El Club Baloncesto Zaragoza es un club histórico del baloncesto español con una importante trayectoria. Desde el club lo viven con orgullo, siendo conscientes “que defienden los colores de un club histórico, que ha sido un referente en cantera a nivel europeo y un club puntero y muy querido en ACB”. El CBZ nació en 1981 cuando el Centro Natación Helios deja su plaza en 1ª división por la falta de apoyo económico. José Luis Rubio, presidente de aquel club, junto a sus compañeros de junta directiva y abonados del club, decide iniciar una nueva etapa y fundar el Club Baloncesto Zaragoza. Del CB Zaragoza Skol de la primera temporada (1981 – 1982) se pasa al conocido por todos CAI Zaragoza, tras el importante acuerdo logrado en 1982 con la Caja de Ahorros de la Inmaculada, asegurando la continuidad del nuevo club en la élite del baloncesto nacional.
La denominación duró 10 años y durante este período el CBZ fue uno de los clubes fundadores de la actual ACB, participando en esta competición durante 14 temporada de forma ininterrumpida (entre 1983 – 84 y 1995 – 96). Durante estas temporadas el club ganó dos veces la Copa del Rey (1984 ante el FC Barcelona y en 1990 ante el Joventut de Badalona). También fue finalista en 1992 (perdió la final ante Estudiantes) y en 1995 (perdiendo ante el Taugrés de Vitoria). Consiguió otros hitos importantes como el subcampeonato de la Recopa de Europa en 1991, cayendo en un polémico final ante el PAOK en Ginebra, o los terceros puestos en ACB en las temporadas 1986 – 87 y 1987 – 88, logrando ser una alternativa a los grandes Real Madrid, FC Barcelona y Joventut de Badalona.
Pero en la temporada 1995 – 96 sufrieron problemas económicos y, como consecuencia, su expulsión de la Liga ACB, manteniendo en competición solo algunos de los equipos de sus categorías inferiores. Cuatro temporadas después volvió a competir en ligas FEB (EBA) como Adecco Zaragoza, pero la experiencia sólo duró 2 temporadas. Esta situación provocó un fuerte impacto tanto a nivel de club como incluso a nivel federativo en la comunidad aragonesa, quedándose sin referentes en ACB. Sin embargo, el club mantenía su trayectoria, centrándose en su cantera, con la que ha obtenido numerosos éxitos tanto a nivel colectivo como individual. El último logro obtenido por su cantera fue el 3er puesto en el Campeonato de España Cadete en la 1999 – 2000.
“Zaragoza es una ciudad históricamente de baloncesto y hay muchos niños y niñas que afortunadamente practican nuestro deporte. Obviamente, como en todas las ciudades, hay cambios de jugadores entre clubs y colegios, pero la gran mayoría, al menos en nuestro caso, se inician en nuestra escuela y continúan ascendiendo en las diversas categorías. Si haces bien las cosas y ofreces pasión en tu trabajo, la gente no piensa en cambiar de sitio”, nos dicen desde el club. En estos momentos, cuentan con 21 equipos (19 masculinos y 2 femeninos) y 2 escuelas de iniciación. Uno de sus objetivos es ampliar la estructura femenina.
Como pasa en otros casos, su masa social se basa en los jugadores/as y sus familias y “no podemos más que estar agradecidos y orgullosos de su implicación y su apoyo”. Este año, con el ascenso a Liga EBA, lanzaron una campaña de abonados que, nos dicen, ha tenido un tremendo éxito y que los suma a la masa social o, como ellos denominan, a la #familiaCBZ. Es obvio que Casademont Zaragoza es el equipo referente en la ciudad en estos momentos, pero para el CB Zaragoza no es un problema porque “son compatibles, muchos de nuestros jugadores y familias son abonados también y aficionados del ACB. Las relaciones entre clubes son buenas, mucha gente que ahora está en Casademont en distintos cargos, se ha formado o sido parte del CBZ”.
Como también pasa en otros clubs de Liga FEB, diferencian el presupuesto de todo el club y el del equipo EBA, “en el que hemos trabajado creando un club de empresas patrocinadoras que lo ha hecho posible. La gran mayoría del presupuesto del club proviene de cuotas de jugadores/as, de nuestro patrocinador principal AZULEJOS MONCAYO, al que estamos inmensamente agradecidos por su esfuerzo, y a alguna subvención de administración”. Tras una magnífica temporada 2019 – 2020 en 1ª nacional, mantienen buena parte de la plantilla. “Nuestro equipo de Liga EBA es un proyecto de continuación. Tras haber ascendido 5 temporadas consecutivas y no conseguir el ascenso por temas económicos teníamos claro que, si lo conseguíamos, la columna vertebral del equipo debía ser el bloque que conseguía el ascenso. Sumar varios jugadores que nos parecían interesantes y algunos de ellos con pasado CBZ. Y contar con un Nacional muy joven y de mucho talento para ayudarnos e ir ganándose su espacio poco a poco. La gran mayoría de jugadores son de Zaragoza, con algunos casos de oscenses. Nadie paga, pero nadie cobra salvo excepciones de gastos de gasolina”.
Para esta temporada, en la que militan en el Grupo C5, afirman que “el objetivo es crecer durante la temporada y asentarnos en la categoría. Es muy pronto para marcar objetivos más al detalle. Ser nuestra mejor versión posible sería un gran objetivo que cumplir. En el futuro, iremos viendo, pero nos gustaría ir creciendo y poder hacer la estructura más profesional, contar con algún jugador de fuera que pueda ayudarnos a seguir creciendo…poco a poco”. Una de las buenas noticias de este nuevo proyecto EBA es la incorporación de Roberto Martínez al equipo. El jugador oscense, un 2,03 de 27 años, ya jugaba en el equipo la temporada anterior, en la que realizó “un tremendo esfuerzo para formar parte de nuestra plantilla y no renovó automáticamente por temas laborales que afortunadamente para nosotros ahora mismo ha podido solventar”. La plantilla la completaron con Carlos Oliver, base de 26 años que estaba inactivo y con Juanan Castelló y Jorge Cano, procedentes de Alfindén.
En lo referente a la situación actual, condicionada por la pandemia del COVID-19, manifiestan que “la situación es francamente compleja y obviamente nosotros pensamos que lo más importante es la salud, pero también somos fieles creyentes de que el deporte es más necesario que nunca y que al maldito virus hay que tenerle respeto, pero no miedo, no puede apoderarse de nuestras vidas. El club está haciendo un esfuerzo brutal, y no hablo solo en lo económico, sino en el trabajo extra que conlleva todo, pero debemos pelear y mantener nuestra PASIÓN POR EL BASKET intacta”.