Hoy hablamos con Bernat Vanaclocha (Mieres, 1998), una de las promesas interiores nacionales que ha decidido salir fuera de nuestras fronteras. Internacional español en categorías inferiores y formado en equipos como OCB y Estudiantes, dio el salto al baloncesto universitario americano antes de regresar a España para recalar en la LEB Plata, donde tuvo dos experiencias hasta fichar a mediados de esta 21/22 por el Team Ehingen Urspring de la ProA alemana.

Zona de Básquet – Muy buenas, Bernat. Empezamos por tus inicios: ¿quién te impulsó a jugar a baloncesto?

Bernat Vanaclocha – Haciendo memoria creo que mi pasión por el básquet empezó de pequeño, jugando con mi padre. Él había jugado cuando era joven aunque no a nivel profesional. Creo que la altura también me ayudó a iniciarme en el deporte. Empecé a jugar al baloncesto porque mi grupo de amigos se apuntó también y creo que el pasar tiempo con ellos hizo que me enamorara más del juego.

ZdB – ¿Cómo recuerdas aquellas primeras canastas en los Escolapios?

BV – El baloncesto de categorías inferiores suele ser divertido y en aquel entonces era solo un juego con el que pasaba buenos momentos con mis amigos.

ZdB – Pasas por diferentes canteras como la del Oviedo CB y luego, una vez que te trasladas por motivos familiares, por la de Alginet o Gandia. Un jugador con tus centímetros siempre llama la atención: ¿cómo fue el fichaje por Estudiantes?

BV – Estudiantes me invitó a un torneo que se celebraba en Valencia, recuerdo disfrutar del baloncesto de mayor nivel de canteras ACB y que tras aquel torneo quería fichar por un equipo de mayor nivel.

ZdB – ¿Tuviste más ofertas de otras canteras ACB?

BV – No recuerdo si en aquel momento tenía más ofertas. Hice una visita a Madrid para ver las instalaciones del Estudiantes y coincidí con Javier Zamora, que en aquel momento entrenaba al equipo EBA. Ya habíamos coincidido en la preselección U16 y tras hablar con él decidí fichar por el Estudiantes. Sabía que con él como entrenador podría mejorar mucho. 

ZdB – Estás varios años en el Estudiantes, con el Júnior y el filial de EBA y, además, eres llamado por la selección española para jugar el Europeo U18 y el Mundial U19. ¿Qué recuerdos tienes de aquellas experiencias?

BV – Sin duda, de los mejores años de baloncesto que he vivido. No sólo tenía la oportunidad de aprender y mejorar en una de las mejores canteras de España, sino que también hice buenos amigos con los que conviví esos tres años. 

Jugar con la selección fue siempre algo especial, era una oportunidad de jugar baloncesto de mayor nivel en competiciones FIBA y, desde luego, las concentraciones de la selección son de lo mejor para entrenar durante el verano. El jugar con la selección también era una recompensa por el trabajo de toda la temporada.

ZdB – En la temporada 18/19 das un giro y te vas a EEUU, a un JUCO (Junior College): Polk State. ¿Cuál es el motivo de tu marcha?

BV – Fue una decisión difícil, quería probar nuevas experiencias y aprender el tipo de baloncesto que se juega a nivel universitario en EEUU.

Desde luego en el sistema americano es mucho más sencillo compaginar estudios y deporte y creo que era lo que necesitaba en aquel momento. Mi plan era quedarme cuatro años: dos de JUCO y otros dos en una DI, pero con la aparición del COVID cambiaron los planes y decidí volver a España tras hablar con mi familia, creímos que era más seguro.

ZdB – Antes de eso, en los dos años en el JUCO realizas un buen trabajo, muchas veces de ese que no se aprecia tanto numéricamente, y eres incluido en el segundo equipo de conferencia la temporada 18/19. ¿Cómo fue?

BV – El primer año fue complicado, los primeros meses tienes que adaptarte al idioma y a la cultura americana. El baloncesto americano es diferente al europeo y también me costó su tiempo adaptarme. Pero es una experiencia que no cambiaría por nada. Los entrenamientos eran de mayor exigencia física pero al mismo tiempo recuerdo que volví a divertirme jugando al baloncesto, una sensación que echaba de menos.

ZdB – Compartías puesto con Dejan Ilinčić, una de las estrellas de esta temporada de la Liga EBA. ¿Cómo eran los entrenamientos con él?

BV – Dejan fue mi roommate mi segundo año en Polk. Más que un compañero de equipo Dejan es como un hermano para mí. Compartimos muchos momentos juntos aquel año y solíamos entrenar tiro por nuestra cuenta juntos a diario. Es un jugador muy físico y un gran reboteador, ambos somos muy competitivos y  jugar contra él en los entrenamientos era divertido a la vez que exigente. Hablamos muy a menudo. Cuando supe que vendría a España a jugar le di toda la ayuda que pudiera necesitar. Me alegro mucho de la gran temporada que ha hecho.

ZdB – Volvemos a la primavera de 2020 en la que el COVID llegó a nuestras vidas y muchos españoles volvían a casa, tú incluido. ¿Cómo fue esa época? ¿Llegaste a tener alguna oferta firme?

