Por cuarto año consecutivo repasamos la temporada que han realizado aquellos jugadores que se han estrenado en el profesionalismo (rookies) en la LEB Oro tras cerrar ciclo NCAA el pasado curso. Tal vez sea uno de los años con menos talento, pero es que veníamos de una 18/19 con jugadores de pedigrí como Lammers, Enechionyia o Junior Robinson. A cambio, sí que hay jugadores que se pueden consolidar en Oro a la perfección y progresar desde ella (si ellos quieren).

David Škara
1995 / 203 cm
Levitec Huesca
24 pa, 26 mi, 12.1 pt (53% T2), 6.0 re, 12.8 val

Ya destacábamos en verano a este combo forward, incluso apostando por él como ‘tres’, pero se ha ganado el puesto de ‘cuatro’ titular del equipo oscense a la perfección, siendo uno de sus puntales. Buen físico, corre muy bien la pista, es inteligente para el rebote y tiene capacidad para bajar el balón y jugar el 1×1. No ha estado acertado en el tiro exterior, pero tiene más potencial del que ha mostrado en este sentido. Jugador para equipos de zona alta. La progresión de Nurger, un ejemplo a seguir para el croata.


Paul Jorgensen
1996 / 188 cm
Chocolates Trapa Palencia
24 pa, 19 mi, 7.8 pt, 1.5 re, 1.9 as, 5.4 val

Sus números no llaman la atención, pero Jorgensen transmite sensaciones que han encandilado al que escribe estas líneas. Y eso que cuando se anunció su fichaje tenía dudas y tal vez siga habiendo personas que las tengan. Pueden pesar el peaje de ser rookie y la irregularidad transmitida en una segunda vuelta en la que no encontró su sitio. Pasó de ser el segundo mejor anotador de su equipo en la primera vuelta (20 mi, 9.5 pt) a solo promediar 14 minutos y 3.6 puntos en lo que se jugó de segunda vuelta (7 partidos). Pero en la retina queda grabado su capacidad para jugar el bloqueo directo o salir de los indirectos para levantarse y anotar o llegar hasta la cocina. Con buen manejo de balón y mecánica de lanzamiento rápida, era el jugador que buscaba revolucionar los partidos. Apuesta segura si mejora su trabajo atrás.


Olin Carter
1996 / 189 cm
Levitec Huesca
24 pa, 24 mi, 11.3 pt, 2.5 re, 1.7 as, 6.4 val

Llegaba para ser el tirador del equipo y ha cumplido en ese aspecto a la perfección, demostrando su rapidez a la hora de ejecutar y siendo un peligro desde la línea de tres (buscado por su equipo para el catch and shoot). Con alguna acción de 1×1, el juego con balón le ha costado un poco más; también en defensa le ha costado adaptarse, pagando el peaje de ser novato (más de 3 faltas cometidas por partido). Su ética de trabajo y su buena mano deberían abrirle las puertas de Oro de nuevo o a ligas europeas medias, ya que su tamaño en el momento actual le puede condicionar para ligas importantes.


Francis Alonso
1996 / 190 cm
Liberbank Oviedo Baloncesto
3 pa, 26 mi, 21.3 pt, 3.7 re, 2.3 as, 18.0 val

Solo pudimos verle tres partidos con la camiseta del OCB antes de que se detuviera la competición. El español, con pedigrí NCAA, aterrizó en la ACB de la mano de Unicaja, que le cedió a Fuenlabrada (no cuajó y apenas le dieron oportunidades). En los tres partidos disputados con la camiseta del cuadro asturiano (26 mi, 21.3 pt) se echó el equipo a las espaldas, asumiendo balones que quemaban cuando nadie quería (de ahí, su alto volumen de tiros). Capaz de quebrar caderas con su 1×1, tiene una elegancia innata y es un peligro desde el triple (con o sin balón). Puede tanto generar para los demás como fabricarse sus tiros. Está, sin duda, para jugar más arriba. Hay aspectos como la velocidad de ciertas acciones que pueden levantar dudas, pero su talento lo suple y lo único que necesita es un lugar en el que confíen en él para sentirse importante.


Jacobo Díaz
1996 / 204 cm
Marín Ence Peixegalego
24 pa, 28 mi, 10.5 pt, 6.3 re, 1.0 as, 1.3 ro, 11.5 val

Con fama de jugador trabajador desde su paso por Estudiantes y CBAcademy, se hizo un nombre en NCAA-DII con múltiples reconocimientos y probablemente acertó en elegir al Peixe para su aterrizaje profesional. Ha tenido minutos, ha mostrado sus atributos y ha demostrado que puede jugar en esta categoría (también ha visto sus puntos a mejorar). Puede jugar fuera o dentro (bien en el 1×1 de cara al aro, bien en el poste) y buscó abrirse para enchufar de tres en el estilo peculiar de juego peixiño (aunque debe mejorar: 26% T3). Las temporadas rookies siempre son complejas, quedando claro que debe mejorar en posicionamiento táctico y ante rivales físicos (ha sufrido en el poste). Conociéndole, estoy convencido que por trabajo no será y a corto-medio plazo será un jugador que sonará.


Shaquille Doorson
1994 / 213 cm
Marín Ence Peixegalego
24 pa, 22 mi, 6.6 pt (60% T2), 5.6 re, 1.4 ta, 9.5 val

El neerlandés ya había estado en España (pasó por la CBAcademy) y regresó a nuestro país tras finalizar etapa en la NCAA. Único pívot puro del plantel marinense, ha mostrado lo que se esperaba de él. Pívot grande, protector atrás y trabajador en el rebote, en ataque se le ha visto en el juego de bloqueos, con algún movimiento en el poste con mano izquierda (buen finalizador). Su radio de acción es la cercanía del aro. No es un jugador dominador pero se ha ganado de sobra su continuidad en esta competición.


