Tengo que admitir que el fichaje de Mykal Riley (1985, 198 cm) por el Covirán Granada me ha sorprendido mucho. Un jugador al que apenas hace cuatro temporadas (2015-16) le había visto enfrentarse en Miribilla al Bilbao Basket con el Nanterre galo en Eurocup y que ahora llega a la LEB Oro para intentar ser el revulsivo de un equipo nazarí muy por debajo del potencial de su plantilla.

Y es que Mykal Riley es toda una institución en el básquet continental, sobre todo en el baloncesto galo, donde llegó a ser elegido por la LNB como miembro del segundo quinteto ideal de la década que va desde 2007 hasta 2010.

Formado en la prestigiosa Universidad de Alabama (2006-08), se hizo célebre como jugador de los Crimson Tide el 14 de marzo de 2008 por un anotar un milagroso triple en plena lucha por un puesto en el torneo final de la NCAA ante Mississippi State y llevar el partido a la prórroga. Que el partido se prolongara evitó que los miles de asistentes al Georgia Dome se encontrasen en el epicentro de un devastador tornado que asolaba Atlanta (historia que durante esta semana relató de forma detallada mi amigo José Manuel Puertas en el Ideal de Granada).

Tras no ser drafteado en la NBA, el verano de 2008 decidió cruzar el charco. Su primera experiencia profesional fue en el Ferrara la Lega. Su experiencia en Ferrara no duraría mucho, finalizando aquella primera campaña europea en el Imola de la Lega2.

En 2009 aterrizaría en Francia, firmando con el Nanterre, entonces en ProB. En su segunda temporada con Nanterre lograría el ascenso a la ProA y en la máxima competición del básquet galo debutaría defendiendo la misma camiseta. Sin embargo, un positivo por cánnabis en un control antidoping en verano de 2012 le obligaría a dejar Francia cuando había firmado un buen contrato con el Dijon. Se vería obligado a emigrar a Venezuela para enrolarse en los Bucaneros de la Guaira.

Tras el paréntesis latinoamericano, en 2013 volvería a Francia para, ahora sí, firmar por el Dijon. Tras una temporada (en la que firmaría sus mejores números en Pro A con 14.2 puntos y 5 rebotes en fase regular), volvería a su club de siempre en tierras galas, donde permanecería tres campañas más (2014-17). A nivel colectivo, serían sus mejores años en Francia, proclamándose campeón de la FIBA Europe Challenge en 2015 y disputando la Eurocup en la campaña 2015/16. En 2017 abandonaría definitivamente Nanterre, para estirar su carrera en Francia defendiendo los colores de Le Mans (2017/18) y Chalon (2018/19).

Tras 326 partidos en ProA y ProB entre liga regular y playoffs, en la presente campaña Mykal Riley cambiaba Francia por Turquía, donde firmaba por el Bursaspor turco. En los 12 partidos jugados en la primera división turca antes de abandonar tierras otomanas, había promediado 5 puntos y 2.9 rebotes.

A sus 35 años y ya en el ocaso de su carrera, Mykal Riley es todo un lujo para la LEB Oro. Un jugador de equipo que es una amenaza constante desde el 6.75 (sobre todo desde las esquinas) con unos porcentajes que suelen acercarse al 40% (aunque esta temporada viene de firmar un muy pobre 6/22 en el triple en Turquía). Sin embargo, sus recursos no acaban ahí, ya que puede anotar en 1×1 y es un buen penetrador. Jugador muy completo, puede irse perfectamente a los 5-6 rebotes por partido y ve también muy bien el juego, sumando asistencias con bastante asiduidad. Pese a su edad, físicamente parece bien conservado y si encaja en el vestuario, entiende su rol y su actitud es adecuada, puede ser una de las sensaciones de esta segunda parte de la temporada en LEB Oro.


Autor: @minte1974