Llega el invierno y qué mejor que ir al frío ártico en estas fechas navideñas para hablar con un buen amigo de esta web como es Sergio Vicente (Madrid, 1982). Tras sus últimas experiencias en Plata (Azuqueca y La Roda), en plena pandemia del coronavirus decidía aprovechar una buena oferta del Tromsø para irse a Noruega.

ZdB – En plena pandemia mundial y con las ligas intentando iniciarse (sin saber muy bien cómo y cuándo), parece que La Roda decide apostar por un entrenador de la casa como es Tito Moya, confirmándose también tu firma en Noruega. Los veranos son siempre largos y, a veces, los caminos a recorrer son complejos. ¿Cómo se gesta tu fichaje? ¿Qué te motivó y por qué apostar por este proyecto tan lejos?

SV – Como bien decís, la irrupción de la pandemia en nuestras vidas cortó radicalmente mi trayectoria en La Roda. El club decide apostar por Tito para la 20/21 de manera acertada, por lo que yo no puedo más que alegrarme por la oportunidad que se le presenta a un buen amigo como él. En mi caso, como cada verano, me muevo (a través de mi agente y personalmente) en busca de una buena oportunidad para seguir trabajando. Se presentan algunas opciones en España, pero, ante la situación de incertidumbre, todo se alarga en el tiempo y nada parece concretarse. Sin embargo, Tromsø contacta conmigo y se muestran realmente interesados en mi fichaje. Llega un punto en que ellos quieren cerrar un entrenador, por lo que decido no dejar pasar la oportunidad y firmar. La posibilidad de entrenar en una primera división europea y las buenas condiciones económicas y contractuales fueron los factores que más pesaron en mi decisión de marcharme a Noruega.

ZdB – Ya habías estado fuera de España, como cuándo saliste de la cantera del Real Madrid y tras pasar por Azuqueca te fuiste a Reino Unido. ¿Consideras que esa experiencia previa ha sido muy valiosa para afrontar con garantías esta nueva etapa?

SV – Sin duda esa experiencia previa ha sido de gran valor a la hora de afrontar esta nueva etapa en el extranjero: todo se ve más fácil y menos novedoso. Sin embargo, a parte de ser dos países completamente diferentes, el nivel de baloncesto al que estoy trabajando es completamente diferente. En Reino Unido entrenaba en formación (Oaklands College Wolves) y en la segunda división (Essex Leopards), aquí estoy entrenando un equipo de la primera división (BLNO) en una liga profesional.

ZdB – Ya contaste para otros medios cómo, debido a la situación sanitaria, estuviste confinado los primeros diez días. ¿Cómo lo viviste?

SV – En Noruega durante la cuarentena se te permite ir a comprar productos de primera necesidad (supermercado o farmacia) y dar paseos al aire libre, por lo que fue mucho menos duro que el primer confinamiento en España. Todos los días daba grandes paseos por los alrededores de mi casa aprovechando el buen tiempo que hacía por aquellos días de agosto. Además, a pesar de no poder asistir de manera presencial a los entrenos, mis ayudantes me grababan las sesiones, por lo que pude ir conociendo algo más a mis nuevos jugadores y la posterior incorporación fue mucho menos novedosa para mí. El trabajo de pretemporada fue similar al de otras (preparación de sesiones, vídeos, programación de temporada…), con la única diferencia de que no podía ir al pabellón. Digamos que esos 10 días se pasaron rápido gracias a los largos paseos y el trabajo de pretemporada desde casa.

ZdB – Noruega, a pesar de tener dos jugadores en Oro, no es una potencia en baloncesto. ¿Qué te has encontrado en Tromsø como club?

SV – Me he encontrado un club muy familiar y de gran tradición de baloncesto. Antiguos ex jugadores son los que ahora lo dirigen. Se trata de dirigentes no profesionales (no cobran por ello) que se dejan la vida por el club, algo similar a gran cantidad de clubes en España. Una de las grandes sorpresas para mí ha sido el nivel de la cantera: jugadores bien trabajados técnicamente y con buen físico de base. El aspecto táctico es la gran asignatura pendiente debido al baloncesto tan diferente que aquí se practica (predominancia del 1 contra 1 sobre el juego colectivo).

El club quiere crecer, pero está limitado económicamente, pues somos el único equipo del norte de Noruega en primera división, con lo que ello conlleva: gastos muy elevados en cada desplazamiento (vuelos y hoteles). Soy el único profesional en el cuerpo técnico, mis ayudantes tienen otro trabajo, con las limitaciones que ello conlleva. Digamos que la mayoría de carga de trabajo recae sobre mi persona.

ZdB – Los entrenadores españoles tienen fama fuera de nuestras fronteras. Tal vez el tema COVID ahora no ayuda a reunirse, ¿pero han requerido tus servicios para dar charlas de formación a otros técnicos jóvenes?

