Hace dos semanas se conocía el fichaje de la perla uruguaya Agustín Ubal (2003 / 198 cm), propiedad del FC Barcelona, por el Río Breogán (ACB) mediante una fórmula de cesión para unirse a la terna de bases que forman el canadiense Trae Bell-Haynes y los hermanos Quintela (Erik y Sergi).

Ubal, con pasaporte italiano, estaba siendo uno de los jugadores U22 más destacados en la Liga EBA con el filial del Barça, que permanece invicto a estas alturas de la temporada y que, como ya os contamos en su momento, decidió dejar las ligas LEB para intentar montar un equipo conjunto entre el Júnior y algunas nuevas perlas en EBA. Como era de esperar, a los Caicedo, Nnaji, Bonilla o Ubal la categoría se les ha quedado muy pequeña y en cada partido les cuesta encontrar un rival que les derrote. A pesar de esta superioridad, sus entrenadores, Jordi Grimau y Víctor Sada, no les dejan bajar ni un segundo la intensidad durante el encuentro, por respeto a sus rivales. Ahora, tras las cesiones al Força Lleida de Ibou Badji y Juani Marcos, el conjunto culé suma una nueva cesión más con la marcha de Ubal al Río Breogán.

La perla del baloncesto uruguayo vive su primer año sénior esta temporada. En la 19/20 se incorporaba a las filas del Barça tras unos primeros meses donde solo pudo entrenar, pero no jugar, por motivos de transfer. La temporada pasada fue la de su crecimiento, mostrando sus primeros destellos y siendo vital para el Júnior, aunque no consiguió hacerse un hueco en el filial de Plata que acabaría logrando el ascenso a Oro.

Esta temporada ha sido uno de los jugadores jóvenes llamados para ayudar al primer equipo, pero, a diferencia de otros canteranos, solo ha tenido minutos esporádicos. A la vez, ha sido un jugador fundamental en la selección de Uruguay, con la que ha jugado frente a otros combinados latinos de calibre como Brasil, teniendo un papel importante con casi 20 minutos de juego de promedio en los cuatro partidos internacionales de las últimas dos ventanas FIBA.

Al igual que a otros compañeros suyos, como Caicedo, Bonilla, o Nnaji, la EBA se le quedaba pequeña, como ya hemos dicho. Pese a ello, y aunque con su talento iba muy sobrado, a título personal me ha extrañado esta cesión; no porque el jugador no esté capacitado, sino porque llega a una competición que, como ya hemos visto, no deja espacio para sus jugadores jóvenes, cuando lo que precisa un jugador del 2003 es jugar partidos en el nivel más competitivo que se le permita.

Ubal es un base que impresiona por su planta, incluso parece que ha pegado un estirón desde su llegada a España y ha experimentado un fortalecimiento sin perder su explosividad del primer paso. En lo que llevábamos de curso es un jugador al que hemos seguido detenidamente, observando su mejora, de tal forma que hubiera sido uno de nuestros jugadores U22 más destacados en un artículo que publicaremos en unas semanas. En total, en EBA ha jugado 12 partidos, con promedios de 23 minutos, 13.3 puntos, 5.6 rebotes, 2.2 asistencias y 1.3 robos.

Compartimos con todos vosotros nuestra valoración de lo que hemos visto en estos meses de liga, haciéndolo desde un prisma humilde y con carácter divulgativo, sin más pretensión que aportar nuestro punto de vista:

Base de mucho talento ofensivo, buen manejo de balón, ayudado por su buena planta, es capaz de desbordar con su ‘dribbling’ o de anotar a pies quietos desde el triple con eficacia. A campo abierto es letal pudiendo hacer un ‘coast to coast’ driblando a cualquier defensor le salga. Su campo de batalla debe ser la mejora física, a pesar de su progresión; así como rendir atrás (como lo hace adelante), consolidar su lanzamiento exterior y controlar el tempo de partido como un buen base director. Su planta (con un morfotipo de brazos largos), su calidad y su descaro, unidos a su liderazgo para jugarse las bolas cuando queman, hacen de él un proyecto en ciernes.

La conclusión final es que Agustín Ubal es un jugador con mucha calidad y seguramente esta cesión signifique un paso más en el crecimiento de un jugador con mucho futuro, pero también necesita minutos para crecer en su juego mientras quema etapas paso a paso para ser el jugador más completo posible.