo ha sido el camino hasta alcanzar la meta?

JS – Asumir que me había retirado fue muy duro, especialmente los meses posteriores a dejar de jugar en Liga EBA (UPB Gandía). Pero tras dos años sin prácticamente nada de vida social, pasando día tras día encerrado en la biblioteca, conseguí sacar la plaza en la primera oposición a la que me presentaba. No os podéis ni imaginar la alegría que eso supuso, ya que era el mayor reto personal que jamás me había propuesto. Desde principios de este año ya puedo decir que soy oficialmente bombero del Ayuntamiento de Valencia.

ZdB – El país atraviesa una complicada situación actualmente y los medios de protección civil han sido (y siguen siendo) fundamentales en el día a día (desinfección, asistencia a personas mayores…). ¿Cómo has vivido estas semanas? ¿En qué labores has participado?

JS – Nuestro servicios cotidianos han disminuido, ya que la gente está siendo responsable y se están quedando confinados en casa, por lo que los incendios y salvamentos se han reducido considerablemente. En el parque de bomberos estamos tomando las más extremas medidas de precaución para evitar contagiarnos, realizando desinfecciones exhaustivas cada mañana en el relevo de guardias, así como utilizando máquinas de ozono para descontaminar las zonas comunes. Asimismo, los traslados hasta el lugar del servicio se realizan con más vehículos para de ese modo poder guardar las distancias de seguridad entre nosotros.

ZdB – ¿Se nota la presión? ¿Sirve de algo tener la experiencia de soportarla en aquellos partidos importantes de baloncesto o no tiene nada que ver?

JS – No tiene nada que ver esa presión, es totalmente diferente, ya que en cada servicio no sabes lo que te vas a encontrar. La adrenalina que se desprende en el camión de camino a un servicio con las sirenas y los rotativos puestos es indescriptible. Cada mañana que entro a la guardia voy con una sonrisa de oreja a oreja, con la incertidumbre de saber qué me deparará el día, pues cada guardia y cada servicio son totalmente diferentes.

ZdB – ¿Cómo te sientes pudiendo ayudar a los demás?

JS – Es lo que siempre he querido hacer. No tiene precio el ver la cara de satisfacción cuando ayudas a una persona que se encuentra en una situación crítica. Es una profesión muy agradecida, pero también dura, ya que tienes que estar preparado psicológicamente para encontrarte situaciones nada agradables.

ZdB – ¿Echas de menos el baloncesto? ¿Tienes en mente volver algún día a las pistas?

JS – ¡Por supuesto! El baloncesto ha sido mi vida durante 26 años, me ha dado grandes momentos a lo largo de mi carrera profesional y me ha inculcado muchísimos valores que a día de hoy puedo aplicar en mi trabajo: el trabajo en equipo, la disciplina, el esfuerzo…

Quién sabe si algún día vuelvo a jugar, pero a nivel totalmente amateur para disfrutar de la esencia del baloncesto sin tener ningún tipo de presión ni tener que demostrar nada a nadie partido tras partido.

ZdB – ¿Podríamos ver, por ejemplo, al José Simeón bombero siendo entrenador o agente de baloncesto en sus (escasos) momentos libres?

JS – De entrenador no creo, ya que sería demasiado exigente (como lo he sido siempre conmigo mismo) y me pondría de los nervios. De agente tal vez, es una opción que no descarto y, por suerte, el trabajo de bombero me permite tener bastante tiempo libre.

ZdB – Graduado en Arquitectura Técnica y ahora ya oficialmente Bombero. ¿Alguna titulación más que te quede pendiente? ¿Hay algún sueño (académico) más por alcanzar?

JS – Siempre he sido muy ambicioso y ahora no voy a dejar de serlo. De momento me he tomado un periodo de descanso, aunque estoy estudiando algo de inglés para sacarme títulos y el año que viene empezaré un Grado Superior de Gestión de Emergencias y Protección Civil. Al mismo tiempo quiero seguir aprendiendo y formándome en todo lo relativo a bombero, para en un futuro (quién sabe) promocionar para ascender a Cabo, Sargento… aunque a día de hoy todavía me queda muchísimo por aprender de esta maravillosa profesión.

ZdB – Numerosos jugadores han declarado que los estudios les han servido para despejar la mente y romper un poco con la rutina del baloncesto. Tú compaginaste ACB y LEB Oro (Valencia Basket y Força Lleida) y Arquitectura Técnica de manera presencial. ¿Notabas también que era una vía de escape para desconectar del básquet?

JS – ¡Claro! Era la mejor forma de mantener la mente ocupada, de desconectar un poco y así no estar las 24 horas del día pensando única y exclusivamente en baloncesto. El deportista profesional tiene demasiado tiempo libre a lo largo del día para, aparte de descansar, seguir formándose e ir poco a poco encarando su futuro post-profesional.

ZdB – ¿Cómo ves la situación actual de nuestro baloncesto (ACB y Ligas FEB son dos realidades completamente diferentes)?

JS – Me preocupa, y siempre ha sido así, la mala gestión que se está llevando a cabo con las Ligas FEB. En la mayoría de los casos, los jugadores y entrenadores viven por y para el baloncesto y eso no se ve recompensado económicamente.

ZdB – ¿Sigues la LEB Oro o con el trabajo es difícil ver algún partido (de los pocos que echan)?

JS – Actualmente estoy bastante desconectado de la LEB Oro, estoy ocupando mi tiempo libre en cosas que tenía un poco abandonadas y que se hacen realmente fácil. Cada vez que veo un partido no lo disfruto al 100%, ya que me pongo nostálgico y se me remueve todo por dentro, supongo que es porque todavía me encuentro en edad de jugar y físicamente mejor que nunca, sin ningún tipo de molestias ni lesiones.

ZdB – Te podríamos preguntar por un montón de jugadores con los que coincidiste, pero queremos centrarnos solo en uno: Miki Feliu, desde hace unos meses el jugador con más partidos disputados en la LEB Oro (505).

JS – Miki es un gran profesional, tanto él como muchos jugadores nacionales de LEB Oro deberían tener la oportunidad de jugar en la ACB, pero muchos clubes prefieren apostar por jugadores extranjeros y no tanto por el producto nacional.

ZdB – Pasan los años y siguen sin unirse los jugadores LEB (la AEJB resultó ser un fiasco y un año después de su creación apenas contaba con 40 afiliados). La precariedad, lamentablemente, es la tónica en muchos sectores de nuestro país y muchos de los contratos del “mundo LEB” son irrisorios. ¿Por qué crees que siguen tragando y aceptando dichos contratos? ¿Crees que llegará el día en el que se planten y convoquen una huelga?

JS – Ya va siendo hora de que todos los jugadores se pongan de acuerdo, se planten de una vez y convoquen una huelga indefinida hasta que se tomen las medidas oportunas. Creo que la AEJB era un buen mecanismo para lograrlo y no entiendo por qué los jugadores no le han dado su apoyo. Si ellos no luchan por sus intereses, ¿quién lo va a hacer? Así, los clubes van a seguir aprovechándose de la situación.

ZdB – En su momento, cerraste tu entrevista en esta web con un consejo para los jóvenes. ¿Qué mensaje final mandarías hoy a nuestros lectores y a la sociedad en general de cara a esta difícil época de “nueva normalidad” que vamos a afrontar?

JS – Simplemente que seamos conscientes de la situación tan grave que está atravesando la sociedad y antepongamos la salud al resto de las cosas. ¡Ojalá esta pandemia nos haga valorar las cosas realmente importantes en esta vida! ¡Un abrazo bien fuerte y a cuidarse!