CB La Zubia, uno de los equipos revelación, jugará la Fase de Ascenso a LEB Plata. Al mando del equipo está David Cárdenas (Jerez de la Frontera, 1964), un técnico experimentado, gran formador de jugadores y profesor de INEF en Granada, además de ejercer como presidente y director deportivo del conjunto granadino. Un club de cantera que ha crecido de su mano y que ahora ve como su equipo sénior afronta un gran reto en su segundo curso en Liga EBA.

Zona de Básquet – CB La Zubia es, en teoría, un equipo novel en EBA, pero que en su segundo año ha sorprendido. ¿Podemos decir que ha intentado cubrir el hueco que se había formado en el baloncesto de Granada con la desaparición de otros equipos EBA?

David Cárdenas – Es indiscutible que la desaparición de otros equipos de EBA nos ha beneficiado. Somos un club humilde que no cuenta con presupuesto para realizar fichajes y depende de poder contar con jugadores que residen en Granada. De haber habido otros equipos en la provincia, el número de jugadores con nivel suficiente para jugar en la categoría se habría repartido entre los diferentes equipos y esto habría dificultado mucho poder contar con esos jugadores diferenciales.

ZdB – La fórmula del partido a partido os ha venido muy bien y sois un bloque que se conoce de pasadas temporadas. Os tuvisteis que confinar hasta en dos ocasiones y el equipo aguantó. ¿Cómo ha sido la temporada?

DC – Esta fórmula era la única posible en una temporada que venía marcada por las consecuencias de una crisis sanitaria sin precedentes. Ha sido la temporada en la que hemos tenido que cambiar más veces nuestra planificación. Finalmente, tuvimos que optar por planificar el trabajo muy a corto plazo. Como indicabais, estuvimos confinados en un par de ocasiones (10 días sin poder entrenar cada vez). Las consecuencias fueron graves. Pérdida de forma, del ritmo de competición e incluso lesiones que impidieron que alguno de nuestros jugadores más importantes pudiera jugar durante varias jornadas. No fue fácil recuperar nuestras sensaciones compitiendo. El equipo tras el segundo confinamiento tuvo un deterioro claro del rendimiento que podía haber supuesto un final de temporada muy distinto al que tuvimos. El equipo demostró una gran capacidad resiliencia y fue capaz de recomponerse, superando momentos muy difíciles. La convicción de los jugadores en el trabajo diario y su deseo de competir al más alto nivel les permitió ofrecer su mejor versión para conseguir un hito en la historia del club.

ZdB – Os plantáis en el cruce ante Enrique Benítez y perdéis vuestra en pista, pero luego vais a Huelva y salta la sorpresa. Más allá de hacer el partido perfecto, lo que más nos gustó fue la claridad de ideas con la que estabais y la tranquilidad que transmitíais. ¿Cómo fue esa eliminatoria?

DC – Una vez conseguido el pase para esta eliminatoria, la convicción del equipo en sus posibilidades creció de manera exponencial. Las múltiples dificultades superadas al competir en un grupo tan igualado nos permitieron desarrollar una dureza mental que luego se reflejó en la eliminatoria. En el primer partido no comenzamos con la intensidad defensiva suficiente y permitimos que el rival creciera en confianza, sobre todo en su tiro exterior. El porcentaje de algunos de sus jugadores superó con creces el que habían obtenido en la fase regular. Por el contrario, nuestros porcentajes estuvieron por debajo de la media. Tampoco fuimos capaces de hacer valer nuestro juego interior y el partido se complicó mucho. Sabíamos que nuestro partido real duraba 80 minutos y que el primer encuentro sólo era la mitad de la eliminatoria, así que nos planteamos que, en caso de no tener la victoria a nuestro alcance, no tiraríamos la toalla y lucharíamos por conseguir una diferencia mínima. Así fue. Perdimos por 5 puntos. El partido de vuelta se nos volvió a complicar cuando más convencidos estábamos de poder conseguir el objetivo: Didi García se lesionaba de la espalda en el último entrenamiento, la noche antes de viajar. A esto había que sumar que Pablo Fernández no había entrenado en toda la semana por sus problemas en la rodilla derecha y que Rui Pereira tampoco lo había hecho por una periostitis. La expedición salió algo más tarde de lo previsto mientras esperábamos que Didi saliera de nuestro fisioterapeuta. En estas condiciones tuvimos que competir. Nos sentimos orgullosos de comprobar que nada de todo esto cambió la mentalidad del equipo, la creencia de que podían, el deseo de conseguir el reto. Sinceramente, creo que el equipo rival se vio superado en la mayor parte del encuentro y, cuando por primera vez consiguió ponerse por delante en el marcador, la fortaleza mental que mostró el grupo fue arrolladora. La experiencia de nuestro jugadores más veteranos fue el complemento perfecto para saber competir en una situación de máxima presión.