SV – El éxito del baloncesto español en los últimos años ha repercutido claramente en la consideración que se tiene hacia los entrenadores que trabajamos en el extranjero. Somos muy respetados a todos los niveles. Aquí tienen muchas ganas de crecer y la llegada de un entrenador español no pasó inadvertida. El presidente de la Federación me dio la bienvenida personalmente el día que se enteró de mi llegada. Desde el club y la Federación están pactadas varias charlas de formación, pero la pandemia ha obligado a posponerlas temporalmente.

ZdB – ¿Cómo es la estructura de la cantera? ¿Estás implicado en este ámbito?

Estoy implicado al 100% en el baloncesto de formación aquí, ya que también llevo el segundo equipo del club (categoría U19). Fue una condición indispensable para mi fichaje, ya que quería trabajar también con los jugadores jóvenes más talentosos.

En Noruega únicamente existen dos grandes categorías a nivel nacional de competición en formación: U19 y U16. La mayoría de clubes tienen equipos en el resto, pero no compiten a nivel nacional. Se trata de una competición con menos categorías debido al menor número de participantes. Si todo va bien tendré la suerte de dirigir al equipo U19 de Tromsø Storm en el Campeonato de Noruega una vez termine nuestra participación con el primer equipo en la BLNO.

ZdB – La BLNO es una competición de diez equipos. ¿Qué nos puedes contar sobre ella?

La BLNO es una competición que se asemeja a la LEB Plata en numerosos aspectos: encontramos equipos semiprofesionales y de bajo presupuesto compitiendo con otros equipos 100% profesionales donde los jugadores cobran salarios elevados, además se asemejan en el nivel deportivo (excluyendo los equipos top de LEB Plata). Sin duda equipos como Kongsberg, Gimle o Bærum serían competitivos en LEB Plata.

Entre los jugadores extranjeros más destacados nos encontramos a Juan José Ferrales (base puertorriqueño de Kongsberg), Devin Gilligan (escolta americano de Frøya y máximo anotador de la liga), Jordon Harris (excelente tirador americano de Fyllingen), Ognjen Nišavić (alero serbio de Kongsberg y MVP de la liga las últimas temporadas), Mletshi Anzulini (ala-pívot canadiense de Bærum), Marin Mornar (ala-pívot croata de Kongsberg) o Ljbomir Čampara (pívot serbio de Frøya y mejor 5 puro de la liga) entre otros.

Dentro del grupo de jugadores nacionales más destacados nos encontramos algunos viejos conocidos con pasado reciente en las ligas FEB: Aksel Bolin (Xuven, Plata 14/15; actualmente en Asker), Bouna N’Diaye (Real Canoe, Plata 17/18; actualmente en Fyllingen) o Eivind Lamo (Tobarra, EBA 19/20; actualmente en Gimle). También cabría destacar a Stian Mjøs (jugador de Bærum y probablemente el mejor base de la competición), Stian Berg (base de Asker), Espen Fjærestad (excelente escolta tirador de Gimle) o Magne Fivelstad (alero de Fyllingen).

ZdB – Hace ya muchos años el bueno de Philipp Holm nos hablaba del baloncesto en Noruega y nos comentaba que tenían muy buenas infraestructuras, que eran organizados y que los entrenadores tenían buena preparación, muy influenciados por la corriente americana. ¿Se ha profesionalizado la liga?

SV – La liga quiere crecer y está trabajando para ello: recientemente se ha firmado un acuerdo con la televisión pública más importante de Noruega para televisar partidos a nivel nacional. Aún queda mucho camino y muchos aspectos a mejorar, pero sin duda el baloncesto es un deporte en auge en el país. En general el baloncesto americano es el más popular en Noruega: numerosos jugadores jóvenes deciden completar sus estudios y jugar en el baloncesto NCAA; además, la NBA es la liga más seguida, por encima de la ACB o la Euroleague.

ZdB – ¿Cómo va el tema de cupos y extracomunitarios?

SV – La primera norma a tener en cuenta es que siempre debe haber dos jugadores noruegos en pista. A partir de ahí, la única limitación en el roster es el máximo de dos jugadores extracomunitarios. Comunitarios, sin límite. Cabría destacar que la BLNO es una liga de rotaciones cortas, la mayoría de equipos utiliza no más de ocho jugadores en cada partido.

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ZdB – En tu equipo hay que mirar a tus dos extranjeros, ambos con pasaporte cotonú y ambos con experiencia en nuestras ligas. ¿Qué nos cuentas de Phil Henry y de Anthony Elechi?

