Sergio Jiménez (Salamanca, 1980) se forjó como entrenador, principalmente, en el Fuenlabrada, donde hizo de todo: categorías inferiores, LEB Plata en vinculados, asistente en ACB… hasta que decidió probar nuevos retos. Y no le pudo ir mejor, ya que con Araberri conseguía el ascenso a LEB Oro en la 15/16. El siguiente curso también daría el salto a Oro, aunque no con Araberri, sino con un Magia Huesca en el que vivió una experiencia infructuosa en cuanto a resultados, aunque enriquecedora en el plano formativo. Este curso aceptó el reto de sustituir a una referencia como David Mangas en Óbila (Ávila Auténtica Carrefour El Bulevar).
Hablamos con él de cómo le está yendo la temporada, y de muchas otras cosas…
Zona de Básquet – Empezamos por el verano. Cuando se confirma la salida de Mangas en dirección a Navarra, y te proponen dirigir al Óbila, ¿te lo piensas o, sin duda, lo ves como una gran oportunidad tras una temporada infructuosa para ti?
Sergio Jiménez – Cuando me llamaron valoré varios aspectos. El primero fue el factor humano; tuve varias conversaciones muy positivas con varias personas del club y me dio la impresión que estaba tratando con gente honesta. El segundo, poder entrenar relativamente cerca de mi casa y estar con mi familia. El último, la ilusión por volver a entrenar. No tuve muchas dudas, la verdad.
ZdB – Más allá de lo que indican los resultados, se observa una línea clara ascendente en cuanto a juego. ¿Notas lo mismo?
SJ – Evidentemente hemos mejorado mucho en el juego colectivo, es normal. Nos encontramos con una situación en la que tuvimos que construir un roster nuevo, hicimos una pretemporada muy corta y encima hemos tenido muchos problemas físicos durante la temporada que nos han lastrado a nivel de trabajo. Creo que estamos mejorando y esperamos seguir haciéndolo de aquí al final de temporada, porque todavía hay muchas facetas del juego que no dominamos colectivamente.
ZdB – ¿Esperabais a estas alturas estar donde estáis? ¿Era el objetivo planteado del club a inicio de temporada?
SJ – No, no teníamos un objetivo definido, más allá obviamente de la permanencia en la categoría. Creo que es fundamental, no apartarse de los objetivos que puedes controlar y esos te los da el día a día, luego los resultados llegan y la clasificación te suele poner donde te mereces al final de la temporada. A día de hoy solo podemos pensar en hacer un buen entrenamiento e ir paso a paso.
ZdB – Ya has tenido diferentes experiencias en Plata, pero creemos que este curso es uno de los más complicados. Más allá de la igualdad que caracteriza la competición, tener a dos cocos como Granada y Lucentum, con plantillas más cerca de Oro que de Plata, da más valor a los resultados que se obtiene. ¿Qué opinas?
SJ – Creo que, a priori, pueden estar un paso por encima por estructura, por economía, pero luego la realidad de la competición es que es una liga complicada e igualada. A largo plazo puede ser más difícil disputar el ascenso, pero cada partido es muy disputado e igualado y pueden darse muchos resultados inesperados.
ZdB – Si miramos la tabla, y dejando aparte el “Efecto Leicester” de La Roda, ¿podemos afirmar que el Óbila es uno de los outsider de la categoría junto a otros tapados como Morón o Albacete, por ejemplo, para el tramo final de la competición, o es el día a día el que marcará el devenir de esta competición?
SJ – No, es pronto incluso para saber los equipos que disputaran los playoffs. Todo está muy igualado y queda un tramo final de competición muy emocionante; ahora mismo lo principal es ir día a día, ya que si piensas a dos o tres semanas vista en esta liga, puedes bajar muchos puestos en la clasificación.
ZdB – La buena racha de resultados reciente vino en partidos llevados a tanteos más altos que los partidos menos afortunados. Está claro que esa línea de juego colectivo, dinámico y alegre es la línea a seguir. ¿Es lo que intentas inculcar a tus jugadores?
SJ – Bueno, lo que les intento inculcar es que seamos un equipo duro defensivamente y fomentar conceptos que creen juego colectivo en ataque. Hemos mejorado mucho la producción ofensiva, pero viene dado de una bajada de pérdidas, y de conseguir mejores opciones de tiro, que nos han hecho subir nuestros porcentajes de tiro de 3, que era una losa bastante grande para nosotros. Hemos intentado mantener la línea defensiva que desde el inicio de liga hemos arrastrado y mejorar ofensivamente.