ZdB – Hablemos ahora de tus chicos. Obviamente el primer nombre es toda una institución en Oro como Eloy Almazán, al que le picó el gusanillo y siguió con vosotros. ¿Qué significa tenerle en el equipo?

DC – Una satisfacción enorme. Conozco a Eloy desde que era un niño y por ello sé que su trayectoria deportiva no sólo refleja su calidad de juego sino muchos valores personales que contribuyeron a los éxitos de los equipos con los que jugó. Su aportación al equipo no se limita a las decisiones tácticas o sus acciones técnicas en la cancha, sino a la química entre los jugadores, las exigencias diarias en el trabajo diario, etc. Eloy es un ejemplo para todos, porque su mentalidad es la de sumar en el proyecto. Es un lujo tenerlo en nuestro club.

ZdB – No podemos pasar sin preguntarte por Didi García. Extraña no ver a un jugador de su habilidad y manejo del partido en plena madurez por LEB. ¿Ves factible a un equipo apostando por él para dar el salto?

DC – Didi no juega en un nivel superior porque no quiere. Ha tenido ofertas y las seguirá teniendo. Es un jugador extraordinario, como lo es Pablo Fernández, pero sus aspiraciones deportivas pasan por disfrutar del baloncesto con sus amigos, mientras lo compatibilizan con su desempeño profesional. Tenemos mucha suerte por ello. Ambos son, junto con Eloy, los mejores ejemplos para nuestros jóvenes.

ZdB – ¿Qué ha significado que Fundación CB Granada confiara en vosotros para pulir una joya como Gonzalo Bressan? ¿Te ha sorprendido su progresión y rendimiento?

DC – Nuestra relación con Fundación CB Granada no puede ser mejor. Nos une un gran respeto mutuo y muchos años de amistad con su componentes. Creo que ha quedado demostrada que esta fórmula de la vinculación es efectiva cuando ambas partes comprenden cuál debe ser su aportación. Gonzalo ha crecido como jugador y como persona de una forma evidente para todos. Muchos de los entrenadores de la competición me han resaltado su evolución a lo largo de la temporada. Sinceramente, no me sorprende. Es un jugador muy inteligente, coordinado, ágil y se ha hecho querer en el grupo. Tiene un amplio margen de mejora. De hecho creo que lo conseguido es solo el comienzo de una gran carrera deportiva si mantiene la disciplina en el trabajo. Debe seguir desarrollándose físicamente, ganando fuerza para jugar con rivales mucho más corpulentos que él y mejorar su juego de cara a la canasta, incluido su tiro a media/larga distancia. Estoy muy contento por ver su evolución y haber contribuido mínimamente en ella.

ZdB – Os ha tocado el único grupo con dos primeros, con dos equipazos como Valencia y Tormes, a los que se suma un Uros de Rivas con amplia rotación. ¿Cómo ves a tus rivales? ¿Crees que os podrá pasar factura los esfuerzos que supone la carga de partidos?

DC – Para nosotros éste es el principal hándicap. No llegamos en las mejores condiciones para competir tres días seguidos, pero que nadie piense que vamos a Valencia a disfrutar de una fase que se antojaba impensable al comienzo de la temporada. Somos de naturaleza competitiva. Está en nuestro ADN como equipo y como club. El grupo en el que competiremos es muy complicado. Valencia es un gran equipo de cantera, con jugadores muy jóvenes, algunos internacionales, con buen físico y muy bien entrenados. Tormes ha configurado una plantilla con el objetivo de ascender. De hecho el club ya jugó en LEB Plata. Será un rival muy difícil. Con ellos necesitaremos desgastar a su quinteto de base pero para ello necesitaremos aguantar físicamente.

ZdB – Antes de acabar nos gustaría saber si podría el club ratificar en los despachos el posible ascenso.

DC – Hemos crecido mucho como club en los últimos años y aunque no nos planteábamos un ascenso, creo que hemos sido capaces de generar confianza suficiente en nuestro proyecto deportivo. Espero que sea suficiente para encontrar los apoyos necesarios para afrontar este nuevo reto. En cualquier caso, nuestro club es consciente de que el objetivo fundamental es consolidarnos como referencia de la formación deportiva y si no consiguiéramos el ascenso, la Liga EBA nos ofrece un marco de competición que se ajusta perfectamente a nuestras motivaciones. Ahora solo nos preocupa disfrutar de esta fiesta del baloncesto y hacerlo compitiendo al más alto nivel. No estamos obligados a nada, somos un equipo formado íntegramente por jugadores de casa, exceptuando el caso de Gonzalo Bressan, pero nos encanta competir y esto nos convierte en un equipo peligroso.