Al igual que el pasado miércoles hablábamos con Vicente Álvarez, entrenador de Corinto Gijón Basket, hoy lo hacemos con Juancho Ferreira (Pamplona, 1970), cuyo Megacalzado Ardoi también lograba la permanencia en la última jornada de liga regular, en este caso en la Liga EBA AA. Nadie habría anticipado una temporada tan complicada, pero el técnico navarro nos explica las circunstancias que llevaron al equipo a esta situación y las decisiones adoptadas para revertirla.

Zona de Básquet – Enhorabuena por la salvación. ¿Cómo te sientes?

Juancho Ferreira – Es un cúmulo de sensaciones: feliz, aliviado y, sobre todo, satisfecho. Satisfecho porque ha sido un año complicado, con idas y venidas de jugadores, pandemia, problemas físicos y todo en pleno recambio generacional de la plantilla.

ZdB – ¿Que habría supuesto para Megacalzado Ardoi, un referente del baloncesto navarro, perder la categoría?

JF – Todo descenso en sí ya es traumático, para el club hubiera supuesto un paso atrás en el proyecto deportivo, en pleno proceso de renovación de la plantilla que se lleva trabajando los últimos dos años y en el plano económico el impacto también iba a ser importante, posible pérdida de patrocinadores y pérdida de subvenciones principalmente.

ZdB – Siete descensos, si no lo evita algún ascenso a LEB Plata desde esta conferencia. ¿Qué valoración haces de esta situación?

JF – Personalmente me parece muy fuerte que haya tantos descensos. Al haber siete descensos ya sabes que, mínimo, diez u once equipos van a pelear por eludir esta situación, y solo cinco o seis van a pelear por meterse en la Fase de Ascenso. En nuestro caso quedas octavo y te vas con una sensación de frustración importante, porque a todos nos gusta jugar por estar arriba, y más cuando en una circunstancia normal de competiciones FEB ser octavo te hace entrar en playoffs, siendo las sensaciones totalmente diferentes. Se me hace injusto.

Por sacar algo positivo, marcaría que los 16 equipos no se pueden relajar, ni por arriba ni por abajo, exigiéndote este sistema de competición estar preparado siempre, pero más bonito sería que hubiera más puestos para pelear hacia arriba. Como te digo, las sensaciones son otras.

ZdB – El equipo no empezó mal, con cierta irregularidad para estar arriba, pero a finales del 2021 no parecía llamado a luchar por la permanencia. ¿Cuándo se tuerce todo? ¿Os hizo daño caer contra Leioa en casa? ¿Fue la pandemia la que os rompió todos los esquemas, siendo uno de los equipos con más problemas del calendario?

JF – El parón navideño, unido los aplazamientos por covid, nos tuvieron sin competir cuarenta y cinco días, que en un equipo con gente que trabaja y con tanto veterano es muy peligroso.

El partido contra Leioa no supuso nada más que una derrota contra un equipo que ese día jugó un buen baloncesto, con Estalayo y Van Koningsloo a un gran nivel; sí teníamos varias bajas, pero no fue un punto de inflexión.

La pandemia nos hizo aplazar tres partidos seguidos, no volviendo a competir hasta el 23 de enero contra Becedo. Ese periodo carente de partidos el fin de semana hacía que las semanas de entreno las faltas a entrenar eran considerables en algunos jugadores. Ese cocktail de parón + navidad + faltas a entrenar por no tener partido en la semana fue para mí el punto de inflexión de nuestra trayectoria.

ZdB – ¿Cuál fue el peor momento a nivel anímico? ¿Cuándo cambiáis la mentalidad a modo “permanencia”?

JF – Los quince días comprendidos del 23 de enero al 6 de febrero, siendo el día 6 en el partido contra Ointxe nuestro peor momento. Jugamos cuatro partidos en esos trece días, perdimos los cuatro; solo competimos el derbi contra Egüés, los otros tres partidos nos ganaron bien.

En el partido de Ointxe en una acción puntual del primer tiempo me di cuenta mirando al banquillo que los jugadores que mejor estaban físicamente no estaban en cancha y que ese cocktail que antes he comentado había provocado un bajo estado de forma de varios jugadores que hasta entonces eran importantes.

Los cambios en un equipo que ha sido tan exitoso como Ardoi no son nada fáciles. Todos los jugadores veteranos tienen una gran carrera en la categoría, así que ese mismo día le comenté al presidente lo que pensaba y que para revertir la situación iba a apostar a aumentar la rotación de los jugadores jóvenes en lo que todos nos poníamos de nuevo al mismo nivel físico. Esa misma semana me junté con Pope y Andrés y les informé de los cambios que iba a hacer, entre ellos correr a Pope al ‘dos’ y arrancar de inicio con Pau Elso de ‘uno’ como cambio más significativo.

