Volvemos a mirar más allá de nuestras fronteras para conocer una nueva experiencia de otro jugador joven. El destino de hoy es Dinamarca, donde cumple su segunda temporada el sevillano Pablo López Macías (2001 / 180 cm), un base formado entre las canteras de Betis, Gines y Cáceres y que se ganó este curso un hueco en la plantilla del Næstved de primera división, a la vez que juega con el filial, Stenhus, en segunda.

ZdB – ¿A qué edad empiezas a jugar al baloncesto y quién te influye para hacerlo?

PLM – Empiezo a jugar desde muy pequeño en el equipo de mi localidad (Albaida del Aljarafe), mientras combino fútbol y baloncesto. Dedicaba todos los días de la semana y en muchas ocasiones entrenando ambos deportes en el mismo día. Al poco tiempo tuve que decidir si jugar para el Betis en el fútbol o para el Cajasol. Parece irónico que eligiese el baloncesto solo porque yo era del Sevilla.

ZdB – Rápidamente la cantera del Real Betis (antes Cajasol) te acoge en su seno, además de participar en las selecciones sevillanas y andaluzas. ¿Cómo recuerdas esos primeros años?

PLM – Recuerdo esos años como un aprendizaje constante. Mi primer entrenador fue Pablo González, actualmente en la cantera del Betis Baloncesto, por el que sentía una enorme admiración, ya que todos los días aprendía muchísimo baloncesto y me iba formando como persona. Ese mismo año pasé de jugar en mi pueblo a jugar en selecciones provinciales, incluso siendo llamado para las autonómicas.

Aprendí muchísimo esos años, tanto de los momentos malos como de los buenos, ya que requería mucho sacrificio y dedicación por mi parte y por la de mi familia. 

ZdB – Tu primer año cadete lo pasas entre Gines y Cajasol. ¿A qué se deben estos cambios?

PLM – En cadetes se genera una falta de confianza en mi juego por parte del club, por lo que deciden cortarme. Ese año lo recuerdo como uno de los más especiales ya que llego al equipo de Gines, donde conocería a amigos con los que tengo una gran relación actualmente y a mi entrenador actual, Matías.

Esos años me ayudaron a trabajar aún más y me crearon la necesidad de demostrarles que yo debía haber estado en esos equipos. Deportivamente fueron unos años que me ayudaron mucho a crecer como jugador, ya que me encontraba más cerca de mi casa y podía trabajar muchísimo más. Aparte contaba con las horas no pagadas que echaba Matías conmigo y algún que otro jugador que se apuntaba para mejorar.

ZdB – En tu segundo año júnior decides salir fuera de tu zona de confort y te vas hasta Cáceres para jugar en el San Antonio Cáceres, el equipo filial-cantera de los verdinegros. ¿Cómo se gestó este cambio?

PLM – Debido a mi relación en aquel momento con el actual  Betis y a un futuro incierto y no muy competitivo en Gines, decido optar por arriesgarme y salir de casa para buscar nuevas experiencias.

Acerté de lleno, ya que encontraba gente muy trabajadora y dedicada que me hizo aprender mucho, como Roberto Blanco, actual entrenador de Cáceres. Y a la vez un grupo de amigos que jugaban en el mismo equipo y que me acogieron como uno más.

ZdB – Permaneces allí durante dos temporadas en las que hubo un poco de todo: primera salida fuera de casa, debut en LEB oro, presencia en Liga EBA, una lesión que te deja meses en el dique seco…

PLM – Recuerdo que fue uno de los mejores años, ya que convivía con profesionales, entrenaba con ellos y tenía amistades muy buenas en Cáceres. Y de ser uno de los mejores años a uno de los peores. Tuve una rotura en los ligamentos de la muñeca que tardaron 6 meses en diagnosticar, y mientras tanto yo seguía entrenando y jugando con el equipo júnior y EBA, pero con el hándicap de que esa rotura no me dejaba realizar el gesto de tiro.

Acabé siendo operado en verano y después de una larga y dolorosa recuperación, volví a jugar al año siguiente, con la mala suerte de que acabó la temporada por el COVID antes de que volviera a coger mi ritmo.

ZdB – De repente das un giro a tu carrera y te vas al Dinamarca para fichar por el Stenhus, dirigido por el entrenador español Matías Camino. ¿Cómo surge esta oportunidad y qué te motiva al irte al extranjero tan joven?

PLM – Matías contactó conmigo a mitad de la anterior temporada. Le había surgido una oportunidad en Dinamarca y, motivado por las anteriores experiencias que había tenido con él y un impulso de ambición  y ganas de mejorar, decido no dudar ante esa nueva oportunidad.  He tenido la suerte de que mis padres siempre han confiado en mí y en mis decisiones, por lo cual no hubo ningún problema para vivir esta experiencia.

ZdB – Tu primer año es un poco atípico porque la competición estuvo parada un tiempo por el coronavirus, pero ya tuviste la oportunidad de jugar algún minuto con el Næstved de primera división.

PLM – Fue una temporada bastante atípica. Nos encontrábamos primeros, con muchas ganas de jugar con el equipo por el cual había firmado, cuando nos enteramos que la liga se paraba por la pandemia. Así, me veo obligado a buscar una oportunidad con Næstved, ya que anteriormente existía un deseo por parte del entrenador de que jugara para ellos.

