Hace ya un mes desde que se cerró el plazo de inscripción en las LEB y la EBA y se elaboraron sus respectivos calendarios, con dos excepciones: la EBA E, que tuvo que esperar algo más, pues no habían cubierto las expectativas en cuanto a número de equipos, y la EBA A, que no tuvo calendario hasta ayer. La Federación ha tenido un mes para elaborarlo y, en una nueva decisión controvertida, lo hace sin esperar a que el CSD resuelva los múltiples recursos que se han interpuesto contra una configuración que nada menos que deja fuera a Chantada por un error de la Federación Gallega, o que mantiene en el Grupo AB a La Flecha pese a que los pucelanos tienen derecho a estar en el AA, o que incluye a Estela aunque los cántabros han reclamado su inclusión en LEB Plata.

Cuando ya es inminente el pronunciamiento del CSD sobre todas las cuestiones en litigio, entre las que también están la exclusión de LEB Plata de Marín y Zornotza, la Federación, que ha esperado en silencio durante un mes, ha decidido realizar ese sorteo de la EBA A justo ahora, pese a las solicitudes de suspensión cautelar del mismo que ha recibido. Al menos desde el miércoles se sabía que el sorteo sería ayer viernes; lo organizaron, lo celebraron y por la tarde se limitaron a hacerlo público sin explicar por qué lleva un mes de retraso respecto al resto de conferencias, sin señalar que se ha celebrado pese a las solicitudes de suspensión cautelar o que si el CSD da la razón a alguno de los clubes implicados todo podría quedar en agua de borrajas.

A la concatenación de decisiones conflictivas suma por tanto la FEB una conocida política de comunicación en la que el autobombo de los sucesivos “éxitos de inscripciones” no deja sitio para lo verdaderamente importante: en un mes, ni una nota de prensa enumerando los equipos que se quedan fuera de la liga en la que por méritos deportivos deberían competir. Por supuesto, ni una exposición de los motivos que amparan esas decisiones. Solo el silencio, la nada. Esos equipos parecen no existir ya, abandonados a su suerte como si nunca hubieran formado parte del sistema de ligas, como si hace apenas tres meses no hubieran sido protagonistas de las mismas. Equipos que no solo pierden el derecho a competir donde les corresponde por méritos, sino que se ven excluidos de todas las competiciones FEB.

El silencio del Área de Comunicación no admite pues excepciones, es una manta que cubre todas las fases del procedimiento de constitución de las ligas. Ya estamos habituados a que la adopción de medidas contrarias al mérito deportivo sea habitual en los últimos años en la Federación y en la ACB, pero al menos esta sí explica lo que hace y por qué lo hace. El último ejemplo, el del Real Betis, readmitido de forma provisional en la ACB sin que en las webs federativas se haga mención alguna a que hay un club inscrito en LEB Oro que no va a participar en esta competición, salvo nuevos cambios en sede judicial. La misma falta de información que hubo cuando incluyeron a un equipo más en el Grupo E ya constituido, aprovechando una vacante, fuera de plazo y sin más publicidad que constatar que, cual flor de primavera, había brotado sin previo aviso en el calendario publicado.

Un verano más, han conseguido superarse. Dos meses después de que hayan terminado las ligas, un mes después de que finalizara el plazo de inscripción y seis semanas antes de que comience una nueva temporada, ninguna de las tres categorías FEB masculinas cuenta con una configuración pacífica y no han sido capaces de explicar nada de lo que ha provocado esta situación. Si es cierto que la noche es más oscura justo antes de amanecer, entonces no puede quedar mucho para el alba, porque la oscuridad es ya absoluta.