Finaliza 2022 y lo hace con un único equipo invicto en la Conferencia A, el LBC cocinas.com, que comparte esta privilegiada situación con solo cuatro equipos más del casi centenar y medio que compiten en la Liga EBA (Real Madrid B, NCS Alcobendas, Ciudad de Huelva y Huelva Comercio), todos ellos con dos partidos menos que los riojanos. A medida que avanzaba el verano, se sucedían los fichajes de prestigio en Logroño: Joan Tomàs, Javi Lacunza, Álex Calvo, Alberto Ruiz de Galarreta, cuya abrupta salida se cubrió con la llegada de Charles Knowles… Era evidente que el todavía joven club quería proponer una candidatura sin fisuras a las Fases de Ascenso. Tras casi tres meses, aún no conocen la derrota Los Intocables de Arbués. Hablamos precisamente con el entrenador que encabeza el cuerpo técnico que está logrando estas excelentes prestaciones, Nacho Arbués (Zaragoza, 1975).
Zona de Básquet – Aunque la plantilla es muy potente, ¿esperabas, antes de empezar la competición, llegar al parón navideño con este balance 11-0?
Nacho Arbués – Antes de responderte, quiero agradeceros a los miembros de Zona de Básquet el trabajo de difusión que hacéis de nuestra competición y del baloncesto español en general. Sois un lugar de consulta básico.
En cuanto a esta primera cuestión, estamos contentos con el grupo de talento que teníamos en nuestras manos, a pesar de los problemas que tuvimos en pretemporada con la baja de algún jugador, que no esperábamos. Sabíamos que tocaba hacer un equipo y nos costó empezar porque la pretemporada, como te decía, fue complicada, pero una vez que se empezaron a sumar victorias sí que teníamos en la cabeza llegar a este parón navideño invictos para no tener que echarnos en cara ningún reproche. Hemos tenido la fortuna de conseguirlo y ahora el objetivo es seguir ganando, aunque en el deporte es prácticamente imposible y, echando la vista atrás, te das cuenta de que tiene mucho mérito el trabajo de estos jugadores.
ZdB – En este 11-0 hay que tener en cuenta que habéis jugado muchos partidos fuera de casa (solo cuatro partidos como locales).
NA – Sí, sobre todo al principio de temporada, cuando, tras el debut en casa, tuvimos cuatro partidos seguidos fuera en pistas como Cantbasket (que, a priori, iba a ser y yo creo que cuando acaben de llegar los jugadores, será, uno de los grandes rivales), Easo, Piélagos y Mondragón. Todas ellas salidas muy complicadas (Piélagos en esas primeras jornadas estaba jugando a un grandísimo nivel). Nos sobrepusimos a esta situación y nos hizo creer en el trabajo, aumentar la autoestima y la confianza y, al final, tanto tiempo jugando fuera de casa, casi te acostumbras… Luego se ha demostrado que los días que jugábamos en casa ganábamos con más solvencia. Pero creo que el equipo es potente y nos tenemos que exigir ir a cualquier pista a competir al máximo y a ganar. Que sea luego el partido, el juego, te ponga en tu sitio.
ZdB – Por los problemas derivados de las obras realizadas en el parqué, tampoco estáis pudiendo jugar vuestros partidos como locales en vuestra pista, en Lobete, donde sí entrenáis. ¿Afecta esta situación?
NA – Afecta, desde luego que sí. Lo hace en el día a día y también en el calendario, pues hemos tenido que cambiar el orden contra Easo. Pero sobre todo afecta porque es algo que no sabes si se va a resolver o si te va a tener condicionado todo el año o a corto/medio plazo. Cada jornada estás intentando cuadrar los horarios en otra instalación en la que hay muchos deportes y está muy solicitada, lo que te hace perder la atención de lo que hay que hacer, que es entrenar y trabajar.
No obstante, el equipo se ha adaptado bien. Este año estamos intentando mirar el lado positivo de las cosas para no caer en los errores del año pasado y, sobre todo, no queremos tener ninguna excusa que nos separe del objetivo. Asumimos las cosas como pasan e intentamos solucionarlas sin llorar demasiado. Ojalá se solucione cuanto antes y podamos jugar en Lobete, que es nuestra pista y es donde queremos estar con nuestra gente, donde conseguimos un ambiente muy bueno que nos ayuda a competir mejor. Pero si no se soluciona a corto plazo, tendremos que seguir, donde sea, jugando a ganar.
ZdB – Hablas de «los errores del año pasado». ¿Fue una temporada muy decepcionante?
