El balón resuena en la pista, el sudor te resbala por toda la camiseta, los rivales y los compañeros permanecen expectantes a tu decisión, la grada grita y te espolea… Y de repente, esos focos que te alumbran justo en ese momento, se apagan… Llega el momento de tomar el camino de la retirada como jugadores, ya no es lo mismo. Los años pesan, cada temporada se hace cuesta arriba… Y en ese momento de reseteo, una luz se enciende. El gusanillo sigue, el amor al baloncesto puede con todo. Las llamadas llegan y toca ser el protagonista más difícil, el que lleva el peso, el que después de las victorias o las derrotas se queda con su cuerpo técnico analizando el partido. El gestor de grupos, el que “pelea” con los de arriba y abajo… Ahora son Entrenadores, y cuando pensamos en ese cargo nos viene a la mente aquel artículo que nos trajo el coach Jorge Álvarez (E de entrenador). Así es el nuevo, complicado y bonito reto que Álex Mumbrú y Pedro Rivero afrontan, respectivamente, en LEB Oro y en LEB Plata con RETAbet Bilbao Basket y HLA Alicante.
Ambos ya han hecho en sus presentaciones las declaraciones pertinentes, lo que buscan, lo que quieren, sus motivaciones. Con este hecho tan inédito, y con una amplia responsabilidad, ya que ambos en sus competiciones son equipos favoritos para ascender, queremos analizar desde la cercanía cómo se siente la afición, los especialistas que siguen al equipo de sus amores, y además aprovechar para hablar con Rafa Rufián, un ejemplo claro de lo que es colgar las zapatillas y pasar enseguida a dirigir el vestuario donde hasta hace nada se estaba cambiando.
Álex Mumbrú – RETAbet Bilbao Basket
Hablamos con Javier Fernández (fundador y director de Experience and Basket) para ver qué ambiente se respira en Bilbao. Junto a Juan Carlos Romo, Javier es el impulsor de Expebasket Radio, que actualmente se encuentra en plena campaña de crowdfunding, y ambos repasan la actualidad del club bilbaíno y de la LEB Oro en A corazón abierto.
ZdB – Mumbrú anuncia su retirada, se consuma el descenso a Oro, hay escasez de noticias y llega el fuerte rumor de que Álex será el nuevo entrenador. ¿Cuál es el clima que se respira por Bilbao ante esa noticia y, siendo sincero, qué genera?
JF – Una vez que RETAbet Bilbao Basket consuma el descenso se desata el rumor generalizado de la posibilidad real de que Álex Mumbrú se convertirá en primer entrenador del equipo. El clima que se respira a raíz del rumor está divido, con más nubes que claros. En general, hay una corriente de opinión más visible que demanda un primer entrenador con experiencia en LEB, ayudado eso sí, por Mumbrú. Por otro lado, su salario, elevado para la categoría, también levanta incertidumbre dada la débil situación económica del club. Digamos que el rumor hasta que se convierte en noticia, genera cierta desazón en el entorno social, siendo conscientes que ha sido un jugador clave y referente en la historia reciente del RETAbet Bilbao Basket.
ZdB – Lo que nadie puede dudar es que Mumbrú, además de tener el título de entrenador desde el verano pasado, cuenta con un currículum lleno de vivencias al lado de los más grandes. Un hombre impregnado en el sentimiento MIB tras nueve años ahí.
JF – Ha sido un jugador vital en los momentos brillantes y en las crisis que ha vivido RETAbet Bilbao Basket estos últimos nueve años. De tocar el cielo en ACB, Euroliga y Eurocup, a estar a punto de desaparecer con impagos y deudas cada vez más altas, hasta consumar un descenso deportivo. En los momentos duros, su compromiso de continuidad por el proyecto fue incontestable, aunque también es verdad que tanto él, como Raül López, como Axel Hervelle, eran los jugadores mejor pagados, por lo que la crisis también les afectó pero de distinta forma que a otros deportistas y profesionales del club con menores ingresos y mayores apreturas de cinturón. A día de hoy, nadie discute su sentimiento de pertenencia e identificación con un club, una ciudad y una provincia.
