Si algo se ha producido con el flujo de ascensos y descensos ACB-Oro, es que los planteles de la competición han mejorado y con ello se han conseguido atraer a buenos jugadores. Lejos aún de aquellos tiempos de bonanza, lo que sí se puede tener claro es que el nivel medio de la competición se ha elevado y que cualquier equipo pequeño puede ganar al pez grande si este no está al 100%. La temporada pasada, con Real Betis Energía Plus y RETAbet Bilbao Basket, parecía que alguna figura podía recaer, pero esta temporada con los planteles casi definidos de los descendidos (Delteco GBC y Leche Rio Breogán), tampoco ha habido ningún nombre de jugadores novatos que fuese ese estatus de estrella máxima; y la impresión que se hace real es que cualquier equipo medio de Suecia o Países Bajos le «birla» jugadores a equipos de Oro, entre otras cosas porque los equipos tienen que tener diez jugadores muy válidos. Con el brillo de varios regresos a la competición (Dago Peña y Pedro Llompart son dos nombres a seguir), también hay que apuntar el nombre de nuestro protagonista: Travis Bader, reciente fichaje del Chocolates Trapa Palencia.

Ya la temporada pasada se sacaron de la chistera a Steve Vasturia, a la postre uno de los mejores jugadores de la competición, y ahora repiten formula con un perímetro que complementa un rookie (Paul Jorgensen, donde el curso pasado era Calvin Hermanson). Con presencia en las ligas de verano de la NBA y con varias ligas importantes en su historial, Travis Bader llega para que sea su año de despegue en pos de la regularidad. Al ser un jugador que sale de los cánones normales, sabemos quién es pero no le conocemos a fondo, por lo que pedimos la colaboración de un experto analista como Igor Minteguia. Esto es lo que nos cuenta:

Tirador de élite. No hay mejor definición para Travis Bader (1991 / 196 cm), la flamante nueva estrella del Chocolates Trapa Palencia y, sin ningún género de dudas, uno de los jugadores con mayor renombre que han llegado a la LEB Oro este verano. Tras bote, saliendo de bloqueo, lanzando a dos pies parados en situaciones de spot-up… no hay situación en la que nuestro protagonista no pueda sacar a relucir su depurada mecánica de tiro en suspensión con grandes posibilidades de que el balón acabe traspasando el aro y besando la red.

Travis Bader es, además, una leyenda en la NCAA. Durante sus años de formación en la Universidad de Oakland (2010-14) sumó nada menos que 504 triples anotados, una marca que se ha situado durante un lustro como la mejor en toda la historia de la NCAA, hasta que precisamente este curso el flamante fichaje de Obradoiro Fletcher Magee lo ha superado, dejando el nuevo hito en 509.

Nacido en la pequeña localidad de Okemos (Michigan) el 2 de julio de 1991, a nivel de NCAA-DI sólo logró la invitación de la Universidad de Oakland para formar parte de su programa, pese a destacar a nivel local en edad colegial. Tampoco fueron muy esperanzadores sus inicios en el basket universitario, pasando en blanco su primer año (redshirt).

La fortuna le sonreiría cuando en su primer año en la plantilla de los Golden Grizzlies debutaba como titular gracias a la sanción disciplinaria recibida por el teórico titular. Aprovechó a la perfección su oportunidad, anotando tres triples en ese primer encuentro de la campaña. Acabaría siendo titular en 22 de los 35 partidos que disputaría su equipo en la campaña 2010/11, logrando además una invitación para disputar el Torneo de la NCAA. Sus promedios serían de 10.5 puntos. 2.2 rebotes y 1.4 asistencias por choque, con un excelente 44% desde más allá de la línea de tres (94/212).

En su campaña Sophomore, y ya asentado como titular, se iría a los 15.9 puntos, 3.2 rebotes y 1.2 asistencias por actuación. La mejor anotación de la temporada la firmaría el 26 de enero de 2012 ante South Dakota State (37 puntos, 10/14 T3). Su porcentaje en triples esta temporada rozaría el 40% (39.9%, 124/314).

