La noticia de que hasta cuatro ciudades (de siete posibles) quieran organizar la F4 en la que se decidirá el otro equipo que ascenderá a ACB junto a Leyma Coruña, deja claro que hay interés. No la solicitan ni Valladolid ni Alicante, ambos equipos con 0-2 y dudas sobre si llegarán a la Final Four, tampoco Sevilla, donde se lleva tiempo hablando de las estrecheces económicas de la sección de baloncesto del Real Betis tras la espantada de XOY mejicano.

Los cuatro aspirantes son Madrid, ganador de la Copa Princesa, que ha ofrecido el Madrid Arena y que tras dos años sin concederles la organización, quieren que se le deba una; Burgos, con dos equipos que aspiran a colarse entre los cuatro mejores, de los que Longevida San Pablo quiere volver a organizarla sabiendo la fuerza que su afición les produce; también San Sebastián la ha solicitado, con un Guuk Gipuzkoa que es el único que solo ha robado un partido sin tener el factor cancha, demostrando que es un equipo que se crece en estas fases y quiere más; el último candidato es Lleida, la buena temporada ilerdense ha llenado el Barris Nord con 4000-5000 espectadores y saben que jugar una F4 allí puede ser crucial.

La decisión será decidida como siempre por una Comisión Ejecutiva de la FEB y aunque las condiciones respecto a otros años han aumentado en gastos, se estima según diferentes medios en unos 100.000 euros. También está “ese incentivo” que muchas veces decanta la decisión, pero la realidad es que no es una solo ciudad o dos, sino hasta cuatro localidades están dispuestas a asumir ese coste, por lo que, pese le pese a quién quiera o no guste, el sistema aparece que funciona.

No es el propósito de este artículo decidir que sede es la mejor, por capacidad hotelera, tradición, resultados, potencia económica o si merece la pena o no. Queremos ir por otro lado: si hace unas semanas se rumoreaba que además del ansiado instat replay, cambio de denominaciones, se hablaba también de un posible cambio de la Copa Princesa o soñar con una globalización. Una utopía de la cual ya hace tiempo nos hacíamos eco en nuestra web con una propuesta, pero que en un calendario tan ajustado parece irreal.

No debemos olvidarnos que la LEB Oro tradicionalmente fue una competición dispuesta a cambios, desde su inicio cuando no estaban instaurados los cuatro cuartos o en eventos buscaban triples de cuatro puntos. Parece que lo fácil, la crisis que hubo en su momento y el talante conservador, han dejado ver una competición emocionante pero tradicional.

Con una Copa Princesa venida a menos, donde el premio (factor cancha si quedas entre el 2º y 5º puesto) sabe a poco con la igualdad que reina en la liga, los ecos de aumentarla a más equipos, da impresión de otra F4 descafeinada a mitad de temporada. En una próxima temporada, donde habrá dos ventanas FIBA con sus dos parones, y que hará tener más jornada intersemanales, parece complicado alargar una liga que ya es de las más largas de Europa. ¿sería una locura dejar de jugar la Copa Princesa y ganar ese fin de semana?

Y aquí nuestra propuesta para la LEB Oro tras hablarla entre nosotros. Cada vez vemos más una liga bipolar y más rota, los equipos de abajo se conocen rápido, incluso los descendidos, con 18 equipos, tres por abajo quedan en camino hacia la Plata, y de los otros 15 solo 9 tienen premio postliga regular. ¿Por qué no ir a una F6 con 12 equipos jugando los playoff para esas seis plazas, lo que dejaría a solo 2 equipos sin postemporada?

