Castelldefels es una localidad del Área Metropolitana de Barcelona con una población de más de 60.000 habitantes. La ciudad, conocida por sus largas playas, su canal olímpico y porque en ella residen muchas estrellas del deporte, tiene una gran oferta multideportiva entre la que destaca el Club Baloncesto Castelldefels. También conocido como BBA Castelldefels (Barcelona Basketball Academy), es uno de los clubs que lleva en la actualidad más temporadas en la Liga EBA, concretamente 7. Llegó cuando esta categoría sólo tenía un grupo de 14 equipos, de los que todavía se mantienen equipos como CB Quart, JAC Sants o el CB Martorell.

El CB Castelldefels nació en 1984 aunque en buena parte lo hizo de un club histórico de la ciudad. Cuenta con 21 equipos federados esta temporada. Su presidente, Antonio Osuna, atiende nuestra llamada para este reportaje: “Castelldefels es una ciudad con mucha oferta deportiva y muchos practicantes: hockey hierba, rugby, remo, kitesurf, vela”, son algunos de los deportes que “compiten” con el baloncesto. El club lleva “muchos años trabajando en las escuelas y realizando actividades para dar a conocer el club y que se hable de baloncesto en la ciudad, poco a poco hemos ido creciendo”. Antonio nos explica que el actual equipo directivo lleva trabajando junto desde hace 12 años, con algunas incorporaciones, y está formado por gente de baloncesto, exentrenadores y exjugadores que ahora realizan tareas directivas, “esta continuidad del proyecto y saber hacia dónde vamos ayuda mucho”. Además, subraya que desde hace 4 años y con el “fichaje” de Alfonso Valenzuela a la junta, se está dando un impulso al proyecto del área femenina que, esperan, “pueda dar mucha guerra en los próximos años”.

El club, con una masa social de 500 socios, se define como “un proyecto humilde pero consolidado”. Y aunque afirma que no es fácil tener público en sus partidos, en la época pre-pandemia, “en los partidos importantes la afición siempre responde tanto en casa como cuando jugamos fuera y hemos vivido partidos muy importantes en los que ha sido espectacular ver Can Viader lleno a tope. Gracias a ello continuamos en EBA y hemos podido vivir tardes increíbles de baloncesto”. También resalta que a nivel institucional la ciudad se implica mucho con ellos, dándoles el máximo de recursos dentro de sus posibilidades, “estamos muy agradecidos por el trabajo que realiza el departamento de deportes y el de prensa local difundiendo nuestras actividades y partidos”, añaden.

Cuando se consiguió el salto a Liga EBA, llamaron al proyecto inicial BBA (Barcelona Basketball Academy) ya que incluía una academia para jugadores extranjeros, un proyecto que llevaron a cabo en los primeros años, cuando “era mucho más fácil colocar jugadores extranjeros en Liga EBA i competiciones autonómicas, además de que implicaba un cambio en la filosofía de trabajo y compromiso con el club, convirtiéndonos en una academia de baloncesto con un continuo de actividades semanales y anuales para dar el máximo de baloncesto a los jugadores y jugadoras que querían baloncesto en vena”. 7 años después “podemos decir que nuestra filosofía está consolidada y todos los equipos del club de más o menos nivel trabajan y disfrutan la experiencia como si fueran profesionales”. Hoy cuentan con un presupuesto de más de 120 mil euros, del que el 75% proviene de los socios, cubriendo el resto con patrocinios, lotería y subvenciones municipales. El presupuesto de su equipo EBA, comenta Osuna, “es muy bajo si lo comparamos con otros equipos, especialmente de otras provincias, que reciben grandes subvenciones públicas, pero no entra en nuestra filosofía tener un equipo de jugadores foráneos que cambian cada temporada, queremos ser un referente de proyección de jugadores jóvenes a liga LEB i ACB, con una ética y dinámica de trabajo que nos hace sentir orgullosos”.

A diferencia de otros clubs del Área Metropolitana de Barcelona, no cuentan con equipos de base en las máximas categorías competitivas, pero sí que disponen de dos sénior en categorías territoriales. El primer equipo basa su potencial en un grupo de jugadores que llevan varias temporadas en el club y cada temporada ajustan la plantilla principalmente con jugadores jóvenes de proyección que posteriormente pasan a formar parte de equipos de categorías superiores: “el mejor ejemplo de jugador descubierto por nuestro staff es Mike Torres, base que empezó con nosotros el primer año en EBA y esta temporada ha fichado por el Coosur Real Betis de ACB. Cuando lo fichamos era un jugador suplente en Copa Catalunya y confiamos tanto nosotros en el como el en nosotros y el tiempo nos ha acabado dando la razón”. En su sénior B juegan los jugadores de proyección de la cantera y muchos de ellos entrenan habitualmente en el primer equipo. El equipo EBA es “un referente del resto de equipos del club y queremos que sea un club con gente de la casa, no queremos desmontar los equipos de base para competir o intentar hacerlo en categorías preferentes. Sólo con chicos de la casa estamos colocando muchos equipos en categoría interterritorial (categoría inferior a la preferente) y niveles altos gracias al trabajo de los chicos y disponiendo de entrenadores muy motivados y de mucho nivel”.

