Siempre estamos diciendo que la LEB Oro es esa liga de paso en la que el jugador que destaca vuela buscando un contrato más lucrativo. Con la igualdad por bandera y muchos equipos con buenos jugadores, es complicado que las estrellas sean los jugadores mejores numéricamente. Se han ido hombres como Reyes o Bartley, pero ojo, se han quedado varios los Fall, Pitts y Larsen, entre otros, además de la pléyade de nacionales de calidad que atesora la competición.

Pero también debemos ser justos y reconocer que cuando llega un jugador con pedigrí internacional es un motivo de satisfacción para la competición. Lo vivimos con un Simas Jasaitis que, lejos de estar de vuelta y media, demostró una clase enorme, aunque vivimos la situación inversa con unos Jonathan Holmes y Mykal Riley lejos de su mejor momento.

La llegada del venezolano David Cubillán (1987 / 182 cm) a Levitec Huesca es un soplo de aire fresco y debería ser aprovechado en su forma justa de tirón mediático, sobre todo en el mercado latinoamericano.

Estamos hablando de uno de los mejores jugadores de la historia de Venezuela y uno de los máximos puntales de la selección cuando esta logró dos campeonatos sudamericanos en 2014 y 2016, disputando por segunda vez unos JJOO también en 2016. Se trata de un base ya veterano, con amplia experiencia internacional, de formación NCAA (Marquette, 06-10), a donde llegó becado tras ser uno de los jóvenes que sobresalían en su país. Ha sido un jugador muy destacado durante años en la liga local con Trotamundos de Carabobo (2011-18), con diferentes experiencias internacionales por el medio en equipos de nivel; así, en la 11/12 se iba a México (Soles: 13.6 pt, 3.6 as) y en la 13/14, a Israel, su única experiencia europea hasta el momento (primero en Maccabi Haifa -4.6 pt, 2.4 as- y en el tramo final del curso en Macabbi Ashdod -14.2 pt, 4.5 as-).

No fue hasta la 17/18 cuando volvió a salir de su país, yéndose nada menos que a un equipo clásico de Brasil como el Flamengo, donde rindió a buen nivel (8.6 pt, 3.0 as) y fue seleccionado para el All-Star de la NBB. No sería hasta hace unos meses (diciembre de 2019) cuando viviría otra experiencia en el extranjero, firmando por el Fuerza Regia mexicano para sustituir a Rivera (lesionado) unos partidos (4 pa, 7.5 pt, 2.8 as). Con la liga venezolana suspendida en sus fechas habituales, sus últimos partidos fueron con la selección vinotinto en febrero, contra Argentina y Chile en los clasificatorios para la AmeriCup de 2021 (30 mi, 11.0 pt, 2.5 as).

El entrenador de Peñas, David Gómez, le definía como “un jugador muy inteligente, que domina el P&R, controla el tempo del partido, con un gran porcentaje en tiros de 3 y que gestiona muy bien los finales de partido, algo muy importante en la LEB dada la igualdad que existe en la liga”.

Para saber más del nuevo base peñista hablamos con Paco Olmos, uno de los afamados entrenadores españoles que, tras una dilatada carrera, sigue triunfando en Latinoamérica. Olmos dirigió a Cubillán la pasada temporada, cuando el venezolano reforzó al Fuerza Regia mexicano, y nos comenta lo siguiente sobre él: “David es un jugador de amplia experiencia, excelente compañero, un jugador por equipo, que llegó en buen estado de forma siendo un base muy físico y atlético con gran capacidad de liderazgo, sin miedo a ser protagonista. Él tiene una mentalidad de ser un jugador muy agresivo y ofensivo, gustándole mucho el tiro de tres sobre ventaja, prefiere tirar a penetrar y controla el equipo complementándolo con su capacidad anotadora. Defensivamente transmite energía y a partir de él se puede organizar una defensa, porque realmente ejerce una buena presión. Sin duda, es un jugador que aportará por su madurez, experiencia y grado de compañerismo. Allá donde esté va a ayudar, de hecho, yo me planteé volver a firmarlo de nuevo para esta campaña”.

Sin duda, para nosotros Cubillán es un jugador con la suficiente experiencia para jugar desde ya a buen nivel, aunque hay que ser paciente y tener en cuenta que esta LEB Oro es muy dura y que el jugador tendrá que pasar una época de aclimatación al baloncesto europeo, conociendo a sus rivales, a los arbitrajes y a sus propios compañeros. Hay que ver también su estado físico, pero en las ventana FIBA estaba a buen nivel; además, el equipo oscense ha apostado por un compañero físico en la figura de Facu Corvalán, lo que puede ser de gran ayuda.

Estamos hablando de un base con buen manejo de balón, que le gusta mucho llevar el control del juego, con un buen bote y con capacidad para generar con o sin balón, sintiéndose muy cómodo en el dribbling para levantarse de la media distancia y sin miedo para recibir y anotar desde la larga distancia. Un jugador de buenas cualidades que, si se adapta, puede ser una pieza clave en Peñas y un jugador a marcar en esta competición con la categoría de estrella.