Nuestra propuesta es que tras el ascenso directo hacia ACB del campeón de la Liga Regular los Playoff serían al mejor de la serie de 5 partidos entre:

  • Segundo (2º) – Decimotercero (13º)
  • Tercero (3º) – Duodécimo (12º)
  • Cuarto (4ª) – Undécimo (11º)
  • Quinto (5º) – Décimo (10º)
  • Sexto (6º) – Noveno (9º)
  • Séptimo (7ª) – Octavo (8º)

Si por ejemplo no se jugara Copa Princesa, este año según vista la Liga Regular los enfrentamientos hubieran sido:

  • San Pablo – OCB
  • Lleida – Menorca
  • Estudiantes – COB
  • Tizona – Fuenlabrada
  • Gipuzkoa – Betis
  • Alicante – Valladolid

A tenor de las confrontaciones, añadiríamos otras dos series vibrantes, con equipos como Fuenlabrada que se quedaron fuera de los playoff pero fueron una de las sensaciones en la recta final de temporada. Los equipos grandes no deberían tener miedo porque jugarían ante rivales del “grupo bajo” aunque en esta Oro tan loca, quien sabe lo que podría pasar. No supondría una carga de partidos, los playoff atraen por igual a los espectadores y más equipos podrían llenar sus arcas con ese factor llamada que supone los playoff. Incluso este curso en estos ficticios playoff, tal vez San Pablo, Lleida y Estu fueran los favoritos en sus series, pero un Tizona vs Fuenla, o un GBC contra Betis serían dos series verdaderamente emocionantes como están siendo las actuales.

¿Cómo sería la F6?

Pues para potenciar los resultados de la liga regular, habría que esperar a conocer los seis finalistas para ordenar los cruces. Nos explicamos, si por ejemplo el decimotercer clasificado diera la campanada y eliminara al segundo de la liga regular en el cruce del playoff en la Final Six (F6), sería el último cabeza de serie, el sexto, porque de los seis equipos clasificados para la F6 es el peor clasificado en Liga Regular.

La F6 añadiría un día más al sábado y domingo de la F4 que sería el viernes de ese mismo fin de semana. Esa jornada inaugural habría dos partidos, los dos equipos con mejor coeficientes de los equipos clasificados para la F6 no disputarían partido ese día, y esperarían en semifinales. Ese viernes sería los duelos entre el 3º en coeficiente vs 6º en coeficiente, y el 4º contra el 5º. Los dos vencedores pasarían a semifinales el sábado, y ahí el equipo mejor clasificado en liga regular de la F6 esperará el rival del ganador entre el 4º vs 5º. La otra semifinal sería el 2º contra el vencedor del duelo 3º vs 6º. De estas dos semifinales saldrían los dos equipos que jugarían la final el domingo con el premio de la ACB esperándoles.

Vamos a poner ejemplos con equipos. Imaginamos que, de los playoff que antes planteábamos, se clasificaron (y que nadie se enfade que esto es todo ficticio) San Pablo, Lleida, Estudiantes, Fuenlabrada, Betis y Alicante. Pues iríamos a la Liga Regular para poner el orden y los enfrentamientos en esta F6. El orden según su puesto en Liga Regular sería: San Pablo, Lleida, Estudiantes, Alicante, Betis y Fuenlabrada.

Los enfrentamientos del viernes serían:

  • Estudiantes vs Fuenlabrada
  • Alicante vs Betis.

Las semifinales serían:

  • San Pablo vs Ganador del Alicante – Betis.
  • Lleida vs Ganador del Estudiantes – Fuenlabrada.

Con este formato de F6, casi todos los equipos de la liga recibirían un premio y lucharían hasta el final. Con una serie a 5 partidos en los cuartos de final sería difícil ver sorpresas extrañas y la F6, con su sistema de orden, premia al trabajo realizado durante todo el curso en la temporada. Añades dos equipos más con sus aficiones para disfrutar de la fiesta, no aumentas fechas en calendario y premias a los equipos que mejor quedan (segundo y tercero en teoría de la liga regular) en la tabla con jugar un día menos, lo que puede ser muy importante en una fase tan corta, llena de esfuerzos y tan intensa.

Como todo, esto es una simple idea, ni mejor o peor, como el que construye plantillas, pero visto el nivel que va cogiendo la liga, los proyectos que hay, con cuatro ciudades queriendo organizar la Final Four, y pareciendo que ese formato de F4 va a quedarse, ¿por qué no ser valientes y hacer una F6, que además premiaría con ciertos privilegios a los equipos que mejor han quedado en liga regular?