Araberri no falla. Un club humilde como el vitoriano siempre tiene que buscar apuestas y ser una especie de trampolín; así ocurrió con Zaid Hearst o Johnny Berhanesmekel, o  más recientemente con la irrupción del tridente Wintering-Dee-Edwards.

El equipo que dirigirá esta campaña Antonio Herrera viene de anunciar la incorporación de Artem Tavakalyan (1995 / 198 cm). El nuevo jugador araberrista, de padres armenios, nació en Moscú, pero siendo niño emigró junto a su familia a Estados Unidos, formándose allí posteriormente en Florida Air Academy (High School). Sería reclutado en 2014 por Delaware St, y ya en el verano de 2015 las selecciones inferiores de Armenia contaron con él, a pesar de nunca haber vivido en el país caucásico, y a partir de ese momento ha sido un habitual del combinado nacional. Sus cuatro años universitarios fueron muy típicos: un primero de pocas oportunidades, un Sophomore con alguna más, un tercero (16/17) ya de segunda unidad con minutos (14.0 pt, 6.0 pt, 2.5 re) y un último Sénior (17/18) donde fue pieza clave (27 mi, 10.8 pt, 5.5 re, 1.5 as). Aunque no recibió nominaciones de su conferencia (MEAC) tras este gran año, sí jugó el 3X3U National Championship, y destacó en algún torneo de Séniors NCAA como Basketball Summit o Gotham Hoops.

Artem es un alero que ha tenido más protagonismo que nunca en su último año universitario. En Delaware St solía ocupar la posición de ‘tres’, con una apuesta clara por un juego de small ball con Okulie de referencia interior. Se trata de un jugador atlético, fuerte, buen tirador de triples desde las esquinas o 45º grados a pies quietos, siendo fiable en este aspecto. También es un buen penetrador, aprovechando su fuerza, más que desde el dribbling, a través de cortes o movimientos sin balón, siendo efectivo desde la media distancia. Puede llevar a su par al poste si sabe que tiene ventaja, sacando rédito de ello.

Las primeras veces que le vimos fue con la selección de Armenia, donde jugaba por fuera mayoritariamente al ser el frontcourt Andrew Chrabascz y Luke Fischer. En defensa, no se arruga y es correoso, pero debe controlar su actividad de manos (que le penaliza en faltas personales) y su posicionamiento (superado a veces ante rivales físicos). Además, carga bien el rebote, aportando mucho en este aspecto. Debe mejorar su manejo de balón, su concentración a tiempo completo y sus fundamentos globales.

Araberri es un equipo que se caracteriza por realizar apuestas, y Tavakalyan es una más. Con impresión de no llegar a esos 198 cm, el internacional armenio es un jugador que puede dar relevos de mucha intensidad, ser peligroso desde el triple y cargar el rebote, pero se debe ser consciente de que puede sufrir si tiene el balón, en defensa ante rivales top y que todavía tiene un amplio recorrido en cuanto a progresión. En el momento actual, y a la espera del rol que le asigne Antonio Herrera, es una incógnita.