Ambos han tenido ofertas para continuar en España en varias ocasiones (su pasaporte les da un plus en ese sentido), sin embargo el bajo nivel salarial de las categorías FEB ha hecho que opten por salir. Sin duda, creo que ambos están capacitados para hacer un buen papel en LEB Plata (creo que con una segunda temporada en Plata, Anthony hubiera demostrado ser un jugador top en la misma). Además, Phil hizo una pretemporada con un equipo LEB Oro, pero finalmente la oferta para quedarse fue baja y rechazó.

ZdB – El resto de equipo está lleno de jóvenes valores noruegos. ¿Qué nos cuentas sobre ellos?

SV – A parte de los dos jugadores americanos, tenemos un jugador sueco en la plantilla, Olle Welander, un alero alto del 2000, internacional en categorías inferiores y con una proyección interesante. El resto del roster esta compuesto por jugadores noruegos, donde cabría destacar dos jugadores del ’98 que ya han sido internacionales absolutos: Johannes Lange (base físico y anotador, aún con margen de mejora) y Aron Finstad (excelente escolta tirador).

ZdB – ¿Cómo está siendo la temporada hasta ahora?

SV – El inicio de temporada vino marcado por la pandemia, como en la mayoría del mundo: no pudimos jugar partidos amistosos ante la imposibilidad de viajar en avión y los jugadores extranjeros tuvieron que guardar cuarentena de 10 días a su llegada, como hice yo. Sin embargo, durante el transcurso de la misma el equipo ha ido adaptándose a una metodología de trabajo a la que no estaban acostumbrados y, poco a poco, se va viendo el tipo de equipo al que aspiramos y reflejándose en los resultados. Actualmente nos encontramos en la mitad de la tabla, pero tenemos claro que el objetivo es llegar lo mejor preparados de cara al play-off, donde creo podemos competir con cualquiera.

ZdB – ¿Alguna promesa de la liga que debamos apuntar?

SV – De entre los jugadores jóvenes destacaría a Johan Flaa (combo del ’99 de Centrum Tigers con formación USA), Morten Osland (combo del ’98 de Gimle), Haakon Heradstveit (combo del ’00 de Frøya), Christian Tøfte (combo del ’99 de Nidaros) y Jonas Kessler (alero del ’02 de Frøya).

ZdB – ¿Hay algún protocolo Covid o similar en la BLNO?

SV – En la liga no tenemos ningún protocolo COVID específico, pero se aplican normativas similares a las ligas FEB: reducción de aforo en los estadios, separación específica en los banquillos, no se da la mano antes ni después del partido, utilización de vestuarios limitada… Por suerte, la liga no se ha visto afectada por ningún contagio masivo, por lo que todos los encuentros se han disputado en la fecha prevista hasta ahora.

ZdB – Sabemos que la profesión de entrenador de baloncesto es extenuante. ¿Te queda tiempo libre para disfrutar de Tromsø, la ciudad de entrada a la Laponia noruega?

SV – Esta temporada está siendo extenuante a nivel de trabajo al no poder contar con entrenadores ayudantes full time. Sin embargo, siempre encuentro algún hueco durante la semana para ir conociendo poco a poco los lugares más emblemáticos de Tromsø. Aparte de los puntos turísticos de interés (Arctic Cathedral o Fjellheisen), intento escaparme siempre que puedo a hacer caminatas por las montañas de los alrededores, donde las auroras boreales están a la orden del día. Sin duda, Tromsø es una ciudad única en el mundo que recomiendo visitar al menos una vez en la vida.

ZdB – ¿Cómo es la personalidad noruega? ¿Echas de menos España?

SV – Siempre se echa de menos España, a la familia y a los tuyos. Es lo más duro de entrenar en el extranjero, sin duda. Pero es el precio a pagar en ocasiones por poder trabajar en lo que te gusta y seguir persiguiendo tu sueño.

En los noruegos he encontrado gente extremadamente educada y tímida. En mi caso particular, todo el mundo me ha acogido con los brazos abiertos desde el primer día. Durante mi cuarentena en agosto el capitán y varios jugadores se acercaron a saludar y presentarse, mis ayudantes incluso me traían comida a casa, las familias de los jugadores me han invitado en varias ocasiones a comer a sus casas… He tenido la suerte de encontrarme muy buenas personas dentro del club.

ZdB – Imaginamos que la morriña siempre está presente. ¿Sigues desde lejos las Ligas FEB? ¿Ves factible volver la próxima temporada o es muy pronto, tal como esta todo, para hablar del futuro?

SV – Sigo muy de cerca las Ligas FEB, ya que tengo grandes amigos en todas las categorías y mantengo el contacto con regularidad. Sé que esta siendo una temporada muy atípica por allí, con gran número de partidos aplazados cada jornada, pero poco a poco se ve la luz al final del túnel. Desde luego mi prioridad es volver a España, pero no a cualquier precio. Me gustaría encontrar un proyecto donde poder asentarme y trabajar a medio-largo plazo.