Así nos presentamos a jugar dos salidas complicadas, Santurtzi y Getxo, las cuales perdimos pero las sensaciones ya fueron otras, perdiendo los dos juegos en la última jugada.

Ahí nos presentamos en el partido ante LogroBasket, ya en modo permanencia, como tú dices, lo ganamos y luego ganamos la salida a Venta de Baños, terminando con esa racha de siete juegos en línea que nos liquidó.

ZdB – La llegada de Kavas transmitía que el club hacía una apuesta muy importante para salir de abajo. ¿Cuál ha sido su evolución a nivel físico? Impactó ante Solares, después parecía que los equipos le tenían en el punto de mira de sus defensas, pero aun así, ha sido clave.

JF – Una de las fortalezas que tiene este equipo es el propio club, una buena administración y, sobre todo, a mi entender, una dirigencia que confía en las personas que elija para liderar cada uno de los equipos. Esto ayudó mucho a la contratación de Andraz, que por fechas teníamos que ser muy veloces.

El desempeño a Andraz ha sido muy positivo. No venía a darnos nada nuevo, sino a compensar lo que habíamos perdido; teníamos problemas en el ‘cuatro’, pues Héctor se casó en marzo y dejaba el equipo, y Anton ha tenido muchos problemas de lesiones (tobillo, espalda) que le impedían estar al 100%.

Llegó muy bien físicamente, jugando buenos partidos y estando más condicionado las últimas tres semanas (tuvo un fuerte esguince más una gripe que lo tuvo bastante limitado, sobre todo la última semana). Sin duda ha sido un experiencia muy positiva. Gran jugador, profesional y persona.

ZdB – En el plano individual, aunque a los entrenadores no os suele gustar destacar a ninguno de vuestros jugadores, creemos que hay que hablar de Zabaleta, que prácticamente no ha dejado de estar entre los jugadores más destacados de la liga mes tras mes. ¿Qué nos cuentas de su temporada?

JF – Andrés año tras año no para crecer y de sorprendernos, se ha convertido en uno de los jugadores más determinantes de la categoría y en la piedra sobre la cual el club quiere construir esta renovación en la que venimos trabajando. Su año ha sido fantástico, ha sido muy regular, pero regular en la excelencia, siempre con buenos partidos y muy buenos porcentajes. Buen compañero, comprometido al 100% con el equipo y con un sentimiento de pertenencia difícil de encontrar en estos días. Un jugador que cualquier entrenador le gustaría tener en su equipo.

ZdB – No podemos terminar sin preguntar de forma específica por esos dos pilares eternos de los que ya nos has hablado: Anton Savitski y Pope Urtasun.

JF – Me hablas de dos instituciones dentro del club y de la liga. Anton este año ha estado muy limitado por sus problemas físicos, principalmente tobillo y espalda, y es de agradecer que no haya querido operarse hasta final de temporada para poder sumar al grupo.

Pope es un fuera de serie, un jugador ejemplar, tanto fuera como dentro de la cancha. No he entrenado nunca a un jugador tan comprometido con el club, el equipo y su entrenador. El primero de una generación de hermanos única, que estoy seguro nos va a dar muchas alegrías aún en competiciones FEB.

ZdB – Y los debuts de los más jóvenes, que hemos ido resaltando a lo largo del año, como el del júnior Hodei Oreja, Karim Abu (que no jugó sus primeros minutos hasta noviembre) o Arriazu.

Llevamos años poniendo jugadores jóvenes en el equipo: Mikel Ducum, Fernando Mendiluce, Pau Elso, Santo Cabrera, Ander Arbizu, Jon Mendivil, Nacho Vicuña y los tres que comentas (Hodei Oreja, Karim Abu Shams e Iñigo Arriazu). Con la ayuda de la dirigencia que ha hecho un esfuerzo muy grande para poder sacar un equipo en primera nacional hemos podido competir a un buen nivel e ir haciendo el traslado al equipo de EBA poco a poco.

De los más chiquitos te puedo decir que tienen un gran futuro por delante y a los tres les tocó debutar en partidos calientes: Hodei contra Zarautz (el día que se lesionó Pope), Karim ya había debutado (pero le tocó suplir a Pope y a Pau contra Leioa) e Iñigo debutó sustituyendo a Anton en nuestra visita a Logroño. Confío que esta generación de jugadores nuevos van a dar muchas alegrías al club.