ZdB – Otra virtud de este equipo es su amplia rotación. Hay unos jugadores que son puntales, pero el equipo tiene a sus 10-11 jugadores metidos, con minutos, lo que provoca que, si uno no tiene un buen día, aparezca otro compañero. ¿Cuando diseñaste la plantilla buscabas esto?
SJ – Intento siempre buscar una rotación de 10 jugadores. Si tienes como idea mantener un ritmo alto de juego y buena dureza defensiva no encuentro otra forma de hacerlo que involucrando a todos los jugadores que tienes a tu disposición.
ZdB – Si buscamos puntos débiles, vemos dos claros: la irregularidad (cada vez menos) y la dependencia del juego de Sidão.
SJ – Sí, sobre todo a principio de temporada, y partidos fuera de casa, nos estaba costando encontrar regularidad. Para ganar en esta liga fuera de casa tienes que jugar muy bien y minimizar errores y eso es lo que más nos ha costado encontrar como equipo.
Sidão es un jugador que en condiciones normales es dominante, pero entiendo que el equipo tiene otros puntos fuertes que tenemos que saber encontrar cuando el no está en pista. Hemos tenido partidos que no hemos podido contar con él y hemos sabido encontrar el camino para realizar un buen juego, y yo creo que eso nos ha hecho crecer tanto a nivel grupal como individual, pero es evidente que cuando tienes un jugador de sus características hay que intentar que sus compañeros sepan jugar en torno a él.
ZdB – Una de las revelaciones es Harol Cazorla, que quizás levantaba al principio ampollas por su altura. Pero vaya jugador: intenso, listo, líder, siempre sumando… Imaginamos que todo un lujo contar con él, ¿no?
SJ – Sí, es un lujo poder contar con un jugador como él. Lo que más me ha sorprendido es el hambre que tiene por mejorar y la humildad con la que encara el día a día. No me sorprende a nivel deportivo lo que hace, era consciente, cuando lo firmamos, de las capacidades que tenía. Donde más me ha sorprendido es a nivel humano.
ZdB – Otra pieza clave es Jon Ander Aramburu, que tras una campaña no muy brillante en Alicante llegó con muchas ganas a Ávila, y como buen conocedor de la categoría es un puntal. ¿Qué le falta para dar el salto a un escalón superior?
SJ – Yo creo que las condiciones las tiene; le ha faltado estos años regularidad, pero hasta ahora está siendo bastante regular en el juego. Tiene que convencerse que todavía está lejos del nivel que puede tener como jugador y alcanzarlo, aunque estamos yendo por el buen camino en su evolución.
ZdB – Pasaban los años y llevábamos tiempo sin verlo en España, pero Sidão volvió a nuestro país este verano. Un jugador diferente, dentro y fuera. ¿Notas que los árbitros parece que a veces tienen una fijación con él, o simplemente es que al ser tan grande se le ve más?
SJ – Es difícil arbitrar a jugadores tan grandes, pero con la experiencia que tiene creo que le ayudado a mejorar desde el principio de año en esta faceta del juego.
ZdB – El que está creciendo, encontrándose muy a gusto y ganándose cada minuto es Berni García. Después de una temporada en EBA curiosa, está explosionando a tu lado, y sobre todo creciendo en la dirección. ¿Un base completo para el futuro?
SJ – Es un base a tener en cuenta, desde luego. Ha sido una grata sorpresa, juega con mucho corazón y cada vez con más inteligencia, creo que está dando los pasos en la dirección correcta, le gusta mucho el baloncesto y tiene muy buena ética de trabajo. Llegará lejos.
ZdB – El perímetro tal vez es el lugar más complementario: Kyle Hittle es la amenaza exterior después de una experiencia en Oro sin muchos minutos; Mulero, un trabajador nato; y Ballespín este año le estamos viendo en un trabajo diferente al que nos tiene acostumbrados. ¿Cómo los ves tú?
SJ – Entiendo que cada uno nos aporta una virtud diferente. Kyle es un tirador tremendo que está mejorando en otros aspectos del juego en los que tenía muchas lagunas. A Ignacio le hemos pedido un mayor atrevimiento, no se equivoca nunca y hace todas las reglas perfectas, lo que se está empezando a hacer que se suelte ofensivamente. Guillermo es un jugador con grandes cualidades físicas y un 1c1 demoledor, estamos trabajando para que mejore el tiro y la toma de decisión, es muy joven y el margen de mejorar muy amplio.
ZdB – El que está más condicionado por las lesiones es Alexander Bak, que no está encontrando su punto. ¿Por qué le está costando tanto su adaptación?
