RETAbet Bilbao Basket viene de anunciar el primer refuerzo para su pintura; se trata de Kevin Larsen (1993 / 208 cm). Tras renovar al incombustible Javi Salgado, optaron por traer jugadores que en su momento disputaron la LEB Oro y ahora llegan mejor que nunca (Osvaldas Matulionis, Edu Martínez y Thomas Schneider, los dos últimos llegan desde ACB). Poco después llegaba Jaylon Brown para ser el microondas, como os contamos, y ahora es turno ahora del MVP de la pasada Basketligaen (liga danesa).

Larsen es un jugador que llegó tarde al baloncesto, ya que hasta los 15 años no empezó a jugarlo; los duros inviernos de Dinamrca le privaban de jugar al fútbol, el deporte con el que empezó. Sus inicios fueron en el Stevnsgade, donde solo permaneció tres años y enseguida se hizo con un hueco importante en las categorías inferiores de Dinamarca, consiguiendo unos números que, unidos a su físico, llamaban la atención de los ojeadores. En la 10/11, cuando se iba incorporar al Værløse, club mítico de cantera en el país nórdico, optó finalmente por irse a un High School de EEUU, eligiendo el Montrose Christian School, con fama de mandar jugadores a la NCAA-DI y con experiencia con jugadores extranjeros. A pesar de la distancia respecto a su familia, Larsen destacó y los Colonials de George Washington lo reclutaron. Allí se hizo un nombre durante cuatro años (12-16): siendo titular, ofreciendo un rendimiento constante, llevándose el premio a la mayor progresión en su año Sophomore o la nominación al tercer mejor quinteto de la Atlantic-10 (14/15). A nivel grupal, solo jugó el March Madness una temporada (13/14), con Armwood de compañero, pero a cambio, en su último año Sénior (15/16; 33 mi, 12.3pt, 8.2 re, 2.6 as), se proclamó campeón de otro prestigioso torneo como el NIT, con la irrupción decisiva de Tyler Cavanaugh.

Vía scoutbasketball.com

Este buen año hizo que jugara el prestigioso PIT, torneo reservado para Séniors; tuvo un paso discreto por él (4.7 pt, 3.0 re) y entrenó con los Wizards de cara al Draft. Se estrenaba como profesional en la 16/17, y el destino elegido para su año rookie causó un poco de sorpresa al firmar por el Lille de la ProB francesa (equivalente a la LEB Oro); no cuajó y su estilo de juego no se adaptó a lo que requería el equipo, a pesar de las promesas iniciales del entrenador, y tras solo 13 partidos fue cortado (19 mi, 7.6 pt, 3.4 re). A las pocas semanas encontró equipo en la ProA alemana (equivalente también a Oro), firmando por el MBC, aunque no consiguió entrar en un equipo ya hecho que iba viento en popa y tan solo le quedaron los minutos de descanso del pívot titular Pantelićc (14 mi, 3.8 pt, 3.5 re). Tras ese mal año decidió volver a casa, a uno de los equipos potentes de Dinamarca como es el Horsens; aunque no consiguió llevarse el campeonato al perder ante Bakken, la temporada de Larsen fue espectacular, siendo el MVP de la Basketligaen (29 mi, 19.2 pt, 7.1 re, 3.2 as) y el pívot más dominador de la liga.

El director deportivo del Bilbao, Rafa Pueyo, lo define como “un jugador de talento ofensivo para anotar y generar opciones para sus compañeros; buen pasador y con recursos en el poste bajo”. No va desencaminado. Larsen es un pívot que nos encanta, que ocupa mucho sitio, que ha sido imparable en la liga danesa, que es capaz de salir para los dos lados de espaldas al aro y que es muy efectivo cerca del aro, siendo un buen reboteador y finalizador, y muy inteligente a la hora de posicionarse. Una de sus mejores virtudes es, además de sus fundamentos, su entendimiento del juego, con una capacidad superior a la media a la hora de asistir, o cuando le realizan 2×1. Capaz de desenvolverse bien en el pick and roll en situaciones claras, en defensa no se arruga en el contacto a la hora de 1×1; eficaz en su radio de acción. Con un tiro inconsistente aún desde media-lejana distancia en cuanto a regularidad (pero en progresión), su falta de explosividad y la ausencia de unos centímetros más le lastran para ligas importantes de Europa. Puede sufrir ante pívots grandes con fundamentos en el poste bajo o jugadores muy móviles potentes que lo saquen de su radio de acción, perdiendo en ocasiones la posición.

Aunque es el primer refuerzo interior conocido del equipo vasco, aún es pronto para hacer una valoración global certera sin conocer a sus compañeros de batalla. Desde aquí, estamos convencidos que en Oro puede ser un buen titular o relevo importante, y llega avalado por su ética de trabajo, su buen instinto reboteador y su efectividad cerca del aro aprovechando su tamaño. Sin embargo, no se debe olvidar que en su primer año en Europa, en competiciones de parecido nivel aunque diferentes en juego, no cuajó; necesita un estilo de juego adecuado para él en cuanto a ritmo, dándole el balón para que genere o creándole el espacio necesario para anotar. El nuevo MIB es un buen pívot, pero llega a un gran equipo que tiene el objetivo de ascender y recuperar la categoría, con lo que eso conlleva, y que a falta de conocer a sus compañeros, se debe tener claro el mejor ritmo de juego para sacarle su máximo provecho sin dejar nada en el tintero.