Tras una temporada no muy seria por dicho entrenador, poca confianza y el unirme como joven a mitad de temporada a un equipo ya hecho, la temporada no acabó muy bien. Fuimos eliminados en la primera ronda, con sensaciones individuales bastante malas.

ZdB – La buena noticia llegaba este pasado verano, cuando Næstved te hacía miembro de su primera plantilla, manteniendo tu ficha en Stenhus. La temporada no ha podido ser mejor en segunda, pues has sido clave en el campeonato que ha logrado el equipo, pero es que además has tenido presencia en primera (20 partidos) en uno de los mejores equipos del país.

PLM – Esta temporada es la primera completa que juego después de mi lesión. Como ya has dicho, hemos terminado campeones de la liga regular con Stenhus y nos encontramos jugando los playoffs con Næstved. Está siendo una temporada dura de trabajo físico y tiro todas las mañanas, aunque no acabo de encontrar una solidez en el primer equipo aun haciéndolo bastante bien. Aun así estoy bastante satisfecho con el trabajo que estoy realizando y con los números que estamos obteniendo con Stenhus.

ZdB – Has tenido cierta experiencia en dinámica LEB Oro. Si tuvieras que compararla con la liga danesa, exceptuando al Bakken, el equipo puntero, ¿ves similitudes?

PLM – Lo que más cambia con respecto a LEB Oro son los entrenadores y el nivel táctico, sin ninguna duda. En cuanto a jugadores podemos encontrar equipos que simplemente por jugadores podrían estar compitiendo en Oro. Después hay equipos de la zona baja que tendrían un nivel parecido a LEB Plata y otros que incluso a un buen equipo de EBA. Pero si algo tengo que destacar es el pobre nivel táctico de esta liga.

ZdB – Como ya hemos comentado, Matías Camino, un buen amigo de esta web, es tu entrenador. ¿Facilita las cosas tener un técnico español?

PLM – Matías las facilita y mucho. Deportivamente es una persona que me hace trabajar día a día, hace sacar lo mejor de cada jugador y es una de las personas más trabajadoras que he conocido. Sin mencionar lo muchísimo que aprendo de baloncesto y temas tácticos con él. En definitiva, tengo suerte de tenerlo cerca.

ZdB – ¿Te hubiera gustado tener más oportunidades en primera división o crees que lo has hecho bien en una liga que no es muy de jóvenes, salvo en los equipos granja de la zona baja de la tabla?

PLM – Es difícil tener oportunidades con uno de los mejores bases de la liga en tu posición. Con el rendimiento que estoy dando en los entrenos y en los pocos minutos que juego, me hubiera gustado tener más oportunidades, pero no depende de mí y aun así estoy bastante contento de mi trabajo y de cómo aprovecho esas oportunidades.

ZdB – Si tuvieras que explicarle a los que no te conocen qué tipo de base eres, ¿qué les dirías?

PLM – Me considero un base conocedor del juego, buen defensor y pasador. Creo que mi fuerte son las lecturas desde el Pick&Roll; además, estos dos últimos años estoy creciendo bastante en mi tiro tras bote.

En lo que trabajo para mejorar es en mi toma de decisiones, ya que me cuesta varias pérdidas. También trabajo en el Catch and Shoot. Obviamente trabajo para perfeccionar y mejorar otros ámbitos de mi juego.

ZdB – ¿Cómo lleva un sevillano el clima danés y las relaciones sociales allí?

PLM – Se pasa bastante mal con el clima. No es el frío, ya que es soportable y te pasas la mayoría del tiempo en instalaciones preparadas para ello, es la falta de luz en invierno que te hace el día eterno, sintiéndote a la vez sin fuerzas.

En cuanto a la gente, es más cerrada que a lo que estamos acostumbrados, aunque cuando entablas una amistad las personas se vuelven muy parecidas a nosotros, incluso son mucho más cercanas y se interesan e intentan ayudarte con todo.

ZdB – El coronavirus ha afectado a todos los países. ¿Observas muchas diferencias entre Dinamarca y España en el tema restricciones?

PLM – Es completamente diferente. Aquí las medidas eran extremas cuando la pandemia tenía un pico mínimo de infectados. Necesitabas test para todo, y casi todo estaba cerrado. En cambio, hace varios meses que quitaron todas las restricciones y no he vuelto a escuchar ni saber más nada sobre el tema. También había muchísimas facilidades, porque los test eran gratuitos y nos los hacíamos cada tres días para estar controlados.

ZdB – Recientemente, Enrique Melini nos comentaba la posibilidad de jugar, estudiar y trabajar que ofrecía Irlanda. ¿Es tu caso similar o solo compaginas estudios y básquet?

PLM – Actualmente me encuentro estudiando online, lo que me facilita mucho el poder compaginar mis horas de entrenamiento individual, entrenos y descansos con los estudios. Sí que es verdad que se hace casi imposible y algunas veces imposible compaginar una vida profesional con estudios presenciales.

ZdB – La temporada está apunto de acabar. ¿Tienes algún plan de futuro a corto medio plazo?

PLM – Ahora mismo solo pienso en terminar esta temporada de la mejor forma posible. Las oportunidades irán surgiendo y no me preocupa un futuro a corto medio plazo.