Con Grupo Alega Cantabria CBT esperando compañeros de viaje en el camino dorado hacia LEB Oro, ocho equipos querían vestir sus mejores galas en estos cuartos de final de los playoffs de LEB Plata.
Melilla Sport Capital Enrique Soler vs Bueno Arenas Albacete Basket
Tras perder en el cruce de campeones, a Bueno Arenas Albacete Basket le tocaba ir por el camino largo. Faltaba comprobar cómo habían recibido el golpe de la derrota y en el primer partido en la Ciudad Autónoma de Melilla se pusieron el traje de faena y en el partido de ida rompieron el partido llegando a ganar de 20, pero Melilla Sport Capital Enrique Soler tiene hombres de calidad como De Blas y Prgomet (equipos de Oro, apuntaros el nombre del último) y espoleados por una afición en un día de cantera, lograron ir atajando para el definitivo 79-88 favorable para los de Albacete.
En casa, Albacete esperaba dejar la eliminatoria sentenciada, pero se encontró con un Enrique Soler sin red y, por tanto, sin presión y nada que perder. El conjunto colegial empezó a anotar y a Albacete se le cerraban sus propios aros (25-38 reflejaba el partido al descanso). El tercer cuarto parecía decisivo; un 28-45 levantaba dudas y a pesar de que los locales tiraban de casta, los melillenses situaban el 41-57 con un triple de Òrrit y a falta de diez minutos seguían 11 arriba. Pero ahí llegó el momento local. Con El Parque en modo caldera y los irreductibles de Albacete sin notar el cansancio, el físico de Víctor Ruiz, con mucha seguridad en el tiro libre, y las acciones una vez más de Will Moreton (equipos de Oro con ganas de gastar una plaza de extra, otro nombre para apuntar) apretaron el marcador y a falta de dos minutos se ponían por delante al fin, para llegar al 73-73 final que clasificaba al cuadro albaceteño, que tendrá que sufrir una vez más.
Valencia BC B vs Zamora Enamora
Llegaba el filial de Valencia al final de temporada en su mejor momento, pero incluso para quién suscribe estas líneas le costaba ver a la escuadra taronja en estas lides, no por falta de calidad o carácter competitivo, pero con verdaderos proyectos de Oro en esta Plata no me parecía un ascenso “fácil”. Pero os rapaces volvieron a repetir fórmula. Con el lujo de tener a Millán Jiménez (qué jugador) y Guillem Ferrando entre el primer equipo y el filial, empezaron el partido de ida en L’Alqueria como un tiro, aunque Zamora Enamora supo aguantar la embestida y llegaba vivo al descanso (47-42). De nuevo salida en tromba, y ahora sí, el filial mantenía la diferencia con un imperial Gonzalo Bressan (38 val) y un +15 para la vuelta (91-76).
Con la vuelta por jugar, parecía hecho, pero los de Saulo Hernández tenían mucho ingredientes para al menos intentar soñar (sí, todos pensamos en Solarin y Bobby Harris, como así fue). El 7-0 inicial dejó claro que Zamora quería apretar, pero Valencia aguantaba, jugaba con la diferencia de la ida e incluso se ponía por delante, aunque al descanso el equipo local ganaba por dos 48-46 (duelo anotador entre Millán Jiménez y Bobby Harris). Parecía todo controlado por los taronjas, pero Solarin cogió los mandos y encendió el modo superlativo, y a pesar de restar 7 minutos, en baloncesto todo puede pasar. Solarin ponía el 92-79 (para sus 27 tantos), pero aparecía nuevamente Millán para contestar esa y un 2+1 de Harris. Al final el partido fue diluyendo su tiempo y le faltó ese pelín a Zamora, que despidió la temporada con una agridulce victoria (97-84). El filial valencianista quiere más y parece ser capaz de todo; ahora le tocará jugar contra Albacete, que llega con la vitola de favorito.
ENERparking Basket Navarra vs Teknei Bizkaia Zornotza
En el otro lado del cuadro, ENERparking Basket Navarra parece que sigue en Semana Santa. Nadie contaba con él y de repente, un equipo que en la J12 estaba en la zona baja empatado con el colista a victorias, está a un paso de volver a LEB Oro. Jordi Juste ha hecho crecer a sus chicos, primero haciendo un equipo y explotando todas sus virtudes, y luego mentalizándolos en esa máxima de que en baloncesto todo es posible. Y los que los sufrieron fue el Teknei Bizkaia Zornotza, que dio síntomas de haber llegado muy cansado a esta recta final. Partido de ida en Arrosadía de alto voltaje y juego físico (como deben ser unos playoffs), con Font y Hoffman dando ventajas a Navarra; pero los vascos no lo iban a poner fácil y con Alberto Cabrera (otro que pide a gritos jugar en el siguiente nivel) cerraban al descanso con un 40-41. Con protagonismo de los de siempre (una tónica esta temporada en Ligas FEB) para disgusto de los dos equipos, el duelo seguía igualado (65-65 a falta de dos minutos). Pero en un abrir y cerrar de ojos, la columna vertebral navarra (Balastegui-Font-Rogers-Tate-Ugochukwu) empezó a abrir el aro y sacó una pequeña renta para la vuelta (74-67).
