Si hay algo con lo que podemos definir a Sergio ‘Yeyo’ Vicente (1982) es con la etiqueta de aventurero sin miedo. Encantado desde el punto de vista personal de entrenar en España, este curso la experiencia de Carbajosa (Plata) no acabó de salir del todo bien a pesar del buen trabajo de una 20/21 en la que conseguía la permanencia en un vibrante playout. Con tiempo libre, fue turno de ver entrenamientos, realizar viajes, reencontrarse con viejos conocidos y seguir formándose. En este impás, al técnico madrileó le salió de nuevo una exótica oportunidad: entrenar en El Salvador, donde dirige desde abril al Águila San Miguel BC.
Zona de Básquet – El destino te lleva de Noruega, donde visitabas a tu pareja, a ni más ni menos que El Salvador. ¿Cómo lleva tu cuerpo esos cambios tan extremos y viajes de tantos kilómetros?
Sergio Vicente – La verdad que es difícil encontrar dos sitios tan opuestos. Tromsø es un lugar normalmente nublado y frío, con temperaturas casi siempre por debajo de los 0º, mientras que en San Miguel el calor es extremo con temperaturas cercanas a los 40º; y el cuerpo lo nota lógicamente. Los primeros días pasé mucho sueño por el jet lag y la diferencia horaria. El cambio de alimentación también ha sido uno de los factores que más he notado, ahora valoro mucho más la excelente cultura gastronómica que tenemos en España. Por otro lado, se debe tener cierta precaución con las picaduras de mosquito (aquí los llaman zancudos), porque el dengue es una enfermedad común en estos países tropicales.
ZdB – Nos gustaría saber cómo surge la oportunidad de ir a entrenar allí. ¿Qué nos puedes contar?
SV – Aunque he trabajado con algún agente, la verdad es que con el paso del tiempo he ido haciendo contactos en todo el mundo. Siempre había tenido ganas de probar suerte en alguna liga de Latinoamérica, pero suelen empezar en marzo/abril, por lo que es difícil compatibilizar con las ligas europeas. Cuando salí de Carbajosa y me vi sin equipo en marzo supe que era mi oportunidad y comencé a moverme con mis contactos en Latinoamérica. Estuve muy cerca de firmar en Colombia, pero no llegué a un acuerdo. Finalmente, a través de un agente venezolano me llega la noticia de que un equipo llamado Águila San Miguel buscaba un cambio de entrenador.
ZdB – Por lo que puedo leer en la red, el calendario es de corta duración pero muy intenso, con partidos cada tres días al estilo NBA. ¿Cómo haces en esta vorágine para preparar los partidos, entrenamientos, scouting….?
SV – Sí, la liga regular se juega en dos meses, con tres partidos por semana, y los playoffs se juegan en un mes con eliminatorias al mejor de cinco partidos (un partido cada dos días). Nunca había tenido la oportunidad de competir con este tipo de calendarios tan apretados y la verdad es que estoy muy contento con la experiencia. En este tipo de competiciones es fundamental el control de la carga física para evitar lesiones y tratar de tener al jugador en las mejores condiciones cada partido. El trabajo de vídeo goza de un papel fundamental, puesto que las horas de entrenamiento en cancha son muy limitadas. Es algo que en El Salvador no estaba muy extendido por tratarse de una liga y un país en desarrollo, por lo que digamos que soy un pionero aquí. En mi equipo realizamos sesión de vídeo pospartido y prepartido, es decir prácticamente a diario. Mis ayudantes no tienen formación en todo lo relacionado con el vídeo, por lo que el volumen de trabajo fuera de cancha es muy alto (no he tenido nada de tiempo para hacer turismo).
ZdB – Imagino que el peso del juego lo llevarán los jugadores americanos. Quiero que nos hables de tus extranjeros. ¿Quiénes son y cómo es su juego?
SV – Aquí se permiten tres jugadores extranjeros por equipo, aunque hay jugadores norteamericanos. La mayoría de extranjeros son latinoamericanos e internacionales en sus países: Cuba, República Dominicana, Colombia, Puerto Rico… En nuestro caso contamos con Lisván Valdez (alero internacional cubano con un excelente tiro exterior, capacidad física y conocimiento del juego), Kenny Wilson (guard americano con un excelente físico que le lleva a ser un excelente jugador en ambos lados) y Darryl Palmer (4/5 americano con pasado en Europa, buen físico combinado con buen tiro exterior). En mi opinión, cualquier jugador extranjero de la liga estaría capacitado para hacer un buen papel en las Ligas LEB de nuestro país.
ZdB – ¿Y cómo es el jugador salvadoreño?
