Tal vez pueda haber extrañado que no escribiéramos alguna columna con todo lo que ha sucedido en las Ligas FEB. La verdad es que hemos perdido algo de fuelle en esta parcela (en diciembre publicábamos ¡Enciendan la radio, por favor!) y quizás nos hemos ido minando al ver que nada cambia y todo fluye con el beneplácito de los protagonistas.

No nos podemos quejar en Oro, porque dentro de lo que es la invisibilidad de esta categoría Ramón Juan nos ha hecho prácticamente un minuto a minuto e Ignacio Ojeda se ha bajado a Oro a pasear su pluma y ha hecho un gran artículo con las opiniones de 18 dirigentes de LEB Oro. En Plata hay una opinión clara desde el principio, con 19 de 24 equipos pidiendo la cancelación de la competición. En EBA, esa categoría que pocos miran y que es tan importante, cuesta encontrar en la prensa la opinión de los equipos (si casi no salen cuando juegan, imaginaos ahora…).

Poco hemos oído a la FEB, habiendo incluso quejas del silencio y de la ausencia de respuestas, aunque parecen haberse solventado a tenor de lo que comentan los dirigentes en declaraciones y, sobre todo, tras una entrevista a Jorge Garbajosa, presidente del organismo, en un diario deportivo de calado como As. De esa entrevista me quedo con dos ideas. Una de ellas, la deuda cero (gran trabajo el cómo han enjuagado una deuda que nunca debió generarse de tal magnitud). Sin los presupuestos de 2020 (tenéis todo en la sección de transparencia de la web federativa), podemos mirar los del pasado año, con un superávit de 89.153 euros a junio de 2019.

La otra idea que exponía entre líneas era estar pendiente de lo que dictara el gobierno, de las decisiones de la ACB, de esperar a que el CSD se mojara (sobre todo para evitar reclamaciones judiciales). Una calma tensa, aunque sea cual sea el resultado no dejará a todos satisfechos. Vista la situación global de la pandemia, algo terrible (si los hospitales ya están de por sí saturados, aunque bajes tu actividad siempre habrá otra que no podrás dilatar: un infarto, un ictus, una arritmia, una operación oncológica… unido a una sobrecarga del sistema sanitario que se ha quedado sin camas y con un efecto de rebosamiento), cuesta pensar en un reinicio de competición. Puedo comprender que el objetivo es ver qué hace la ACB, pero con todas las competiciones de Europa canceladas y la pandemia haciendo estragos se me hace complejo visualizar un futuro próximo (y más, a puertas abiertas).

Sin fechas en el calendario, cualquier reinicio del tercio de la competición (más playoffs) lo veo inviable y una desvirtuación de la competición. Probablemente bastantes jugadores extranjeros no puedan (ni quieran) volver. A pesar del trabajo que están realizando la mayoría de ellos desde casa, volver a jugar sin una pretemporada sería un continuo riesgo de lesiones musculares para cuerpos de dos metros y cien kilos. Otro tema es de dónde sacarían el dinero los equipos para esos meses extra. Con los 18 equipos de Oro en ERTE y aceptando un calendario con jornadas intersemanales y en Navidad para no pasarse de fechas y, así, ajustar al máximo los presupuestos, me cuesta creer en un mes o mes y medio a mayores de contratos, pisos, personal, comidas, viajes… Como pudimos comprobar en el artículo de Ignacio Ojeda, tampoco hay una opinión consensuada entre los equipos para que puedan ir a uno, porque cada uno defiende sus intereses.

La LEB Plata sí tenía una opinión generalizada, con 19 de los 24 equipos firmando esa petición, pero si las estrecheces en Oro son las que son, imaginaos en Plata. Aunque lo poco que he preguntado, en esta postura común de cancelación de la competición tampoco se ha hablado de tema de ascensos y descensos. También hay que preguntarse qué pasará en EBA con equipos como, por ejemplo, Carbajosa y Vic como un tiro y con proyección de jugar en Plata, aunque esas Fases de Ascenso las carga el diablo y siempre hay resultados sorpresas.

He leído un poco de todo: con ascensos y sin descensos, ampliación de ligas, dejarlo todo como está… Con un tercio de competición sin jugar, a mí personalmente me parece complicado, a sabiendas además de que la ACB no aumentará su número ni por una remota casualidad. En una entrevista concedida al Heraldo de Aragón, el presidente de la Federación Aragonesa de Baloncesto, José Miguel Sierra, decía que las federaciones lo que querían es que el CSD marcara unas pautas de qué hacer en cuanto a ascensos y descensos (porque cada club va a tener una postura en función de su lugar en la clasificación) y de esta forma el CSD debería establecer un método para evitar estas reclamaciones y que haya así una base jurídica. Por aquí podían ir las pistas de la FEB, siempre hábil en esperar, escurrir bultos e intentar no pillarse los dedos. Si el CSD no opina u ofrece una versión vaga y sin conclusiones (como suelen emitir los entes políticos)… Temblamos solo de pensarlo.

Cavilando, podía pensar en que los resultados de esta temporada se sumaran a la siguiente para premiar las buenas marchas o penalizar a aquellos equipos que no han cumplido sus deberes. Pero esta idea enseguida me pareció irreal. ¿Por qué? Porque con la que está cayendo, y la que va a venir después, a saber cuántos equipos van a sobrevivir (con las subvenciones públicas dedicadas a aspectos más urgentes que el deporte y las pequeñas empresas intentando sobrevivir y mirando cada euro). La bajada de presupuestos será evidente, pero si ya con una crisis diezmó al deporte, el baloncesto fuera de la élite puede sufrir de nuevo. Habrá que ver qué postura toma la FEB, que durante estos últimos años ha ido aumentando las cuotas poco a poco, con el beneplácito de sus integrantes que votan en Asamblea, y si se apiadarán dando un respiro (aunque no lo creo, pues también necesita sobrevivir y le da igual a costa de quién).

A lo mejor es momento de replantearse las cosas, unificar la Oro y Plata en dos juegos, con un presupuesto mínimo y salarios mínimos para los jugadores y restantes integrantes del juego. E intentar hacer una EBA fuerte y no transmitir la sensación exterior de que cuantos más equipos, mejor, porque más recaudan las arcas.

Creo que ahora también es un momento importante y que puede ser la oportunidad. Hace unos días se suspendió, como es lógico, el Campeonato de España Júnior; siempre se ha hablado de que el paso de júnior a sénior es demasiado amplio. Solo hay que mirar cuántos U22 hay en Oro para darse cuenta de que llegar no es fácil. Tal vez sea el momento de apostar por un tercer año de júnior. Entiendo que puede tener sus pros y sus contras, pero para los jugadores sería un año más de aprendizaje y crecimiento físico; además, aunque muchas de las principales canteras ya juegan en Ligas FEB, sería beneficioso y se les podía dar la oportunidad de dar el salto con un año más de experiencia y menos posibilidades de darse el golpe, además de jugar el Campeonato Júnior. Es el momento de planteárselo y apostar por ello.

Son momentos muy duros en los que el baloncesto es secundario, pero probablemente las consecuencias del COVID-19 dejarán herido al baloncesto nacional que seguimos, habrá decisiones que no gustarán y a ver en qué queda todo. Esperamos que en esta etapa de caos la FEB despeje todas las dudas que han rodeado siempre su mejorable gestión y se erija en el líder que tanto necesitan sus ligas. Ahora solo podemos ser responsables y poner nuestro granito de arena, quedándonos en casa y, si vamos a trabajar, ayudando a todas aquellas personas que más lo necesiten. ¡Fuerza y ánimo!


Autor: @m_jordan9