Si la ida fue vibrante, la vuelta, en un ambiente con Amorebieta con sus mejores galas, no iba a ser diferente. Toma y daca inicial con alternancias y cada uno tirando de sus mejores recursos para llegar al descanso con un 42-46 favorable para los navarros, pero con todo por decidir. Cabrera, con ayuda de Salazar, tiraba de Zornotza, pero el trabajo de Ugochukwu en la pintura contrarrestaba en ese tercer cuarto, y así se llegaba al último, con los rojillos sin miedo a pesar de tener a algunos jugadores con problemas de faltas y con secundarios como Pablo Fernández asumiendo para poner el 67-79. Los locales no desfallecían y un parcial de 11-0 apretaba el marcador, pero al cuadro visitante no le tembló la mano desde la línea del tiro libre y volvía a imponerse (84-92) para llegar al último baile.
Reina Yogur Clavijo CB vs Hereda Club Ourense Baloncesto
Si antes comentábamos lo de Navarra y su situación clasificatoria, qué decir de un Reina Yogur Clavijo CB que vivió en primera persona ser colista del grupo y miró a la cara nada menos que al todopoderoso Hereda COB. Las llegadas de Kovalov, Norris y Balaško han hecho que el riojano sea otro equipo, muy versátil y que juegue al fin a lo que quiere Jenaro Díaz. Por su parte, el COB ha visto implantados los roles desde la llegada de Arenas al banquillo, apoyados por su larga rotación. El partido de ida, intenso desde el inicio y con Clavijo mirando a los ojos a su rival, con marcadores muy ajustados y Balaško aprovechando su movilidad, llegaba al descanso con 39-34. En el tercer cuarto, unas buenas acciones de Norris ponían el 49-38 y obligaban a parar el partido a los ourensanos, pero el conjunto cobista tiraba de registros y el último cuarto empezaba con un 56-51 pero sin Jenaro Díaz en la pista por doble técnica. Lo intentaba Clavijo para distanciarse, pero Nogués aparecía en ese último cuarto para sostener a su equipo, y al final Clavijo no supo rematar y los euros que cuestan Đukanović y Carter hicieron su efecto para ganar los gallegos por un 68-70 que dejaba todo abierto para la vuelta.
Llegaba la vuelta al Paco Paz, que registraba una muy buena entrada, con una afición que apretó desde el primer momento. ¿Habría al fin un partido tranquilo en este thriller de temporada del COB? Balaško empezaba con ganas en el lado riojano ante un COB que buscaba por dentro a Carter, pero en el intercambio Clavijo soñaba y se llevaba el primer cuarto (18-23). Seguían luchando los visitantes, pero un parcial de 13-2 con ráfagas de calidad de Đukanović y Carter dejaban por delante a los ourensanos, que parecía que querían madurar el partido y se iban al descanso 41-37. Alberto Martín dirigía e imprimía nivel defensivo atrás, con esa velocidad de más desde que vino de Oro, Nogués se sumaba a la fiesta y ponía 10 arriba a los locales. Pero lejos de estar finiquitado, Clavijo hacía la goma intentando que no se les fuera su rival. Dos triples en el final del tercer cuarto de Balaško y Norris dejaban el 64-59 en el marcador, con diez minutos para acabar la temporada de uno de los dos equipos. Los riojanos empezaban a jugar con los nervios de los locales, las defensas destacaban por encima de errores fáciles en ataque, donde las muñecas se encogían, y un 2+1 de Kovalov ponía el 68-67. Alberto Martín intentaba poner orden en el caos y encontraba a Carter, con un Đukanović cansado con 17 puntos en su saca. Con el 72-71 que conseguía Rodríguez, en una canasta con suerte a falta de 4 minutos, los nervios hicieron aún más su efecto con un Pazo encendido y nadie anotaba, dando igual lo que sucediese. El marcador no se movería hasta casi el final, pues cuando restaban 23 segundos Darius Carter sacaba una falta y ratificaba desde el tiro libre el triunfo (74-71) de un Hereda Club Ourense Baloncesto que para intentar regresar a donde quería tendrá que batir en la eliminatoria final a Navarra.