Sorpresa en la LEB Oro tras la llegada de un jugador que dará repercusión a la competición, ya no solo por su tamaño, sino por su rendimiento, como ha hecho en la NBA Summer League, ganándose artículos por medio mundo. Hablamos del último fichaje de Sáenz Horeca Araberri, el base rookie Junior Robinson (EEUU / 1996 / 165 cm / 68 kg), que llega desde Mount St Mary’s (NCAA-DI) para sumarse a otras piezas también provenientes del baloncesto universitario como Okoroh o Tavakalyan, el retornado Đedović y el ascendido Soto.
Formado en Estame Alamance (High School), su estatura fue una traba para que equipos universitarios potentes apostaran por él, pero en Mount St Mary’s lo tenían claro, y una vez reclutado tuvo un papel preponderante desde el primer día, sumando 130 partidos como titular de los 131 que ha jugado en NCAA. Durante sus cuatro años se ha dedicado a mejorar: su físico, su habilidad para disparar, su control de velocidad, su capacidad para definir… todo ello regado con su capacidad de superación y la creencia en sus posibilidades. Cada curso, desde el primero (14/15), ha ido creciendo en minutos y puntos (8-12-14-22) hasta que en esta última ha sido el mejor jugador de su conferencia (NEC), y se ha salido en las estadísticas (36 mi, 21.9 pt, 2.8 re, 4.8 as, 1.1 ro). Temporada para el recuerdo, donde fue el 15º máximo anotador de toda la NCAA. Pasó por el Pro Basketball Combine, tuvo workouts y finalmente logró un hueco en la Summer League de la NBA (con Atlanta Hawks); fue allí cuando causó mayor impacto mediático, y sus actuaciones, unidas a su altura y sus 20 puntos frente a los Clippers, se hicieron virales. En Salt Lake City tuvo pocas oportunidades (2 pa, 2 mi), pero en Las Vegas disputó cuatro partidos (15 mi, 7.7 pt, 1.2 as).
La nota de prensa de su nuevo equipo merece la pena leerla, y reproducimos, a continuación, la definición de Mikel Ereño (entrenador ayudante del cuadro vitoriano): “Es un base con muchísima capacidad ofensiva, con un amplio repertorio en ataque y que entiende muy bien el juego. Extremadamente explosivo y rápido, sabe sacar provecho de sus dotes físicas según las circunstancias del partido y eso le aporta un gran control del juego. En ataque es un finalizador nato, puede anotar desde el perímetro, puede generar opciones más cerca del aro y conecta muy bien con sus compañeros”.
Nosotros hemos decidido preguntarle a Álex Labad (@alean11) sobre el nuevo playmaker araberrista, y esta es su visión: “No os dejéis engañar por su tamaño, Junior Robinson es un jugador que puede dar mucho que hablar en esta LEB Oro. Araberri continúa con jugadores pequeños y anotadores para su puesto de base, la temporada pasada pudimos ver como Alec Wintering era uno de los jugadores más destacados de la competición y este año con la llegada del rookie de Mount St Mary’s creo que podremos ver algo parecido. El año pasado en algunos partidos vimos cómo le descargaban de la responsabilidad de subir el balón para que pudiera estar más explosivo en sus acciones de cara al aro, esto sucedió especialmente en partidos contra equipo muy físicos que le podían suponer un problema a la hora de ejercer como base en la pista. Es cierto que asumió muchos tiros durante su temporada Sénior pero viendo lo que ha ido haciendo Araberri estas pasadas campañas no nos sorprendería si Junior Robinson terminara siendo uno de los jugadores con más tiros del equipo”.
26 puntos y 4 asistencias vs Georgetown
Pese a su estatura (165 cm), es un jugador con capacidad para asumir el contacto y finalizar con habilidad, no tiene miedo a atacar el aro y jugar contra los pívots de los equipos contrarios. Su amenaza exterior (38.8% T3) es esencial para su juego, puesto que esto obliga a los defensores a estar cerca de él y gracias a ello puede utilizar sus buenos cambios de ritmo para atacar el 1c1. Dentro de todo su repertorio ofensivo no hay duda de que su mejor arma y la que mejor sabe jugar es el bloqueo directo, su última temporada en NCAA fue uno de los jugadores que más situaciones de P&R jugó en toda la DI algo que habla de su capacidad para resolver este tipo de acciones. Domina las pausas lo que obliga a los grandes a tomar decisiones que sabe castigar muy bien, la realidad es que es un jugador muy anotador pero sabe asistir a sus compañeros cuando juega bloqueos. Para acabar, hay que destacar que es un jugador muy fiable desde la línea de tiros libres (rozando el 90%), lo que le convierte en un buen anotador. Defensivamente , su velocidad de piernas le permite estar cerca de sus oponentes, algo que puede ser muy incómodo porque está acostumbrado a hacerlo en toda pista y aunque no acumula muchos robos de balón, sí que puede generar malas acciones en el equipo contrario que pueden acabar en pérdidas o robos de otros compañeros. No hay dudas de que uno de sus puntos débiles a la hora de defender puede ser su altura si se enfrenta a jugadores que puedan tirar por encima de él, esto puede ser un hándicap defensivo que su buen físico igual no puede resolver.
Con Junior Robinson tenemos impacto mediático, y a buen seguro nos dejará varias jugadas grabadas en la retina, ya que es capaz de hacer mates o entradas mortales a pesar de su tamaño. Base que le gusta asumir el balón, con liderazgo, capaz de asistir, y sin miedo a nada, causará estragos en el juego de bloqueo directo, ya que si le dejas espacio anota de tres, y si te pegas mucho, con su velocidad, bote bajo y manejo de balón, te hará un crossover y el defensor solo verá que le supera y va como una centella al aro. Sin embargo, debe adaptar su juego al estilo europeo, porque en la Oro se juega rápido, pero hay táctica y dista mucho de ser run and gun, deberá vigilar sus pérdidas (2.8) y aunque en defensa no rehúye el contacto, y es duro, su físico es un hándicap, siendo habitual que le posteen o le busquen, por lo que le tocará al Coach Herrera trampear y ocultar debilidades en su entramado defensivo. Está claro que si midiera veinte centímetros más no estaría en Araberri, pero que nadie dude de que nos vamos a divertir mucho con él. un jugador que cree en sus posibildades, y que no duda con soñar en emular a Earl Boykins o Tyrone Muggsy Bogues, otros bajitos que llegaron a la NBA.
Foto destacada: Michael Hickey / Getty Images