Tengo que reconocer que mi primera impresión cuando vi el anuncio del fichaje de Devine Eke por Palencia Basket fue de sorpresa. Tras grandes nombres de fichajes, incluso el de Prince Ali, todo un ex UCLA, podía ser catalogado como interesante, el de Devine Eke (1996 / 203 cm) me dejó sorprendido.

La marcha de Sean Smith fue un golpe duro a la flotación palentina, que contaba con un cupo de calidad y un jugador que venía como anillo al dedo a lo que quería Pedro Rivero para su nuevo equipo y para la fisonomía del mismo. A falta de saber el otro ‘cuatro’, la apuesta del conjunto castellanoleonés es por un jugador sin experiencia europea y aún sin recorrido.

Devine Eke fue reclutado en la 15/16 por Maine, donde cuajó una grata impresión desde el primer día, logrando buenos promedios a pesar de ser Freshman (9.5 pt, 6.8 re, 1.6 ta). Pero quería estar cerca de casa y fue transferido a Rider tras su buen año de debut. Luego del curso sin jugar correspondiente por el cambio de universidad, estuvo dos temporadas en Rider con un rol totalmente secundario. Con un año más extra como Graduate Student, volvió a cambiar de universidad y se fue a Radford, que es donde más le vigilé y donde volvió a tener minutos en su último año (19/20: 23 mi, 6.5 pt, 7.1 re, 0.8 ta).

A pesar de su doble pasaporte (EEUU-Nigeria), en un curso tan raro como el 20/21 no encontró hueco en un inicio, debutando como profesional en una liga semiamateur americana como es la TBL (mismo caso que Lindy Waters, nuevo jugador del BSA). Allí jugó para los Houston Push, logrando unos promedios de 12.1 puntos, 5.8 rebotes y 0.9 robos.

En la nota de prensa de su nuevo club, Pedro Rivero le definía así: “Un jugador físicamente muy potente. Es capaz de defender las cinco posiciones. Corre muy bien el campo y tiene muchos detalles respecto a la defensa. Es capaz de intimidar, de rebotear muy bien y salir con la pelota. Creemos que es uno de esos jugadores pegamento que echa una mano en todo lo que haga falta”.

Sin verlo en la TBL, en la cual solo jugó doce partidos, donde a tenor de los números parece haber trabajado en su tiro exterior (6/6 en T3 para 37 puntos en el vídeo de abajo) y en mejorar algo la lacra de su porcentaje de los tiros libres (34% NCAA – 51% TBL), las notas que tengo sobre su juego son las siguientes: hablamos de un jugador de buen físico, saltarín pero liviano a la vez y pudiendo sufrir en el contacto, siendo un cuerpo más de ‘tres’ moderno que un jugador interior. Su juego es eminentemente de rol defensivo, donde va bien al rebote, puede proteger el aro y aguantar intercambios con exteriores e interiores. En ataque, tengo dudas a nivel táctico, siendo un jugador sobre todo de juego por encima del aro, aprovechando cortes o trabajando los putbacks. Sin muchos fundamentos en el poste, cuando intenta algo es con potencia, pero con tráfico en la zona le cuesta definir con resultado. A pesar de que saca faltas por su juego activo, es muy mal lanzador de tiros libres, por lo que es una rémora en ocasiones en este aspecto. Parece que en la TBL se ha animado a tirar de fuera (12/25 T3), algo que en la NCAA no se le vio (4/13 T3 en cuatro temporadas).

A falta de conocer el ‘cuatro’ titular del conjunto morado, Devine Eke entra en esa idea de jugador físico que puede aportar atrás, ser versátil y correr la pista. Con buenas cualidades por encima del aro (sus bases son buenos generadores), falta por comprobar si Eke es un melón sin abrir que sale bien o en cambio paga el peaje de un baloncesto táctico como pocos y con jugadores fuertes que saben jugar a esto (además de la duda de su inconsistencia en el lanzamiento). La sombra de Sean Smith puede ser alargada, aunque a Devine Eke no le corresponderá cubrirla e intentará ayudar y dejar alguna jugada espectacular para el recuerdo.