Pocas veces miramos hacia la ACB en esta web, pero siempre toca hacerlo cuando se conocen los dos descendidos desde el máximo nivel hacia la LEB Oro. Uno se sabe hace ya algunas jornadas tras una gran mala racha de resultados como la de Carplus Fuenlabrada. El otro equipo se conoció en el último segundo de la última jornada, tras dos partidos a vida o muerte para Covirán Granada y Real Betis, que fueron los únicos que no llegaban salvados y donde los hispalenses fueron los que cayeron en desgracia.
Os ponemos en antecedentes: Covirán Granada empezó como un tiro la temporada, cinco victorias en ocho jornadas con un bloque muy LEB más buenos refuerzos le convirtieron en el equipo revelación, pero las lesiones llegaron y diez derrotas consecutivas encendían alarmas, aunque había equipos con peor balance. Volvieron algunas victorias que les ayudaban a mantener las diferencias respecto al descenso, pero los de Pin entraron en una especie de bloqueo mental, con otras siete derrotas consecutivas. A falta de tres jornadas, estaban en descenso y a un triunfo del Real Betis que marcaba la salvación. Pero en esa última derrota era el debut de Joe Thomasson. Victoria agónica ante Zaragoza con un buen último cuarto y con Maye excelso. Llegaba la penúltima jornada y, con ella, un duelo directo contra el Real Betis. Si perdían se iban a Oro y Real Betis a falta de 13 minutos ganaba de 10. Pero empezó el show de Thomasson y los nazaríes ganaban de seis el partido, aunque no era suficiente para recuperar el average particular.
Llegaba a la última jornada y Granada no dependían de sí mismo: necesitaban ganar a la Penya y que el Real Betis no ganase en la pista del Real Madrid. Un Covirán que entraba perdiendo en el último cuarto y desarboló con un parcial de 26 a 10 a la Penya para llevarse el partido con 23 puntos de Bropleh. Tocaba mirar hacia Madrid, donde el campeón de la Euroliga, con la resaca de la celebración, parecía estar jugando un partido al ralentí y haciendo la goma con un Real Betis serio que, si ganaba, tenía asegurada la permanencia. A falta de tres minutos, el triple de Ctekovic ponía un 70-77 favorable, pero, como en otras ocasiones, llegó el atasco en ataque, William-Goss sacó su calidad y Jean Montero la tuvo para empatar, pero su tiro fue taponado y la permanencia se iba para el Covirán Granada de Pablo Pin con jugadores Oro la 21/22 con muchos minutos en esta temporada: Thomas Bropleh (25 mpp), Lluís Costa (22 mpp), Petit Niang (21 mpp), Pere Tomás (15 mpp), Christian Díaz (14 mpp) o Jacobo Díaz (12 mpp). Al igual que otros equipos como Breogán el año anterior o Girona este, demostraba que los equipos que suben de Oro compiten y se quedan en la categoría.
La cara triste era para el Real Betis, un equipo mítico en la ACB, que llego a ser subcampeón de liga y a jugar Euroliga, y que desde la 16-17 se denomina Real Betis, sin llegar a encauzar los resultados, coqueteando con la zona baja y cayendo a la LEB Oro que disputaron la 18-19. Con Curro Segura en el banquillo y un plantel de estrellas el inicio no fue el soñado en Oro, con dos derrotas en los tres primeros partidos. El resto es historia. Equipo top, líder destacado y ascenso directo con un balance de 30V – 4D. Desde su regreso a la ACB no han logrado tener una temporada tranquila, pero sus segundas vueltas y cambios de timón siempre salían bien. Pero al final tanto va el cántaro a la fuente, que se rompe, y aunque cinco victorias en siete partidos hasta el duelo con Granada les hacia depender de ellos, con Tyson Pérez y Jean Montero como estrellas, la derrota contra Covirán y la cruel y definitiva frente a Real Madrid les hacen visitar la LEB Oro por segunda vez en su historia. Como bien dice Pablo Salvago en su crónica para Diario de Sevilla, tocará pasar por el purgatorio, de donde no es tan fácil salir porque el infierno LEB quema (San Pablo Burgos o Estudiantes pueden dar fe).
La historia en Fuenlabrada es diferente, con el equipo sin llegar a competir durante el curso y sufriendo su afición una dolorosa racha de resultados (26 derrotas en los últimos 27 partidos de ACB). Será la tercera vez que jueguen en LEB Oro. La primera fue la 97-98 tras durar solo un año en ACB, descendieron para jugar la segunda edición de la LEB Oro; con Óscar Quintana en el banquillo, tenían a jugadores como Salva Guardia, Perasovic y Ferrán López, se llevaban la Copa Principe y vencían al Breogán para volver a ascender. Tras unos años en ACB, les tocaría un nuevo descenso y la 04-05 volverían a jugar en Oro; de nuevo fueron campeones de Copa y esta vez de Liga también, con Wideman, Solana y Guardia más varios clásicos como estiletes. Desde entonces 18 temporadas en el máximo nivel, salvándose en alguna por motivos extradeportivos como era el inasumible canon ACB que durante años bloqueó los ascensos y descensos.
Existe incertidumbre sobre cómo será el proyecto; al igual que otros equipos descendidos, seguro que conforman una buena plantilla y, además, en este año desastroso han dado muchos minutos a “canteranos” que pueden tener su hueco y ayudar, y recuperar la comunión con una afición que ha sufrido y en cierto modo les ha costado mantener la fe como se vio en la última jornada en juego en el Fernando Martín.
Por tanto, para conocer la configuración definitiva de la próxima LEB Oro solo falta saber qué equipo acompañará se impondrá en la F4 y logrará ser el acompañante de Morabanc Andorra. Mientras tanto, desde Plata llegan equipos con proyectos interesantes y en crecimiento, como el UBu Tizona de Ocampo o el Hestia Menorca de Javi Zamora, el Prat seguirá siendo vivero de la Penya y todos ellos se unirán a los equipos top de Oro, con dos nuevos inquilinos en la zona alta como el Real Betis y Fuenlabrada.