Las malas dinámicas son parte del deporte y Granada está conociendo esa faceta del baloncesto que, si me permitís el atrevimiento, no ha conocido en sus siete años de vida. Ha tenido malas rachas, por supuesto, nadie llega de Nacional a Oro ganando 100 partidos seguidos, pero nunca ha perdido cinco partidos de seis jugados.

¿Por qué está el Covirán Granada en esta situación?

  1. Plantilla. Me costaría mucho decir un jugador de esta plantilla que no fuera titular en la mayoría de los equipos de la LEB Oro. Sin embargo, no hay que negar lo evidente, y hoy por hoy hay muchos jugadores rindiendo por debajo de su nivel.
  2. Estrella. Con Kapelan como fichaje cuesta pensar que a Granada le falta un referente ofensivo. Sí, Granada es, junto con Cáceres, el único equipo cuyo máximo anotador no llega a los 12 puntos, pero quiero recordar que el año pasado el poderoso Betis subió con 12 de Dee, su máximo anotador, y Bilbao con Brown promediando 11. Es más fácil parar a un jugador que a una plantilla y estos años estamos comprobando el peso de tener un equilibrio en ésta.
  3. Líder. Tengo la sensación de que con Eloy Almazán se ha perdido una parte muy importante de un equipo y es el liderazgo. Hay jugadores importantísimos en un vestuario, aunque no metan una canasta, aunque no jueguen ese día. El liderazgo y saber llevar un grupo de jugadores es una de las facetas más importantes (y difíciles) de este maravilloso deporte.
  4. Calendario. Si quieres estar arriba debes ganar lo máximo posible y también a equipos de tu misma entidad. Granada no ha podido vencer en esa cima que tenía en el calendario y es consciente de que tiene que recuperarse en los próximos choques.
  5. Defensa. Si comparásemos el Granada de esta temporada con el de la anterior a estas alturas, no veríamos grandes diferencias en cuánto a puntos encajados. Aun así, Granada acabó la liga siendo la cuarta mejor defensa y ahora mismo está en la parte media de la clasificación.
  6. Concentración. Cada vez que Granada hace un mal partido podréis escuchar a Pablo Pin comentar acerca de ello una y otra vez. Y lleva razón, porque la sensación que se tiene desde el exterior es que el equipo se desconecta durante muchos minutos de los partidos y no sabe ver la importancia de ciertos choques.

Los puntos 5 y 6 es posible que sean en los que más se está trabajando desde el cuerpo técnico, sobre todo en el punto seis que englobaría un factor mental (¡qué importante es esto!). Hay otros puntos a considerar en los que Granada no puede trabajar directamente.

  1. Nivel de la liga. ¿Nadie piensa que la calidad de las plantillas ha subido mucho respecto a la temporada anterior? Está muy bien buscar culpables, pero creo que no hay cinco equipos que tengan peor plantilla que la temporada anterior. Cierto, no tenemos al Betis (ni tendremos algo así), pero todos los equipos se han reforzado de una forma considerable.
  2. Expectativas. El punto más importante y diferencial junto al anterior descrito. Cada seguidor, cada entrenador y cada jugador con los que hablé el pasado verano me comentaban lo mismo: “Granada sólo está por detrás de Palma y los descendidos.” “Este año tienen que estar peleando por la Final Four”. Una presión con la que Granada vive desde el primer partido y unas expectativas demasiado optimistas (no peco precisamente de exigirle poco a este equipo). Pero oye, cuando has estado a un par de minutos de meterte en la Final Four, ¿qué no le pides a este equipo?

Sin embargo, en el entorno granadino se es consciente que se debería estar más arriba y saben que ahora mismo no están cumpliendo con lo esperado de ellos. No vamos a negar, a pesar de los puntos descritos, que el conjunto andaluz debería estar más arriba por lo que supone la plantilla configurada, pero tan sólo llevamos diez jornadas y esto acaba de empezar. Por cierto, la pasada temporada con las mismas jornadas jugadas Palma y Ourense llevaban un balance de cinco partidos ganados y cinco perdidos y ya sabemos cómo acabaron estos equipos.


Autor: Miguel Ortega (@expeLEB)