ZdB – Parece que del pasado curso solo sigue Javi Salgado. ¿Crees que a Álex le costará cambiar de asiento en el autobús, es decir, ser el entrenador en vez de uno de los capos del vestuario?
JF – Según ha contado él en varias entrevistas, ya se sentía entrenador hace bastante tiempo. Es más, muchos creemos que era una persona muy influyente en el vestuario y en el banquillo, con un liderazgo para lo bueno y para lo malo demasiado evidente. No le va a costar cambiar el asiento. Además, contará con la persona que mejor puede interpretar y liderar sus sistemas en cancha, Javi Salgado. Álex Mumbrú tiene muy claro que quiere ser entrenador y ahora lo importante es tener paciencia con él y, sobre todo, que se rodee de muy buenos profesionales, que confíe en ellos, que se deje guiar y asesorar, que tenga claro que no puede dejar de aprender y desarrollarse y así, se convertirá en un gran entrenador a medio-largo plazo.
ZdB – La inexperiencia las combate con mucha ilusión, ganas e ideas claras de realizar un baloncesto vistoso, basado en el esfuerzo. ¿Que Jorge Elorduy esté a su lado transmite confianza para ayudarle en situaciones comprometidas?
JF – Total. Es más, para este primer año en LEB Oro, muchos pensaban que el orden debería haber sido el inverso, es decir, entrenadores del perfil de Jorge Elorduy siendo primeros, posibilitando así un aprendizaje distinto y más seguro para Álex Mumbrú. Sin duda alguna, la figura de Jorge Elorduy, que ya fue un hombre clave el año del ascenso del club a ACB en labores de apoyo técnico a Txus Vidorreta y Rafa Pueyo, será esencial para darle una tranquilidad y seguridad al trabajo que desarrolle el primer entrenador.
ZdB – Nos preocupa que Mumbrú no haya tenido contacto con las Ligas FEB desde la 98/99, que no conozca las profundidades de la competición, los árbitros, las pistas… ¿Puede suponer todo esto un hándicap importante?
JF – Será un hándicap pero lo podrá aminorar siempre y cuando confeccione una plantilla, junto a Rafa Pueyo, con jugadores expertos en la categoría, que sepan cómo se juega y cómo se arbitra en LEB. También contará con el factor sorpresa en las primeras jornadas, nadie sabrá cómo juega y, junto a su equipo técnico, sí podrán conocer cómo juegan la mayoría de los equipos en los que repiten sus entrenadores. El inicio de liga será fundamental para ver la velocidad de adaptación a la competición de su filosofía y sistemas.
ZdB – No queremos acabar sin mencionar a la “marea negra”, que está ahí al pie de cañón y que tiene claro que nunca va a dejar al equipo solo, ¿verdad?
JF – Es un privilegio para la entidad, para la ciudad y para la provincia, contar con la masa social más fiel y comprometida del ámbito ACB y LEB. En los momentos críticos es cuando se ve si un club es fuerte y puede salir de la enfermedad. RETAbet Bilbao Basket puede estar seguro que saldrá, porque cuenta con una masa crítica, que sabe, que le apasiona el baloncesto, que vive por sus colores, que demanda más protagonismo, cercanía y escucha al consejo de administración, que quiere que se le cuide como se merece. Es un núcleo maduro, de 18 años, con el que RETAbet Bilbao Basket tiene que reinventarse para convertirlo en el pulmón para respirar. Esto se fabrica con química y sensibilidad, que nadie se olvide.
