Una reivindicación clásica de muchos deportistas es la de tener un periodo de descanso durante la Navidad para estar con sus familias, una realidad que es ajena a los jugadores de las LEB, donde el apretado calendario deja escaso margen. Durante este periodo se hacen algunos cambios, sí, pues se juega entre semana para dejar libres las fiestas más señaladas y eso supone que haya 10 días entre la última jornada intersemanal y la primera de vuelta a la normalidad, que permite cierto margen para dar un descanso.
Pero este año la pandemia (en plena transición hacia la endemia, según nos cuentan ahora) ha aparecido como un tsunami de datos de contagios diarios, a los que no es ajena la LEB Oro. Así, la última jornada que se disputó de forma íntegra fue la undécima, que finalizó el 12 de diciembre. Desde entonces, ha transcurrido un mes en el que hemos tenido un auténtico parón navideño en el que apenas se han disputado 13 partidos de los 36 inicialmente programados.
Jornada 12 (17 y 18 de diciembre)
Bàsquet Girona – Palmer Alma Mediterránea Palma (98-77)
ICG Força Lleida – Levitec Huesca La Magia (100-81)
Melilla Sport Capital Club Melilla Baloncesto – Acunsa Gipuzkoa (71-79)
Movistar Estudiantes – Leyma Coruña (88-80)
CB Prat – Cáceres Patrimonio de la Humanidad (72-80)
Almansa con Afanion – TAU Castelló (94-65)
Jornada 13 (21 y 22 de diciembre)
Palmer Alma Mediterránea Palma – Almansa con Afanion (82-94)
Cáceres Patrimonio De La Humanidad – TAU Castelló (77-68)
Covirán Granada – Juaristi ISB (84-68)
Jornada 14 (28 Y 29 De Diciembre)
HLA Alicante – Acunsa Gipuzkoa (87-91)
Juaristi ISB – Leyma Coruña (89-82)
CB Prat – Covirán Granada (64-68)
Aplazado de la Jornada 12 (4 de enero)
Unicaja Banco Oviedo – EasyCharger Palencia (79-74)
Jornada 15
Aplazada de forma íntegra
En estas cuatro jornadas, nadie ha jugado más de dos partidos, cifra que alcanzan nueve equipos, con pleno de victorias para Almansa, GBC, Cáceres y FCBG, y de derrotas para Palma, Prat, Coruña y Amics, mientras que Iraurgi tiene un balance 1-1. Otros ocho equipos han jugado un solo partido, ganado por Estudiantes, OCB, Força Lleida y Bàsquet Girona, y perdido por Palencia, FLBA, Melilla y Peñas. Por su parte, Real Valladolid no juega un partido desde hace un mes.
Lo que arrancó el 12 de diciembre con el brote anunciado desde Oviedo, se ha acabado convirtiendo en un goteo constante de noticias desde la práctica totalidad de los clubes de la Liga, que ha alcanzado en las últimas fechas a equipos que se habían mantenido a salvo, como Coruña, o a otros que atraviesan ya por su segundo brote (Palencia y el propio OCB), que han supuesto el aplazamiento de los últimos partidos que estaban previstos para este sábado y domingo.
La FEB ha ido adoptando diversas medidas: por una parte, se ha modificado el protocolo que estaba vigente desde el inicio de la temporada. Conforme al mismo, solo era necesario que se hiciesen test de antígenos semanales aquellos jugadores que no estuviesen vacunados o que no hubiesen aportado un test serológico. En el resto de casos, solo era necesario cuando hubiese síntomas. Desde el 28 de diciembre esto ya no es así, pues se impuso la obligatoriedad de un test de antígenos para retomar los entrenamientos y otro con una antelación de tres días a cada partido. En el caso de que haya un positivo (que será apartado a la espera del resultado de una PCR de confirmación), se mantiene el trato diferenciado a sus compañeros en función de que estén vacunados (o con test serológico) o no. En el primer caso, bastará un test de antígenos para seguir entrenando y otro a las 48 horas del último contacto con el positivo. En el segundo caso, tendrá que ser sometido a prueba PCR, quedando aislados a la espera de resultado negativo.
Los brotes que han ido surgiendo, tanto antes como después del cambio de protocolo, se declaran a partir del tercer positivo, iniciándose una cuarentena, ahora de 7 días, que finalizará con una nueva prueba de antígenos. Estas cuarentenas complican la fijación de nuevas fechas para los partidos que están aplazados. Así, los últimos brotes han supuesto no solo el aplazamiento de la última jornada, sino también de casi todos los partidos que se habrían previsto para los próximos días. Tan solo se mantiene en pie el Juaristi ISB – UEMC Real Valladolid Baloncesto (correspondiente a la jornada 12), que supondrá la vuelta a la competición de los pucelanos tras un mes parados.
Por otra parte, la FEB está intentando mantener viva la competición, fijando fechas para los partidos en cuanto resulta posible. Lo hace, además, sometida a la fecha de corte que supone la disputa de la Copa Princesa, el 11 de febrero. Para determinar qué equipos se jugarán el primer título de la temporada, la FEB ha ampliado el plazo en el que podrán jugarse los partidos de la primera vuelta, pero en el caso de los que afecten a la clasificación para la Copa tendrá que ser antes del 30 de enero. Esta fecha límite no afectaría al resto, que podrían jugarse el fin de semana del 11 de febrero (pero no ese mismo día) o en la ventana FIBA de ese mismo mes. Sin embargo, estamos a mediados de enero, quedan dos jornadas de la primera vuelta (la 16 y la 17), más 23 partidos aplazados. Hay tantos partidos por jugarse que a los cinco principales candidatos para jugar la Copa (FCBG, Estudiantes, Força Lleida y Palencia) pueden sumarse como mínimo otros cuatro con opciones, lo que multiplica el número de partidos afectados por la fecha límite del 30 de enero.
Dadas estas circunstancias, una solución evidente pasa por retrasar la Copa y ampliar el plazo para completar la primera vuelta. Sin embargo, esto choca con la realidad económica de una liga en que los contratos de los jugadores están medidos al milímetro para minimizar los costes de unos clubes asfixiados por dos temporadas de bajos ingresos por taquilla, devoluciones de entradas por limitación de aforos que vuelven a imponerse y por patrocinios menguantes en muchos casos. Prolongar la temporada exige incrementar gastos a economías que no pueden afrontarlos.
La otra solución pasaría por aplicar un modelo similar al que explicaba el exOro Niko Cvetinović, que acaba de iniciar su andadura en la liga belga:
Una medida como esta supondría dar la vuelta por completo al paradigma en el que nos hemos movido desde marzo de 2020, pero en estos dos años ya hemos visto que hay verdades inmutables que pasan a ser mentiras irrefutables, y que lo que parecía inadmisible ayer, hoy se aplica sin cortapisas. Si en los colegios ya no habrá confinamientos por clases completas salvo que haya cinco o más positivos, no es descartable que podamos ver algo similar en las ligas FEB.
Otra opción sería dinamitar el calendario y que se vayan enfrentando, tan pronto como sea posible, aquellos equipos que no tengan un brote y tengan su partido de la primera vuelta pendiente de disputarse, ya sea de jornadas anteriores o venideras.
En cualquier caso, la competición queda muy trastocada, a la espera además de ver cómo vuelven los equipos a la actividad tras sus respectivos parones, que supone la realización de pequeñas “pretemporadas” para recuperar el ritmo perdido, con jugadores que, en algún caso, pueden no estar al 100% tras superar la infección.