Hay nombres que siempre estás esperando que recalen en LEB Oro. Jugadores que esperas cada verano que no den ese “salto cualitativo” que los separe de la competición y que alguien se atreva a ficharlos con una oferta que les convenza. El sueco Charles ‘Challe’ Barton Jr (1992 / 193 cm), un combo guard de amplio recorrido internacional, es uno de ellos.

Hijo del entrenador Charles Barton y con familia ligada al baloncesto, fue un jugador destacado en las selecciones suecas de formación, cuajando también buenos números en la segunda división sueca. De tal forma, la 11/12 llegó a Oregon State, donde permaneció tres temporadas con un rol más bien secundario. Su regreso a Suecia se produjo en la 14/15, cuando se unió a los Sundsvall Dragons para disputar dos temporadas a un gran nivel (18.0 pt, 5.9 as). La 16/17 llegaba a la BBL alemana (sin muchas oportunidades en Würzburg: 2.5 pt, 1.4 as), acabando el curso en la Serie A2 italiana (Scafati).

La 17/18 volvía a Alemania, pero a una categoría inferior (ProA), para firmar con Kirchheim y salirse (15.3 pt, 7.3 as), papel que le valió para obtener la siguiente campaña un buen contrato en Bélgica con Kangoeroes y mostrar su solidez una temporada más (12.1 pt, 3.3 as). Empezaba en casa la 19/20 al comprometerse con Djurgården (con su padre en el banquillo), esperando una oferta jugosa que finalmente llegaría desde Austria; sin embargo, la irrupción de la pandemia apenas le dejaba jugar con Gmunden.

Finalmente, la temporada 20/21, la cual iniciaba en Jämtland (tres partidos) antes de recalar en Estonia para hacer un buen papel en Tartu. Sin obtener grandes resultados grupales, el nuevo jugador del GBC sobresalió con unos interesantes promedios (32 mi, 12 pt, 4.7 as), firmando en la ProB francesa una vez acabada la liga en el país báltico (en Saint-Chamond ayudó al equipo en una fase final frenética: 10 pa, 15 mi, 5.0 pt, 3.1 as). Además de su trayectoria overseas, es un jugador que siempre ha estado en la órbita de la selección sueca, sumando varias convocatorias.

Barton es un base físico, de ritmo, con puntos, muy complicado de detener cuando penetra, con alta visión de juego y con alta eficiencia para dividir las defensas rivales. Además, también puede anotar de tres. En defensa, sabe aprovechar su planta para detener a los jugadores del backcourt rival. Hablamos de un jugador consolidado, pero que no ha acabado de explotar ni instaurarse y que tal vez vea su fichaje por el GBC como una oportunidad para desembarcar en España.

¿Qué puede aportar al cuadro de Lolo Encinas? Lo primero que hay que tener en cuenta es que Acunsa Gipuzkoa Basket ya ha fichado a dos bases: por un lado, el dinámico ‘uno’ islandés Ægir Steinarsson (de sobrada valía) y, por el otro, el vasco Aitor Zubizarreta. Ante tal plantel, queda claro que Challe jugará mayoritariamente de ‘dos’, algo para lo que tiene calidad de sobra, pudiendo incluso alternar posiciones cuando esté con Zubi en pista. Con una plantilla con buenos tiradores (Ben Simons, Kyle Mallers, Ander Martínez…) y llena de guerreros como Mikel Motos o el citado Zubizarreta, se antoja necesario un jugador que cree opciones, y es cuando aparece la figura de Barton. Capaz de crearse sus puntos con su juego de 1×1 o de bloqueo directo, puede lanzar tras bote o finalizando cerca del aro, sacando bastantes faltas. Sin tener un tiro exterior consistente (al GBC no le hace falta vista la nómina de tiradores), Barton puede anotar si se precisa.

En definitiva, llega un jugador con amplia trayectoria internacional y con calidad, pero con la duda de por qué no se ha instaurado internacionalmente antes. Vista la composición de la plantilla del cuadro donostiarra, Charles Barton va a tener minutos y va a gozar de un rol importante, por lo que nos debemos alegrar de su llegada y todo lo que puede aportar a la competición.