Tras la llegada este verano de David Cubillán para ser el director de orquesta de Levitec Huesca, ahora es turno para otra estrella venezolana como es Michael Carrera (1993 / 196 cm). Jugador de pedigrí en su país, ha sumado varias experiencias en ligas importantes.

Carrera se formó en High School en Estados Unidos, siendo reclutado por South Carolina, donde permaneció cuatro años (12-16), destacando en su año sénior (14.5 pt, 7.7 re) con buenos números en el torneo pre-Draft del PIT (15.3 pt, 8.8 re), lo que le llevó a jugar las ligas de verano de la NBA. Su primer destino profesional fue Rusia, recalando en el Avtodor Satatov de la VTB League (7 pt, 4 re). La 17/18 llegó a Australia para jugar unos partidos en la NBL, pero las lesiones le impidieron tener continuidad y terminó pegando el salto a la G-League (12 pa, 6 pt, 4 re) para acabar el curso en México.

Empezaba la 18/19 sin equipo, pero llegó a firmar en Chile, aunque no debutó y terminó firmando a finales de año en Argentina (Obras: 17 pa, 5.8 pt, 4.4 re). La 19/20 llegaba hasta Alemania, firmando nada menos que por Bamberg (8 pa, 6.5 pt, 3.3 re), saliendo en dirección a Hamburg, donde estuvo a buen nivel (11 pa, 13.3 pt, 5.5 re). En verano apuntaba que había tenido ofertas de Israel y Francia, indicando que le gustaría jugar en la ACB. Además, en verano venía disputando la liga de Venezuela, que es donde ha jugado recientemente en la nueva competición del país, con los Supersónicos de Miranda (13.5 pt, 5.8 re), donde estuvo bajo el mando del entrenador español Manolo Povea.

🎙️🇻🇪🇪🇸 MANOLO POVEA: “MICHAEL CARRERA ES EL JUGADOR CON MÁS CAPACIDAD DE DECISIÓN DEL BALONCESTO VENEZOLANO”

Sin duda la trayectoria de Carrera está llena de altibajos y le ha costado encontrar esa continuidad, tal vez por adaptación, tal vez por mentalidad, pero la realidad es que ha ido acumulando equipos y países con diferentes brillos. Tal vez la mejor definición de Carrera fue en Bamberg: tras números discretos después un gran mundial con Venezuela, el director deportivo del conjunto alemán señalaba que el venezolano había sido víctima de la estructura del equipo, que necesitaba un ala-pívot con más tiro que también pudiera ayudar al ‘cinco’.

Quizás el ser tan polivalente le haya lastrado para llegar a nivel top. Cómodo en la posición de ‘cuatro’, fuerte de tren superior a pesar de su altura, muy intenso, agresivo de cara al aro y muy incisivo en el rebote. Capaz de jugar el pop y anotar desde el triple en la posición frontal, sabe jugar sin balón y en el ‘tres’ es capaz de jugar al poste ante rivales inferiores físicamente. Activo en defensa, sufre en como alero ante jugadores rápidos y como ala-pívot ante ‘cuatros’ modernos grandes. Puede ser que más maduro, no ha progresado al ritmo que se esperaba y le sigue faltando juego con su mano izquierda y leer mejor las situaciones.

Daniel Mérida, alma máter de esa web espectacular llamada Cancha Latina, nos da estas pinceladas sobre él: «Jugador físico, muy intenso, en ocasiones sobreacelerado. Empezó su carrera siendo un 3, pero su irregular tiro exterior le ha hecho moverse a un juego más interior, incluso a jugar de 4 pese a sus 1.96 metros. Necesita encontrar su lugar tras pasar por Rusia, Australia, México, Chile, Argentina o Venezuela sin lograr terminar de explotar».

Fichaje de pedigrí de ICG Força Lleida por currículo, pero habrá que ver cómo se adapta, porque el curso pasado llegaron hombres Holmes y Riley a la liga y ni siquiera marcaron diferencias. Está claro que Carrera no está en su ocaso, sino al revés: necesita un lugar donde sentirse a gusto y rendir. La estructura ilerdense no le viene mal y su juego sí que puede ir en la línea que aportaba Hester, con la bisagra que es Marcus Toledo para intercambiar puestos entre el ‘tres’ y el ‘cuatro’. El venezolano puede ser ese jugador que marque diferencias… O tal vez la LEB Oro sea una etapa más en su currículo… Lo que no se puede dudar es que siempre es positivo que lleguen jugadores de este calibre a nuestra querida Oro.