Pedro Rivero – HLA Alicante
Quién mejor que Ramón Juan, que ya repasó la trayectoria de Pedro Rivero en un espectacular monográfico y desgranó las cinco claves del HLA Alicante 18/19, para que nos cuente cómo se ve desde Alicante el salto de Rivero al banco lucentino. Además, desde 2007 sigue la actualidad de Lucentum en Lucentum Blogging, es redactor en Solobasket y también colaborador de Hablando en Plata, podcast de esta casa que encabeza Miguel Ortega. Nadie mejor que él para hablar de quién es
ZdB – Acaba la temporada con ese mal sabor de boca tras perder en los “playoffs” de ascenso en Alicante en el quinto partido, pero enseguida llega la noticia de que Pedro Rivero pasa de la pista al banquillo. ¿En frío, cuáles fueron las primeras sensaciones en Alicante?
RJ – La noticia de que Rivero iba a ser entrenador del HLA Alicante la próxima campaña llegaba justo el día que anunciaba su retirada de las canchas. Lo cierto es que el hecho de que la temporada anterior aceptara llegar a LEB Plata y su formación como entrenador podía hacer presagiar una continuidad en el club tras su retirada, pero quizá nadie esperaba que ese salto fuera directamente al banquillo del primer equipo. La primera sensación en Alicante era una mezcla de la ilusión de que un jugador querido por la afición llegase al banquillo y las dudas por su falta de experiencia en el banquillo
ZdB – Las declaraciones, los fichajes y una plantilla ya compuesta (y que ya has analizado en lucentumblogging) con un cambio de estilo, ¿transmiten seguridad, verdad?
RJ – El proyecto que va a dirigir Rivero nace con un sello diferencial. La estructura de la plantilla denota unas ideas claras de un estilo de juego y eso se supone que emana de los planteamientos que Rivero quiere llevar a la cancha. Jugadores interiores que hacen daño cerca del aro y con capacidad física (Conde, Elías, Galán y Sidibe), exteriores con un potencial reboteador importante (Chumi Ortega, Díaz, Kingsley Sam) y bases con talento y capacidad de dirigir el juego y aportar anotación (Nemčok y Garrido). Podrá salir o mejor, pero el sello del entrenador está presente de inicio en el proyecto, con lo que conlleva de responsabilidad hacia al propio Rivero.
ZdB – Pedro Rivero es toda una institución en las pistas, pero el banquillo al final es un lugar complicado. ¿Le puede pesar en forma de presión, si no se empieza bien, ese objetivo del ascenso y cartel de favorito de HLA Alicante?
RJ – Una de las claves del éxito de Rivero en Alicante pasará por su capacidad de gestionar el grupo y las dinámicas, desde su puesto como entrenador. En sus dos décadas de experiencia, conoce el juego a la perfección, además de ser un estudioso de todos los aspectos técnicos-tácticos del juego, conoce la categoría, los rivales… A pesar de su vasta experiencia, hay aspectos que va a afrontarlos este año por primera vez y es ahí donde residirá la clave de si su tránsito hacia los banquillos ha sido hecho en el mejor momento.
ZdB – Que algún medio haya hablado del “Síndrome Prigioni” pero, por ejemplo, no sacase a Obradović, ganador de la Euroliga en su primer año como entrenador tras dejar de ser jugador, no es más que una muestra de que siempre hay ejemplos para seguir, ¿no?
RJ – Son casos difícilmente comparables, por el nivel competitivo e incluso por el perfil de los protagonistas, pero es inevitable pensar en el caso Prigioni. Desde luego, que no es lo mismo dar el salto de la cancha al banquillo en LEB Plata que en un equipo de la exigencia de un Baskonia. El tiempo nos dirá si se repite un síndrome Prigioni o si por el contrario nace el Efecto Rivero.
ZdB – La continuidad de Alberto Carrillo y Alberto Antuña como ayudantes, ¿es algo anecdótico o crees que van a ser muy importantes en la 18/19?
RJ – En mi opinión denota que Rivero también quiere dejarse ayudar y lo hace con el equipo que el año pasado acompañó a Varela en el banquillo y que conoce el club, la estructura y que tiene una gran sintonía con el propio Rivero. Ese hilo de continuidad es una decisión, a priori, acertada y de su conjunción como equipo técnico también dependerá el éxito del propio Rivero.