NA – A ver, personalmente a nivel de resultados no creo que fuera tan decepcionante. Simplemente teníamos unas expectativas muy altas y no supimos gestionar esa ilusión y esa ansiedad. Ese fue el problema. Yo, como entrenador, tampoco pude transmitir esa tranquilidad necesaria a los jugadores, quizás los presioné demasiado y eso lo notábamos, especialmente fuera de casa. Al final hay que reflexionar, ver los errores que has cometido e intentar este año trabajar mucho y, sobre todo, disfrutar, porque esto, en definitiva, es un juego y cuando sonríes, en defensa y en ataque, las cosas salen.
ZdB – Además de la calidad individual, este año la plantilla está transmitiendo capacidad de sacrificio y un solido trabajo colectivo.
NA – La plantilla, indudablemente, tiene mucha calidad y poco a poco los roles están cada vez más establecidos. Los jugadores lo entienden y reman en una dirección que es la de ganar, ser competitivos y llegar a la Fase de Ascenso un poco… a por todas. El objetivo del grupo está, a día de hoy, por encima de cada individuo, aunque somos seres humanos y esa dinámica puede darse la vuelta en cualquier momento, por cualquier problema o por cualquier situación personal. Por ahora estamos contentos y orgullosos de que el equipo haya sido capaz de adaptarse a diferentes situaciones, pues ha podido ganar con altos marcadores, ha podido ganar con buen nivel defensivo y, sobre todo, en los momentos difíciles, que los ha habido, y más de uno en estas once jornadas, ha tenido liderazgo y confianza en el trabajo que están haciendo.
ZdB – En ese sentido, algo que caracteriza vuestros partidos es que casi nunca hay un jugador que sobresalga sobre los demás.
NA – Lo más importante es que los jugadores ponen por delante las ganas de ganar, de formar un equipo ganador en lo que lo que importa es el resultado final y no la estadística individual, pero insisto en que eso puede cambiar en cualquier momento, no nos tenemos que relajar. La dinámica a día de hoy es muy buena y eso es mérito de los jugadores.
ZdB – ¿Cúal ha sido el partido más complicado hasta el momento?
NA – Es complicado, porque ha habido varios partidos que, aunque al final hayamos tenido una ventaja holgada, han tenido momentos clave, en los que el equipo ha tenido que responder. Mismamente, la última jornada contra Ardoi tuvimos una primera parte difícil en la que ellos demostraron que son un equipo muy duro en casa con jóvenes de mucho talento. Al final el marcador no reflejó la igualdad del partido.
Los primeros partidos (Piélagos y Easo) nos costaron un poco porque reitero que la pretemporada no fue todo lo buena que quisimos por las bajas y lesiones, aunque gracias a los jugadores del segundo equipo podíamos entrenar. No llegamos al inicio de la temporada en el estado que queríamos y nos costó. Pero ahora nos esperan un montón de jornadas y muchos momentos difíciles en los que el equipo tendrá que salir adelante. Para eso intentamos prepararnos, entrenar y tener una mentalidad de ir a por todas, respetando mucho a este Grupo, que es muy difícil.
ZdB – La primera de esas jornadas que está por venir os depara un rival directo: Fundación Bilbao Basket, segundo clasificado.
NA – Bueno, lo primero de todo es descansar un poco y tener la mente en otras cosas, porque todos queremos que esta temporada sea larga y haya postemporada. Sí que es verdad que les he visto jugar varios partidos y son un equipo con mucho talento y mucha calidad, como muchos equipos de un Grupo A que es muy exigente y en el que es muy difícil ganar a domicilio. Nos quedan dos jornadas para acabar la primera vuelta (después de Bilbao, Valladolid) e iremos a intentar sacar los dos y seguir en esta dinámica.
En el caso de Bilbao, en tanto ahora es segundo y rival directo, sería muy importante conseguir la victoria, pero no nos lo vamos a tomar como un partido especial, sino como lo que es: el siguiente partido que tenemos que intentar gana. Como hablamos cada martes o lunes en el entrenamiento, nuestro partido más importante es el de esta semana. Cuando volvamos a los entrenamientos tras unos días de descanso pondremos la cabeza en Bilbao y después en Valladolid, Santurtzi… en cada uno de los que quedan para que, cuando acabe la liga, ojalá seamos líderes.
Lo que me preocupa es que el equipo prepare bien el partido y no caigamos en la complacencia de las burbujas de champán del 11-0. El equipo tiene que estar preparado para confiar en nuestro trabajo y seguir con independencia del resultado, pensando en el objetivo final.