Así pues, su primer equipo se basa en jugadores de la zona metropolitana de Barcelona, “sobre todo jugadores jóvenes con ganas de trabajar duro”. Nos cuentan que destinan una pequeña parte del presupuesto EBA a los desplazamientos de los jugadores, pero de una forma “muy simbólica y priorizando la inversión en medios y buenos entrenadores, tener un buen fisioterapeuta, preparador físico, …”. Esta temporada, a parte de “veteranos” como Oliva (38 años) y Mañes (33 años) y en menor medida Bernadí (27 años), la edad de su plantilla está por debajo de los 22 años. Entre sus jugadores destaca Andreu Sesé que, con 23 años, es el jugador referente del club, formado en su cantera y que “hemos visto crecer en la pista desde que nació ya que su padre, Bernardo Sesé, es un histórico del club como jugador, entrenador y también presidente durante unos años”. Para esta temporada afirman que “con el tema covid nuestro principal objetivo es salir tan íntegros deportiva como económicamente porque nos tememos que será un año de transición. Al margen del covid, queremos seguir consolidando el proyecto masculino y empezar a crecer en el área femenina, especialmente en sénior y júnior, dirigidas por Alfonso Valenzuela y Juan Carlos Diez, una leyenda del baloncesto femenino que nos está dando desde el primer día un toque diferencial”.

En plena pandemia del COVID-19 el CB Castelldefels ha sido uno de los clubs que públicamente ha valorado de forma más dura las decisiones de las federaciones sobre la competición, llegando a ser polémicas en algún caso. De hecho, fue el equipo que empezó más tarde la temporada. Su primer partido fue el 15 de noviembre (contra CB Valls) y no volvió a jugar hasta un mes después. “En Liga EBA, la mayoría de los clubs han tenido una postura muy clara en todo momento y aunque querían disimular con que la situación sanitaria les preocupaba lo único que les preocupaba era ahorrarse el coste de las pruebas que era un gasto sobrevenido. Una vez solucionado esto se ha podido ver como todo ha arrancado, aunque los índices de contagio seguían siendo graves. A nosotros nos preocupa mucho la situación del país, tenemos un Gobierno de la Generalitat pidiendo unos sacrificios i en la Liga EBA, que es una liga teóricamente amateur, o que hacen super plantillas con subvenciones públicas, muchos entrenadores y directivos se creen pros y no piensan que si un chico trabaja una cuarentena le puede perjudicar mucho o, en el peor de los casos, puede acabar contagiando sin querer a algún familiar. No vemos una situación en la que se pueda disfrutar del deporte. Sabemos que va para largo y que tendremos que convivir con ello, pero no con estas tasas de contagio”. Añaden que “también hay un grupo de clubs muy razonables que en todo momento han estado a disposición para ayudarnos, como en el caso del CB Igualada o el CB Alpicat. No es el caso del CB Valls, que no quiso ayudarnos y nos obligó a jugar el día establecido por calendario, lo que muestra su insolidaridad. Claro que tienen un presupuesto altísimo gracias a las ayudas públicas, con 2 jugadores extranjeros de mucho nivel y sus prioridades deportivas y valores tradicionales son muy diferentes a las nuestras”. Sobre las decisiones federativas comenta Osuna que “las federaciones parecen empresas a la deriva preocupadas por cobrar cuanto antes mejor para mantener un negocio que se ha demostrado del todo insostenible en estas circunstancias. Quizás hemos permitido que se hinchen demasiado en gastos y ahora son entes totalmente al margen de los clubs, que quieren cobrar por las licencias aunque no haya ni ligas ni entrenamientos y estar en toque de queda, situación en la que los clubes no cobramos las cuotas. Preocupante”.

Una de las actividades que caracteriza a este club es la celebración desde hace 13 años del Torneo FIBA Infantil que es para ellos “la cita estrella del club, que nos planteamos para disponer de una actividad que nos diferenciase y que todos los niños del club pudieran disfrutar de su particular Euroliga alguna vez en la vida ya que, de otra forma, sería muy difícil poder disputar torneos de este nivel”.


Autor: @Xavier_Boix