El año júnior de Bader (2012/13) fue el más exitoso a nivel individual de todo su ciclo formativo. Firmaría 22.1 puntos, 2.9 rebotes y 1.0 asistencia por partido, que le harían ser merecedor de ser nombrado All American y ser incluido en el quinteto ideal de toda la NCAA. El 24 de enero de 2013 Travis Bader disfrutaría de una jornada inolvidable, cuando lograba endosar nada menos que 47 puntos a los IUPUI Jaguars (11/18 T3). Esta campaña lograría un 38.6% en triples (139/360).

Pese a haber finalizado sus estudios tras graduarse en Comunicación, aún le quedaría un año de baloncesto extra por haberse pasado su primer curso en blanco. Pudo haber cambiado de Universidad, pero fue fiel a los Golden Grizzlies, volviendo a liderar a su equipo con 20.6 puntos, 2.8 rebotes y 1.4 asistencias (40.8% T3, 147/360). Precisamente, el 2 de febrero de 2014 nuestro protagonista pasaría a la historia de la NCAA batiendo la marca de JJ Redick de triples anotados por un jugador durante su ciclo universitario. Al final de esta campaña, finalizaría sus cuatro campañas en Oakland con nada menos que 504 dianas de 1246 intentos (40.5%).

Sus impresionantes números no le sirvieron para ser drafteado en 2014. Lo intentó en las Summer League (su participación en estos eventos ha sido una constante durante este último lustro), defendiendo los colores de los Sixers y de los Warriors, pero a falta de oportunidades en la mejor liga del mundo, decidió probar fortuna en Europa, firmando por el Asvel galo.

Su primera experiencia profesional fue frustrante. En diciembre dejaría el Asvel tras jugar partidos en Euroliga, Eurocup y liga francesa, aunque con escasos minutos en pista y con un acierto reducido desde el triple (19% en liga doméstica). Se refugiaría en la D-League, donde demostraría su puntería (12.8 puntos).

Volvió a probar fortuna en el viejo continente en la campaña 2015/16, comprometiéndose con el Neptūnas Klaipėda lituano. Sus números no fueron extraordinarios (6.4 puntos de media en liga lituana, 9.1 en Eurocup), pero dejaría su impronta de tirador puro. Tres de cada cuatro tiros de campo sería desde más allá del 6.75 y en competición continental firmaría un excelente 50% de acierto desde el triple.

En la campaña 2016/17 bajaría un escalón para enrolarse en el Recalcati en la siempre competitiva segunda división italiana. Con licencia para lanzar, se iría a los 15.7 puntos de media (con un buen 39.4% desde T3), intentando por encuentro nada menos que más de 7.5 lanzamientos desde más allá del arco.

Tras su paso por tierras transalpinas y con la temporada ya comenzada, firmaría en enero de 2018 con el Larisa griego, donde en 16 partidos y con 17 minutos de media en pista lograría 6.6 puntos por choque (37% T3). La 2018/19 la comenzaba en la G-League (Austin Toros), pero volvería a probar fortuna en tierras helenas defendiendo la camiseta de los Cretan Kings, firmando unas medias de 10.5 puntos en 20 minutos en cancha (con un excelente 45.7% T3).

Tal y como podemos comprobar, Travis Bader no ha logrado aún, a sus 28 años, la estabilidad en su carrera profesional. Su rol en las primeras divisiones de Francia, Lituania o Grecia ha sido la del especialista tirador con tiempo reducido en cancha. Sin embargo, en la Serie A2 italiana, con minutos y con mayor protagonismo, ofreció un rendimiento que puede ser referencia para saber lo que puede ofrecer en Palencia.

Con licencia para tomar responsabilidades en ataque, veremos en LEB Oro una muñeca de oro tanto desde la larga como desde la media distancia. Un jugador que se mueve muy bien sin balón, que utiliza el dribbling y los amagos para lograr unos centímetros de distancia con respecto a su defensor para poder armar el brazo en centésimas. Además de ser un seguro de vida desde el tiro libre (logró en su año sénior un bestial 94% TL). Un killer que, con confianza y con la mentalidad correcta, será uno de los nombres propios de la próxima LEB Oro sin ningún genero de dudas.