Tras una temporada de ausencia, porque el COVID detuvo de forma abrupta la graduación de jugadores y su llegada a Europa, este verano se volvió a retomar con fuerza la corriente migratoria desde la NCAA. Recordamos que el objetivo de este artículo es analizar los rookies con pasado NCAA en la temporada 21-22, que han disputado la actual LEB Oro. Esta es una competición dura y poco propicia a ofrecer el tiempo de adaptación que muchos de ellos requieren, por eso es extraño ver a equipos top con ellos en sus filas y, de hecho, los 8 jugadores de este curso son todos de equipos de la zona media-baja, sin opciones de jugar playoff y que, en muchas ocasiones y por circunstancias de mercado, tienen que apostar por ese perfil de jugadores, que muchas veces se hacen a la liga y se quedan creciendo en su juego cada temporada venidera.

John Harrar (1999, Grupo Alega Cantabria CBT: 21 mi, 9.6 pt, 6.7 re, 0.8 ro). Con buenas expectativas tras su paso por la NCAA, ha cumplido en su primera temporada. Se trata de un cinco no excesivamente alto, pero fuerte de tren superior, muy complicado de mover una vez que gana la posición, sacando bastantes faltas, capaz de finalizar en el poste de forma contundente, buen trabajo de bloqueos, su perfil atrás le hace más importante aún, ya que sabe ser protector de aro, asegurar rebote y cerrar los huecos en la zona central, siendo un asiduo a conseguir dobles-dobles. Ha sido un pena la lesión que nos privó de verlo los últimos partidos.

Romeo Crouch (1998, Alimerka Oviedo Baloncesto: 26 mi, 11.8 pt, 3 re, 2.5 as, 1.3 ro). Una lesión le dejó sin pretemporada, luego en pocos partidos se observó que sufría en el puesto de uno, en plena mala racha del equipo, pero Crouch no se escondió e intentó ser la referencia anotadora de un equipo que sufría en ataque a pesar de que en ocasiones no elegía la mejor decisión. Combo guard con fuerte cambio de ritmo, le gusta mucho buscar el aro con sus veloces penetraciones, también muy cómodo con sus pull up tanto de dos como de tres. Algo interesante es su capacidad para generar y de pase por él mismo. Atrás sufría ante jugadores físicos (3 FP cometidas), pero mostró sus credenciales de ladrón (1.3 ro). La irregular trayectoria del equipo asturiano y la falta de un relevo que aportase seguridad no fue lo mejor para Crouch, que se mostró más cómodo de dos y con unas dotes de anotador al alcance de pocos. Con pasaporte americano, su perfil es claro, aunque en Europa gustan mucho esos jugones anotadores.

Clevon Brown (1998, Alimerka Oviedo Baloncesto: 26 mi, 8.3 pt, 6 re, 1 ro, 1.7 ta). Llegó en silencio a un equipo en apuros como el asturiano tras un paso discreto en Kosovo. Un jugador que es algo “más que números vacíos” y mucho de trabajo sucio, demostró estar muy a gusto en esta competición y crecer jornada a jornada. Se trata de un 4 muy físico (en ocasiones puede hacer el 5 pero sufre ante jugadores pesados), altos muelles y un excelente timing para rebotear y taponar (espectacular 1.7 ta), siendo muy móvil en las ayudas defensivas. En ataque es un jugador que no necesita el balón, puede ser roller, trabajar en el poste, atreverse desde la media-larga distancia, jugar sin balón o hacer vuelos increíbles para los putbacks. Su perfil de jugador trabajador y dar equilibrio le ha creado un pedigrí en estos lares para ir a más y ganar en consistencia.

Khadim Sy (1997, Juaristi ISB: 19 mi, 8.8 pt, 4.7 re). No era fácil el papel, pero Sy ha cumplido con creces progresando durante la temporada y favoreciéndose de la llegada de Kai Edwards para darle relevos. Es un 4.5, tal vez sufriendo ante jugadores rápidos para estar en el cuatro, mientras en el cinco sufre ante jugadores pesados, pero es un perfil interesante, porque a su buen físico, con una buena actividad defensiva (a veces con faltas innecesarias), une su buena capacidad para jugar el roller, como abrirse en el pop, siendo  capaz de anotar de tres a pies quietos con bastante solidez (tira más de tres que de dos), además de buscar el rebote ofensivo o crear problemas con su movilidad. Perfil claro, ayudado por su tiro de tres y actividad defensiva, aunque es un jugador que por sí solo no genera. Sin duda, debería seguir en Oro.