BV – Durante mi segundo año de JUCO recibí varias ofertas de DI, creo que la universidad que más llamó mi atención fue Cleveland State, tras la visita a la Universidad y tras conocer al staff y al entrenador era la opción que más me gustaba. Sobre todo porque al quedar 2 años de universidad lo que más me interesaba era poder jugar el máximo de minutos posible.

Pero con la llegada del COVID las universidades cerraron y al volver a España tuve dificultades para terminar mis clases online. Al final conseguí los créditos que necesitaba pero la situación con el virus preocupaba a mi familia. Tras hablarlo con mi agente decidí buscar una opción en España.

ZdB – Llegas entonces a Albacete, con un entrenador que conoce la categoría como David Varela y un bloque de jugadores jóvenes interesantes, alguno de ellos procedentes de NCAA (Mejías, Ruiz). ¿Cómo fue ese debut en LEB Plata?

BV – Como siempre, los primeros meses fueron un periodo de adaptación a la liga, por suerte tanto el staff técnico como mis compañeros de equipo me ayudaron a encontrar mi juego. Pude aprender de jugadores como Placide Nakidjim o Ryan Ejim, con gran experiencia en la liga.

ZdB – Personalmente este curso me sorprendió tu vuelta a casa al fichar por el recién ascendido Alginet, sobre todo tras un año más que correcto de debut. ¿Por qué tomas la decisión de retornar?

BV – En principio la oferta que me hacen es de poder jugar con mayor libertad y más minutos. También es un club en el que me conocen y del que tengo muy buenos recuerdos de la época de cadete con mi primer campeonato de clubs de España en Zaragoza. Pensé que en este equipo podría tener mayor oportunidad de probar cosas nuevas y mejorar mi juego.

ZdB – Permaneces 11 partidos en un equipo en el que prima mucho el juego exterior y entonces te llega la oferta de Alemania. ¿Tienes dudas o te apetece vivir la experiencia de jugar en otra liga de Europa?

BV – Fue una decisión difícil, pero tras hablar con mi familia llegamos a la conclusión de que podía ser una gran oportunidad para mí y que podría abrir muchas puertas para mi futuro profesional. También me apetecía vivir una nueva experiencia y descubrir cómo es el baloncesto en la segunda liga alemana.

ZdB – Llegaste en enero y has disputado unos cuantos partidos. La situación del equipo no ha sido buena, colista en la tabla, pero al menos con tu presencia ganó en centímetros y obtuvo una victoria. ¿Cómo han sido estos meses?

BV – Era una situación difícil. Ehingen es un equipo muy joven y se notaba la diferencia de experiencia con equipos más veteranos de la liga. Pero al mismo tiempo me permitía tener más minutos y protagonismo en el juego.

La liga es diferente a la LEB Plata, el juego depende mucho del tiro exterior y hay muchos jugadores de gran talento, pero creo que he conseguido adaptarme bien al tipo de baloncesto y han sido tres meses en los que he mejorado mi juego.

ZdB – ¿Qué le ha faltado al equipo para salir de esa dinámica negativa y sumar algún triunfo más?

BV – Creo que la suma de bajas por lesión y la falta de experiencia de algunos jugadores jóvenes es lo que más ha afectado al equipo. Antes de mi llegada ya tenían varios jugadores en rehabilitación. Los pocos partidos en los que el equipo estaba al completo los resultados eran mucho mejores, pero hemos tenido mala suerte y muy pocas oportunidades de jugar con el roster completo.

ZdB – La ProA es una liga con ‘cincos’ grandes y, personalmente, creo que es una competición que se adapta mejor a tus cualidades que la LEB Plata, por ejemplo. ¿Cómo te has encontrado tú contra rivales con centímetros y kilos?

BV – Creo que es una liga en la que predominan ‘cincos’ físicos y grandes, dominantes en la pintura y el rebote. Aun así, este tipo de juego con grandes tiradores de tres abre más espacio para jugar en la pintura y poco a poco he adaptado mi juego para poder aprovechar estos espacios.

ZdB – Tu equipo era muy joven, como nos decías, y habéis sido el bloque extranjero (casi todo rookies) los que habéis tirado del carro. ¿Ves a Tutu, Cheese o Fahrensohn para jugar en ligas como la LEB Oro?

BV – El talento de cualquiera de los tres es suficiente como para jugar en ligas como la LEB Oro o superior. Como he dicho anteriormente los partidos en los que los cuatro hemos jugado juntos los resultados eran mucho mejores.  

ZdB – Ehingen es una pequeña localidad. ¿Cómo has estado ahí en cuanto a adaptación a la vida alemana y al lugar en general? ¿Cómo te acogieron los alemanes?

BV – Ehingen es una localidad pequeña pero muy acogedora. La parte de Alemania que he conocido es un gran conjunto de pequeñas localidades muy bien comunicadas. La cultura alemana es diferente a la española. Nunca han sido fríos o distantes, al contrario; me he relacionado con personas jóvenes que en mi opinión son mas abiertas. Lo que me ha sorprendido gratamente es su gran profesionalidad. Tema aparte es el duro clima: frío sin apenas sol.

ZdB – Cantera ACB, selección española en categorías inferiores, aventura americana, LEB Plata, extranjero… Con la temporada a punto de acabar, ¿cuál crees que es el siguiente paso de Bernat Vanaclocha?

BV – Creo que como todo jugador profesional toca esperar las posibles ofertas y escoger la que más me interese.