SV – Se podría decir que el jugador salvadoreño es como la población del país en general: gente muy trabajadora con ganas de salir adelante. En general, la formación del jugador ha mejorado en los últimos años, coincidiendo con la llegada de Ray Santana a la Federación Salvadoreña; poco a poco va implantando conceptos y metodología más acorde con el baloncesto moderno. Del mismo modo, se nota bastante diferencia entre los jugadores formados en pequeñas poblaciones y los que lo han hecho en los mejores clubes del país (San Salvador, Santa Tecla o Metapán). El nivel de los jugadores de selección nacional es alto y podrían jugar en España en Ligas FEB haciendo un buen papel algunos de ellos (Robert Martínez, Brayan García, los hermanos Arias…).
ZdB – ¿Cuál es el objetivo que te han transmitido para el equipo?
SV – En el Torneo Clausura 2021 el equipo fue finalista, haciendo un gran papel; sin embargo, el inicio de este torneo fue difícil (cuando llegué el balance era 3-4 y séptima posición en la tabla). El presidente está tratando de hacer algo diferente aquí en San Miguel; esta es una liga de jugadores y nunca se había apostado por el trabajo de los entrenadores. El club quiere construir un proyecto para quedar campeones. En el momento de escribir estas líneas nos encontramos inmersos en plenas semifinales contra San Salvador (actual campeón y gran favorito), tras haber finalizado cuartos en Liga Regular (15-5) y haber ganado los cuartos de final 3-0.
ZdB – ¿Es real la diferencia entre el baloncesto latinoamericano y el europeo?
SV – La Liga Mayor de Baloncesto de El Salvador es una liga en desarrollo que aún no alcanza el nivel de las grandes ligas de Centroamérica-Caribe (México, Puerto Rico, República Dominicana…). Actualmente podemos encontrar jugadores de gran nivel pero un bagaje táctico muy pobre. La mayoría de equipos utilizan rotaciones muy cortas de 6/7 jugadores, lo que hace que el nivel defensivo sea bajo a medida que avanza el partido (mucha defensa zonal). A nivel ofensivo el peso lo llevan los jugadores extranjeros y el 1 contra 1 (poco trabajo de sistemas). Lo mismo sucede a nivel de instalaciones y estructura profesional; existe una gran diferencia entre los clubes de más tradición (estructura y trabajo profesional) y los clubes nuevos en la competición (muchos jugadores amateur).
ZdB – Tu lugar habitual de residencia es Pozuelo y has pasado mucho tiempo en Madrid. Además, tus últimas experiencias han sido en Salamanca y en Tromsø. ¿Cómo es la vida en San Miguel?
SV – El Salvador es un país de contrastes. Puedes encontrarte cosas de primer mundo mezcladas con otras de países en vías de desarrollo. Se mezcla pobreza con riqueza a partes iguales. San Miguel es una de las ciudades más importantes del país, la primera de la zona de oriente. Se trata de una gran ciudad con todo lo que ello conlleva: concentración de población, mucho tráfico…
ZdB – Llevas poco tiempo por ahí, pero seguro que ya has vivido alguna experiencia anecdótica.
SV – Tal vez lo que más me haya sorprendido sea la extrema religiosidad de la población en general. Los jugadores son muy creyentes: rezamos antes y después de cada partido y entreno. Del mismo modo se trata de gente tremendamente educada: cuidan al máximo las formas y la educación en el lenguaje. Sin duda, lo que más me ha impactado es el tema de la conducción. Por el centro de San Miguel pasa la Carretera Panamericana (carretera que va desde Alaska hasta el sur de Argentina), con el nivel de trafico que eso conlleva; además no se respetan las normas de tráfico especialmente… A mi llegada tenía una persona que me llevaba a todos sitios, pero finalmente decidí atreverme y es toda una experiencia.
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ZdB – Al final el COVID es un problema de salud mundial. ¿Cómo se lleva allí el tema de la pandemia?
SV – El Salvador ha sido un ejemplo a nivel de tratamiento de la pandemia, siempre con unos niveles muy bajos de contagios. La mayoría de la población está vacunada y no existen normas restrictivas. Cabe destacar que la mayoría de la población continúa llevando mascarilla en interiores, aunque no es obligatorio.
ZdB – La liga está a punto de acabar. ¿Tienes algún plan ya para la 22/23?
SV – De momento sigo esperando. Tengo alguna propuesta en el extranjero, pero nada firmado. Como siempre, me gustaría encontrar un proyecto sólido en España donde poder trabajar a medio plazo. ¡En estos momentos no descarto nada en ningún sitio!