Mumbrú y Rivero toman un camino por el que Rafa Rufíán ya pasó
Parece fácil el cambio de sitio en el banquillo, yéndote al lado derecho en vez de al fondo. Rafa Rufián lo vivió, como recordamos en su momento. Le preguntamos sobre este hecho de pasar de ser jugador estrella a entrenador principal.
ZdB – ¡Buenas, Rafa! Lo primero de todo es saber cómo estás. ¿Qué sucedió este verano para no renovar en Morón? ¿Algún proyecto entre manos?
RR – Muy buenas, chicos. Pues este verano después de reunirme con el director deportivo decidimos que lo mejor para el club era dar un giro, la temporada pasada fue muy dura en muchos aspectos y se necesitaba aire fresco para comenzar a trabajar de cero. Un club como Morón, con recursos limitados, tiene que tener la ilusión intacta a la hora de empezar a correr el reloj. Lo cierto es que alguna opción está habiendo durante el verano, pero no se ha llegado a concretar; seguiré esperando, formándome y preparado para lo que pueda surgir.
ZdB – Mumbrú y Rivero saltarán este curso al banquillo tras anunciar su retirada de las pistas. Tú viviste un paso parecido, aunque tuviste tus meses de entrenador ayudante. ¿Cómo fue esa transición?
RR – Complicada e inesperada. Fue todo muy rápido y sin tiempo de preparar prácticamente nada. Lo cierto es que tenía mucha confianza por parte del club, la afición y la plantilla; me ayudaron mucho en esos momentos en el que la situación deportiva era complicada, y supimos cambiar y confiar por parte de todos en lo que propusimos y acabó siendo un año magnífico.
ZdB – Aunque un jugador tenga alma de entrenador, o sea su extensión en la cancha, cuando llegas al puesto hay miles de detalles más: la planificación, el desarrollo de los partidos, la gestión de roles, el postpartido… ¿Tan diferente es? ¿Nos dejamos algo en el tintero?
RR – Muy diferente. En este caso destacaría la gestión de grupo, creo que todos deben sentir algo diferente a los demás dentro de su trabajo diario y que son importantes, diría hasta imprescindible por pequeño que sea el detalle que aporten al GRUPO.
ZdB – Muchas veces a los ex jugadores les cuesta un poco controlar sus reacciones y viven el partido más de lo debido. ¿Mito o realidad?
RR – En mi caso es totalmente cierto; de hecho, creo que ha sido uno de mis mayores defectos en mi corto periplo como entrenador de LEB Plata. Al final, el acabar pensando como jugador te da cosas muy buenas pero también te resta por momentos, ese equilibrio es imprescindible encontrarlo, bajo mi punto de vista.
ZdB – Como jugador, uno podía ser el peso pesado dentro del vestuario, pero cuando eres el entrenador tienes que lidiar con el banquillo. ¿Es complicada está gestión?
RR – El respeto por parte del vestuario es vital para confiar en el día a día, en el trabajo diario, pero al final puedes entender muchas situaciones por tu experiencia pasada aun siendo un novato en el banquillo.
ZdB – Fundamental, apoyarse en el resto de cuerpo técnico siendo novel, ¿verdad?
RR – En mi caso, ha sido fundamental, sí. Creo que el desarrollo del trabajo en la semana está desglosado y cada uno tiene sus funciones, sus responsabilidades y sus tomas de decisiones a la hora de completar el modelo de trabajar por el que se opte.
ZdB – Tras vivir tú mismo ese salto, ¿qué consejos darías, desde la modestia, a los Mumbrús y Riveros?
RR – Pues les diría que fueran valientes y firmes con sus ideas, aunque sinceramente no me veo dándole muchos consejos [risas].
Agradecemos a Javier, Ramón Juan y Rafa su amabilidad y colaboración. Desde Zona de Básquet estamos con muchas ganas de ver cómo salen estas nuevas apuestas en los banquillos.