Romone Saunders
1995 / 191 cm
Marín Ence Peixegalego
22 pa, 28 mi, 9.8 pt, 2.7 re, 2.3 as, 1.0 ro, 6.0 val

Tuvo muchos minutos en el colista de la competición, haciéndose un fijo en el backcourt. Con buen manejo de balón y dotes de jugón, es capaz de anotar sobre cortes sin balón. Su mejor virtud era su capacidad para crearse sus propios tiros o generar peligro desde el juego de bloqueo directo. Sin embargo, su selección de tiro es bastante mejorable y se convierte en un aspecto que le puede pesar para tener continuidad en ligas tácticas como la Oro, lo que no quita que le pudiéramos ver salirse en alguna liga de Centroeuropa a la perfección.


Steven Santa Ana
1996 / 193 cm
ICG Força Lleida
23 pa, 25 mi, 8.8 pt (55% T2), 2.4 re, 1.4 as, 7.0 val

Una de las decepciones. Jugador muy válido y con buena mano, le ha pesado el «síndrome del rookie», con actuaciones irregulares y sin encontrar estabilidad. Para el recuerdo quedan sus 25 puntos, con 8/8 de T3, ante Palma. Sin miedo para ir hacia el aro, es muy peligroso desde fuera, capaz de anotar con/sin el defensor encima, tras recibir o en bote. Con más balones perdidos que asistencias, necesita dar un paso adelante y que de nuevo confíen en él.


Sean Smith
1995 / 204 cm
Leyma Coruña
24 pa, 18 mi, 5.1 pt (57% T2), 4.7 re, 1.0 as, 1.0 ro, 1.0 ta, 1.0 ma, 9.6 val

Un fijo cada jornada en el top de jugadas espectaculares de la competición (si este existiese). Sus condiciones físicas, sus muelles, su instinto reboteador (a pesar de su condición liviana) y su trabajo atrás en forma de robos y tapones hacen que sea un proyecto en ciernes. Sin embargo, dos lunares condicionan su juego (como comentaba Carlos Mirás): por un lado, la comprensión táctica de su juego y por otro, su nulo tiro exterior. Está claro que, con trabajo, irá limando estos defectos, lo que, unido a su potencia física, le convierte en un jugador a tener en cuenta (aunque su paso al ‘tres’ ahora mismo lo veo complicado).


Kimbal Mackenzie
1996 / 185 cm
Carramimbre CBC Valladolid
19 pa, 15 mi, 5.9 pt, 1.1 re, 3.7 val

Esperaba bastante más de él. Dejó detalles en pretemporada, incluso como clutch player para ganar al OCB con tiro suyo, pero percances físicos le dejaron fuera al inicio de la temporada y le costó encontrar su rol en el líder, un equipo en el que encajaban todas las piezas a la perfección. Iba entrando más en juego en los últimos partidos, pero se detuvo la liga y no hemos podido saber hacia dónde se inclinaba la balanza. Con Torres y Leimanis en el ‘uno’, ha jugado de ‘dos’. Con capacidad para ayudar en la subida de balón, se siente muy cómodo en un ritmo rápido, no tiene miedo a lanzar y ejecuta perfectamente en la salida de los bloqueos. Jugador para volver a tener otra oportunidad en Oro (más adaptado al estilo europeo) y mostrar su potencial.


Anthony Green
1996 / 208 cm
Leyma Coruña
24 pa, 14 mi, 4.0 pt, 3.4 re, 0.7 ta, 4.4 val

Venía con un rol muy claro (dar descanso al pívot titular) y lo ha cumplido. Más asentado a medida que fue avanzando la temporada, tampoco mostró una gran evolución en su juego. Pívot grande, cómodo en situaciones de P&R o en finalizaciones, atrás intimidaba y trabajaba en el rebote, aunque tuvo problemas con las faltas y con la lectura del juego. El puesto de ‘cinco’ titular en una liga táctica como Oro le puede venir grande aún, pero es un jugador con materia prima para dar descansos y seguir evolucionando en su juego (aunque su condición de extracomunitario le pese).


Issa Thiam
1996 / 208 cm
HLA Alicante
24 pa, 12 mi, 3.0 pt, 1.7 re, 1.2 val

Se incorporó tarde en verano pero la baja inicial de Nacho Díaz le abrió minutos en el ‘tres’. Con tiro de tres y 208 cm de altura (buena envergadura), tuvo sus minutos al inicio de la competición, incluso ante la llegada de Busquets en noviembre. Hay una clara diferencia entre sus primeros doce partidos (16 mi, 4.4 pt) y los siguientes (6mi, 1.6 pt). Su falta de consistencia y lectura del juego y su condición liviana para jugar por dentro le pasaron factura en un equipo que iba como un tiro con Llompart compartiendo minutos en pista con Pitts y el tridente exterior Chumi-Schmidt-Busquets repartiéndose los minutos.


Además, algunos rookies empezaron la temporada pero no la terminaron. Son los casos de Kosta Janković (no consiguió hacerse hueco en la rotación de Cáceres), Tyler Seibring (decepcionó en Real Canoe a pesar de mostrar capacidad para lanzar desde fuera) y Diago Quinn (no pudo hacerse fuerte en la pintura de Peixe).