Hoy en Zona de Básquet charlamos con un sevillano criado baloncestísticamente en las Islas Canarias. Hablamos de Edu Gil (1998), un joven alero de 204 cm que decidió, tras pasar por la CBA Academy y no encontrar oportunidades reales en España, irse a Alemania para continuar progresando. Desde entonces ha estado jugando en el país teutón, donde ha experimentado una importante evolución física. Hace unos días era uno de los muchos nombres que recogíamos en nuestra recopilación de nacionales emigrados, por lo que decidimos contactar con él para saber más de su aventura alemana.
Zona de Básquet – ¡Hola, Edu! Lo primero que nos gustaría saber es por qué elegiste baloncesto y cómo surgió todo.
Edu Gil – Todo empieza cuando tenía 7 años. Mi intención era jugar al fútbol, ya que era a lo que jugaba con mis amigos del colegio. Un día mi hermano mayor, que ya jugaba al baloncesto, me dijo que fuera con él a probar… Como casi todos los que prueban este deporte, cuando empiezas a jugar al baloncesto ya no quieres otra cosa.
ZdB – Pasas los años de formación en el CD San Bartolomé de Tirajana. ¿Cómo recuerdas aquellos años?
EG – Aquellos años en CD San Bartolomé de Tirajana los recuerdo como los mejores años. Salir del colegio y alegrarme porque tenía entrenamiento, ansioso de que llegara la hora, dobles entrenamientos con categorías superiores, todos se preguntaban de dónde sacaba ese canijo toda esa energía. Se podría decir que todas mis tardes me las pasaba en el pabellón.
ZdB – La temporada clave fue la 15/16, cuando pasas de entrenar de vez en cuando a hacerlo diariamente en la prestigiosa CBA, pensando 24 horas en el baloncesto. ¿Cuando estás ahí te das cuenta de que sin esfuerzo no hay resultados? ¿Cómo fue esa temporada?
EG – Sí, la verdad que ese año fue bastante duro, tanto física como mentalmente. Como bien decís eran 24 horas pensando en baloncesto. Antes de ir al instituto, baloncesto; después del instituto, gimnasio, estudiar y vuelta al pabellón. Fue el año donde me preparaba para la Selectividad y donde había mucho estrés. Pero la verdad es que no me arrepiento de haber aceptado ir a la academia donde se aprenden valores y te hace abrir los ojos de los que muchos son capaces de hacer por llegar a sus sueños, dejar a su familia y sus amigos e irse al extranjero a formarse, que finalmente es lo que termino haciendo yo tras acabar mi época Júnior en España.
ZdB – El salto lo pegas en la 16/17, cuando te vas a Alemania y juegas en el equipo U19 del Ludwigsburg. ¿Cómo surge esta oportunidad?
EG – Mi intención era irme a algún LEB Plata o EBA, pero al ver las condiciones que hay en España, donde combinar los estudios y cobrar por jugar al baloncesto es muy difícil en esas categorías, empecé a dudar. Mi hermano me dijo “¿y qué te parecería Alemania?…
Yo ya tenía contacto con un antiguo entrenador en la cantera del MHP Riesen Ludwigsburg, por lo que me ofrecieron ir a Alemania a que nos conociéramos personalmente. Finalmente me quedé en la academia de Ludwigsburg, donde estuve prácticamente dedicándome al baloncesto, pues académicamente solo iba por las mañanas a clases de alemán.
ZdB – Tras una buena temporada en la NBBL (liga de desarrollo germana), con 7 puntos y 3 rebotes de media, fichas por un equipo de la Regionalliga (EBA alemana donde hay otros españoles), Fellbach, con el que cumples ahora mismo tu segunda temporada. ¿Cómo es el equipo y qué tal la actual temporada?
EG – Tras acabar mi año juvenil no sabía qué hacer, si quedarme en la academia y jugar en 2.Regionalliga o irme a Fellbach y jugar 1.Regionalliga. Tras varias reuniones, decidí ir a un equipo superior, dejar de jugar con gente de mi edad e introducirme en el baloncesto Sénior. Lo que sucede es que no es nada fácil ganarse un puesto entre jugadores que en su juventud eran profesionales y con un nivel de experiencia mucho mayor, pero donde a la vez se puede aprender mucho.
La temporada actual se podría describir en una palabra: complicada. Tras un comienzo de temporada que no era el esperado, nuestro entrenador dimite al ver que su trabajo no da sus frutos y el segundo entrenador tomó los mandos hasta encontrar un nuevo entrenador. El objetivo de principio de temporada era ascender a ProB, pero acabó siendo no descender…
ZdB – ¿Cómo es para un chaval de 18 años cambiar la vida española en Canarias por la alemana?
EG – Pues no fue tan mal como muchos se imaginan, también hay que decir que aquí tenía a mi madre y a mi hermano, que me lo hicieron todo mucho más fácil. Sí es verdad que la diferencia del clima se nota desde que te bajas del avión pero todo es acostumbrarse. El idioma fui aprendiéndolo poco a poco haciendo cursos intensivos por las mañanas y teniendo contacto con gente alemana, lo cual no es lo mismo aprender un idioma extranjero en tu casa de España que cuando estas en el país en sí. La gente aquí está más organizada en el sentido de que la puntualidad es la filosofía común [risas]… Nada que ver con Canarias, donde todo es más relajado. Pero nada fastidioso, solo consiste en entender la forma de vida y acoplarse a ella.
ZdB – Para los que no te conocen mucho, ¿qué les dirías sobre tu juego, tus cualidades, tus puntos débiles…?
EG – Pues mido 204 cm y tengo la capacidad de poder jugar de ‘tres’, con buen dominio de balón y siendo bastante ágil para mi tamaño. En cuanto al juego en estático, soy bastante bueno penetrando y encontrando al hombre que queda libre. Buena lectura del juego y buen reboteador.
Mis puntos débiles son jugar interior, a pesar de mi altura. Es algo que nunca aprendí de pequeño, ya que siempre jugaba por fuera; se podría decir que otro de mis puntos débiles es el tiro, ya que no destaco por ello.

ZdB – Lo que has mejorado mucho es el tema físico. Llegaste en 81 kg y ahora has aumentando bastante la masa muscular, ¿verdad?
EG – Pues sí, la verdad que he sido toda la vida un canijo, pero con sentido, ya que comía poco y entrenaba cuatro horas al día. Aquí en Alemania es cuando me di cuenta de que si quería poder hacer algo en el baloncesto tenía que cambiar mi físico, por lo que me empecé a tomar enserio el gimnasio y la alimentación. Tras dos años pasé de los 80 kg (201 cm) a rozar los 100 kg (204 cm). Es por eso que estos dos años han sido acostumbrarse tanto a mi cuerpo como a jugar en la liga Sénior a un nivel mucho más físico.
ZdB – ¿Actualmente, estudias, trabajas o solo te dedicas al baloncesto?
EG – Ahora mismo estoy estudiando/trabajando, aquí se le llama Ausbildung, donde te formas en una empresa prácticamente y vas a la escuela a aprender la teoría, y todo esto cobrando algo inusual y que poco se ve en España. Este sueldo se une al dinero del baloncesto, por lo que todo ayuda.
ZdB – ¿En un futuro te gustaría volver a jugar en España en Ligas FEB?
EG – Yo nunca me cierro puertas. Es más, me iría a la India si hiciera falta a jugar a lo que más me gusta y vivir de ello, por lo que lógicamente me encantaría volver a jugar en España, donde la calidad del baloncesto abunda, y poder conocer las ligas profesionales de primera mano.