Ezekiel Alley (1999, Tau Castelló: 15 mi, 7.9 pt, 2.2 re, 1.4 as, 1 ro). Llegó un poco a la expectativa gracias a su pass cotonú y supo esperar su momento, tras un peaje inicial de adaptación, acabó convenciendo a Orenga y aprovechando las oportunidades que dejaron lesiones de compañeros y su buen trabajo, realizando una recta final de curso muy positiva como marcan los 26 puntos ante Melilla. Muy buen manejo de balón, atrevido en su juego, valiente hacia el aro, letal en su tiro tras bote desde mid-range, listo para robar atrás, a cambo abierto se encuentra muy cómodo y sus 7 triples al Melilla demuestra que de fuera mete también. Claramente es un combo guard en perfil dos bajo que pinta que irá a más.

Kur Kuath (1998, COB: 20 mi, 7.6 pt, 5.5 re, 1.4 ta). Llegó con la temporada iniciada, casi a continuación de su entrenador Félix Alonso, y la lesión de Aboubacar le dio muchos minutos. Ofreció garantías a un equipo gallego que necesitaba un jugador como él. El sursudanés que juega con pasaporte americano, le dio garantías en defensa, conocido por su poder intimidatorio en la NCAA, apagó varios incendios en la zona ourensana, demostrando que en ataque es un gran finalizador por el juego encima del aro, buscando el rebote ofensivo o como roller. Ha dejado muy buen sabor de boca y, aunque no es un generador de puntos y puede sufrir ante rivales con muchos kilos, Kuath ha demostrado ser un perfil perfectamente aprovechable.

Chandler Jacobs (1999, Bueno Arenas Albacete: 19 mi, 7 pt, 2.3 re, 0.9 as). Empezó de forma dubitativa, sin encontrar su sitio, aunque poco a poco fue a más en diciembre, como acreditan sus 23 puntos a Estudiantes, pero una lesión a finales de enero cortó su trayectoria volviendo en abril a las pistas. Su pasaporte USA puede pasarle factura, aunque ha mostrado virtudes sobre todo en el plano defensivo. Se trata de un 2-3 físico, activo en defensa, sale al galope en transición y en ataque es capaz tanto de penetrar como levantarse desde el triple, mostrando seguridad desde el tiro libre. Capaz de jugar en el P&R, necesita mostrar una mejora en la toma de decisiones y consistencia en el lanzamiento para repetir oportunidad.

Nota aparte para hacer referencia a Robinson Idehen (Almansa con Afanion: 19 mi, 10.7 pt, 5.6 re, o.6 ta). El jugador español fue una de las sensaciones en el inicio de la temporada hasta que una lesión importante como fue su fractura abierta de tibia y peroné le dejó sin poder jugar más esta temporada, aunque su recuperación corre por el buen camino tras este importante percance. En su debut como profesionaL el cinco tudelano demostró sus buenas dotes, pilar defensivo, juego por encima del aro, y buen finalizador en ataque.

Hubo otros jugadores rookies que empezaron la temporada pero no la lograron terminar. Los malos resultados del Cáceres Patrimonio de la Humanidad provocaron la llegada de refuerzos que forzaron la salida de Willy Isiani que no desentonó en LEB Plata, tal vez su escalón natural en este año rookie. En Alimerka Oviedo Baloncesto, la apuesta salió rana en algunos casos, ya que Shaquille Walters se alejó del perfil que se esperaba y el interior Noah Bigirumwami fue cortado también en Plata para acabar en EBA. Uno de los que se esperaba más era de Bryce Nze, tal vez en ICG Força Lleida no tuvieron paciencia y la sombra de Carrera fue alargada para un jugador que mostró detalles pero no llegó a ganarse más minutos.