En esta nueva entrega de Diario de un emigrado nos vamos hasta Sudamérica, concretamente a Chile. Allí jugaba, hasta que el COVID-19 hizo su aparición en forma de pandemia, un joven jugador que llegó el verano pasado. Aprovechando su doble pasaporte (español-chileno) y siguiendo la senda de su hermano, Guille Vergara (Málaga, 1997) afrontaba su primera experiencia extranjera en el país latinoamericano tras pasar por canteras como la del Unicaja y jugar en Liga EBA.

Inicios y salto al profesionalismo

Mis inicios en el mundo del baloncesto se dieron en la escuela de Los Guindos, donde mi hermano también jugaba y él tuvo una gran influencia. En EBG Los Guindos comencé jugando Minibasket, siendo elegido para la selección malagueña, con la que salimos campeones del Campeonato de Andalucía. Tras unos años jugando en el equipo de mi pueblo, recibí la llamada de la cantera de Unicaja. Llegar a formar parte de una de las mejores canteras de España me motivó mucho para seguir adelante. A decir verdad fue una etapa muy bonita pero a la vez difícil: era un base muy pequeño, el más bajo del equipo, desgraciadamente me desarrollé más tarde que mis compañeros. Con el paso del tiempo comencé a crecer y a trabajar en mi físico, siendo más polivalente en mi juego.

Tras conseguir una beca de estudios en CB Novaschool, conseguimos clasificarnos para el Campeonato de España Júnior en el que pasamos de grupo, teniendo la oportunidad de hablar con varias agencias de representación. Tras un verano de preparación,  llega una etapa de transición al baloncesto adulto en Medacbasket (Fundación Javier Imbroda), donde coincidí con personas maravillosas y muy importantes en mi vida a día de hoy. Más tarde, tras varias conversaciones, llego al Club Alfàs del Pi, una breve etapa donde tengo buenas actuaciones individuales y conseguimos el objetivo del club.

Oportunidad de jugar en el extranjero

Las conversaciones con varios equipos de la primera división de Chile comenzaron tras finalizar mi etapa en Alfàs del Pi. Todo se dio en muy poco tiempo y muy rápido, la Liga Saesa ya había comenzado, se juega en el periodo de vacaciones que hay en Ligas FEB (verano) y los equipos querían tener a todos los jugadores entrenando a la brevedad, por lo que la negociación se aceleró con uno de los equipos que más interés y confianza puso en mí, Deportes Castro, situado en la Isla de Chiloé. Ya en Chile, me costó adaptarme, sobre todo al clima, pero con la confianza del entrenador y los compañeros todo fue más fácil. Acabé la Liga Saesa siendo uno de los mejores jóvenes, teniendo muy buenas participaciones con el apoyo de mis compañeros, lo cual me sirvió para recibir varias ofertas para la LNB Chile, pero al verme tan cómodo y con la confianza del club no tuve duda en renovar con Deportes Castro para la LNB Chile.

Tras un mes muy breve de vacaciones en Málaga, volví a Chile para comenzar la temporada. Colectivamente comenzamos los 10 primeros partidos muy bien, la LNB Chile es una liga muy larga con estilo americano (dos conferencias, dos partidos por fin de semana y viajes largos). En cuanto a minutos fue una temporada buena, teniendo protagonismo en algunos partidos más que en otros, pero muy contento.

El balance, para ser mi primera temporada en el extranjero y tan joven, es muy bueno. Estando tan lejos de casa aprendes mucho y te hace madurar en ciertos aspectos, al menos en mi caso.

Momentos que recordaré siempre, enfrentarme a mi hermano en varias ocasiones. Fueron partidos muy especiales, sobre todo porque mi madre nos visitó y pudo vernos en una ocasión.

La vida en Chile

Equipo, liga y situación
Deportes Castro. Tiene uno de los mejores pabellones de la liga, prácticamente nuevo y cuando se llena, es muy bonito, un ambiente lindo. Desgraciadamente no se llena muy a menudo, solamente está repleto contra el otro equipo de la isla, el clásico, muy popular en la Liga. Un equipo talentoso y compañeros geniales, me hicieron mi estancia allá como si estuviese en casa, eso siempre ayuda mucho. Yo era de los más jóvenes, un “rookie” en el baloncesto chileno, no conocía a nadie.

Acabamos con balance neutro, mismas victorias que derrotas, en nuestra conferencia Sur, más competitiva que la conferencia Centro; eso nos perjudicó y nos quedamos a dos victorias de “playoffs”, por lo que tuvimos que jugarnos la permanencia (y la conseguimos ganando la serie 3-1, justo antes de todo el caos del Coronavirus). En mi opinión, y basándome en opiniones de otros jugadores, la LNB (Liga Nacional de Básquetbol) tiene un nivel parecido al de LEB Oro.

Localidad y acogida de la gente
Castro (capital de la Isla de Chiloé). Es una ciudad pequeña con 47.365 habitantes, sin embargo una calidad humana impecable. Te hacen sentir como en casa y una voluntad de ayudar en cada momento.

Adaptación
Fue una adaptación difícil debido al clima, yo me fui de España entrando el verano y llego a Chile en completo invierno, fue duro. Vivía con un compañero, yo ya tenía experiencia de haber compartido casa con compañeros de equipo y la verdad que genial. En cuanto a la alimentación, comía en un restaurante, tuve muchísima suerte porque me trataron muy bien.

Morriña
Lo que más extrañaba de españa era mi familia, mi pareja, los amigos, prácticamente mi apoyo fundamental.

Lo mejor de Chile
En esta ocasión, de Castro, me quedaría con la humanidad de las personas, gente sencilla y dispuesta a ayudar en cada momento. Son personas que defienden sus raíces, cuidan mucho los unos de los otros.

Opciones de ocio
Muy poco ocio, una ciudad muy pequeña. Lo bueno es que solamente era entrenar y entrenar, no había tiempo para más. En mis tiempos libres me gustaba hablar con la familia, mi pareja, amigos… y desconectar leyendo libros.

Seguimiento de otras ligas
Sigo, por supuesto, al equipo de mi ciudad, Unicaja de Málaga. Euroliga, Eurocup… También sigo a viejos compañeros jugando las ligas LEBs, aunque era muy difícil seguirlo a diario por la diferencia horaria, pero siempre al tanto de todo.

Tanto la ACB como las ligas europeas tienen una visibilidad muy grande, por las RRSS es fácil estar al día. Sin embargo, las ligas LEB tienen que trabajar mucho más en ello, pienso que hay que darle mucha más visibilidad al jugador en desarrollo, jóvenes talentos, sobre todo al producto nacional.

Futuro

Lo primordial es que nos recuperemos de esta pandemia. Vienen momentos difíciles y hay que estar unidos, ojalá termine pronto y podamos volver a disfrutar de lo que nos gusta. Yo nunca cierro puertas a nada, me ha gustado mucho esta experiencia en el extranjero, trabajaremos y veremos la mejor opción con mis representantes. Sería bonito volver a España.

Me considero una persona creativa dentro y fuera de la cancha, espero dedicarme al mundo del diseño cuando acabe mi carrera.