SJ – Le ha costado adaptarse y tal vez cuando estaba un poco mejor vino la lesión del tobillo. Ahora con Robinson están caros los minutos en ese puesto, pero tiene buena ética de trabajo y actitud para seguir mejorando y peleando.
ZdB – El último en llegar, el ugandés Robinson Opong, es un desconocido en el baloncesto europeo. ¿Qué nos puedes contar de él?
SJ – Entendemos que es un jugador que nos puede ayudar a mejorar la producción ofensiva, sobre todo a través de su tiro; además, nos debería ayudar en el rebote y su físico es importante para defender a este nivel. Hay que tener paciencia porque llevamos muy poco tiempo y creo que será un jugador a tener en cuenta en el tramo final de la competición.
ZdB – Por dentro, en la pintura, dos hombres dan los relevos. Por un lado, Matt Wilson, que no está notando el cambio de categoría (llegó desde EBA) y aporta lucha y rebote. ¿Qué le falta para destacar un poco más en el plano ofensivo?
SJ – Estamos trabajando para que sea más consistente en algunos aspectos técnicos del juego que le den una mayor dimensión a su aportación. No obstante, estamos muy contentos porque lo que esperábamos de él lo está dando de manera superlativa.
ZdB – Por otro lado, Njegoš Sikiraš, talento prometedor, aunque el peaje de pasar de Júnior a Sénior se nota. ¿Crees que conseguirá en el futuro adaptarse a la dinámica de lo que es un equipo profesional a pesar de su innegable talento?
SJ – El caso de Njegoš hay que ponerlo en perspectiva, es un jugador muy joven que ha disputado solo medio año de su competición Júnior y que llega a una liga totalmente desconocida para él. Creo que ha tenido momentos muy buenos con otros no tanto. Lo que es evidente es que intenta mejorar día a día y superarse a sí mismo. Dará mucho que hablar en el futuro.
ZdB – ¿Cómo son los entrenamientos del Óbila por semana?
SJ – Ahora mismo trabajamos cuatro días en semana, dos de ellos en doble sesión, donde las mañanas las dedicamos a la mejora individual de todos los jugadores, los dividimos en grupos y hacemos hincapié en el detalle técnico que entendemos le puede ayudar a mejorar. Luego las tardes las ocupamos más en el trabajo colectivo. Además, incorporamos sesiones de trabajo físico, al menos dos por semana.
ZdB – Suponemos que tus ayudantes, y los de cualquier otro equipo, son una parte importante en el trabajo diario. ¿Cómo dividís el trabajo?
SJ – Intentamos dividir la tarea de manera diferente. Puedo garantizar que la parte que hacen ellos es la más importante para el jugador para que esté bien atendido y cómodo en la ciudad.
ZdB – A nivel mediático, si quitamos el trabajo de los medios locales (que es muy loable), ¿no notas que la LEB Plata, teóricamente una categoría profesional, está un poco olvidada?
SJ – Es posible que sea una liga olvidada porque la repercusión que hay a nivel nacional es cero, pero creo que es una liga interesante igualada y que todo el mundo que participa de ella disfruta mucho. Desde aquí si es posible animar a que hubiese mayor difusión sería fantástico, aunque creo que hay otros estamentos que deberían encargarse de promocionar un poco más este producto.
ZdB – Te hemos visto dar charlas y colaborar. ¿Ayudas al club en otras facetas como la formación de entrenadores o jugadores de cantera?
SJ – Cuando participo de un club intento involucrarme y aportar mi granito de arena para que pueda crecer. Tuve la suerte de estar en un club que me ayudó a crecer como entrenador y gran parte de ese crecimiento vino dado porque pude ver y aprender de grandes entrenadores que estuvieron en Fuenlabrada, tanto en el primer equipo como en cantera; por lo tanto, si ahora puedo aportar algunas experiencias a gente que está en las situaciones que estaba yo, perfecto.
Además, me propusieron seguir con el trabajo que se hacía en Baby Basket en el club, y también participo para intentar que los más peques se enganchen al baloncesto y se cree afición en la ciudad.
ZdB – Recientemente vimos a Víctor Díaz en el primer equipo. ¿Se irán instaurando poco a poco jugadores de la cantera en el primer equipo o es un largo camino?
SJ – Bueno, la idea con Víctor es que dé los pasos adecuados para que algunos días pueda formar parte de la primera plantilla. Es muy joven y todavía tiene mucho camino que recorrer; además, tenemos más jóvenes valores por detrás que vienen apretando y debemos proporcionarles las herramientas para que puedan crecer en el entorno del club.