Un artículo de @m_jordan9
Boyd van der Vuurst
TAU Castelló

Ha tardado en mover ficha TAU Castelló ante la lesión de su shooter Edu Durán al inicio de la liga. A veces es complicado hacerlo, y finalmente el elegido fue el jugador neerlandés Boyd van der Vuurst (1999 / 191 cm). Internacional por su país en las categorías inferiores y consolidado en su generación, es un jugador que se ha formado en Den Helder durante su carrera, teniendo responsabilidad desde la 17/18 y cada año un poco más de protagonismo hasta ser la pasada temporada declarado mejor joven U23 (Rising Star) de la DBL (14.7 pt, 4.8 as). Su buena temporada hizo que para la liga de nueva creación, una BNXT que une a Países Bajos y Bélgica en la misma competición, se fijara el Okapi belga en sus servicios, pero ha terminando recalando en Oro tras jugar tan solo 6 partidos sin demasiadas oportunidades (7 mi, 1.2 pt).

Es un fichaje que me ha sorprendido. Claramente Edu Durán es insustituible. Con apuestas como Höök lo veía claro, pero en este caso a Van der Vuurst lo veo como un jugador con proyección más que una realidad para lo que ahora exige la LEB Oro. Tenía mucha libertad en Den Helder, equipo de la zona media-baja de los Países Bajos y que cuenta con un bloque muy joven. Un combo guard con buen manejo de balón, que se siente cómodo en el P&R y aprovechando ventajas generadas por los bloqueos para llegar al aro. Se levanta cómodo desde el triple y tiene muy buena visión de juego para buscar el pase adecuado. Habrá que ver cómo se adapta al nivel físico y de velocidad de la LEB Oro, pues físicamente aún está por formar; ojo también a su rendimiento defensivo. En Bélgica no logró tener oportunidades y en Castelló le puede pasar lo mismo, aunque el de Toni Ten es un equipo que consigue crear opciones para sus tiradores y ahí el neerlandés puede tener sus momentos, que se suman a su habilidad de pase.

Pavel Marinov
Palmer Alma Mediterránea Palma

Palmer Alma Mediterránea Palma está en plena ebullición. Tras apostar por jugadores con experiencia en Oro como Pavelka y Elijah Brown, el penúltimo en llegar, ayer mismo se oficializaba la incorporación del Robert Cosialls (ex Bàsquet Girona), fue un jugador con experiencia internacional (pero no en nuestras ligas) como es el internacional búlgaro Pavel Marinov (1988 / 199 cm). Estamos ante un jugador de recorrido que fue escalando en su país: primero en Yambol (07-11), luego en el equipo más importante (Lukoil, 11-13) y finalmente en el Balkan, donde gozó de estatus de jugador franquicia dos temporadas (16.7 pt la 14/15). Su buena temporada le llevó a firmar en Rumanía, donde estuvo tres temporadas con un breve paso por Francia, llegando a jugar en Dinamo, Pitești y Steaua antes de volver la 18/19 al país galo para jugar en el Caen de la ProB (9.2 pt, 3.0 re, 2.8 as) hasta que una lesión de rodilla le dejó KO.

La 19/20 solo podría jugar un partido en febrero con el Beroe búlgaro, con el que repetía la pasada 20/21 (30 pa, 9.4 pt, 6.5 re, 3.2 as). Esta campaña la empezaba en Kosovo (Trepca), volviendo a Rumanía para fichar por el Constanța (5.3 pt) antes de aterrizar en LEB Oro. En toda su carrera siempre ha tenido presencia con la selección búlgara, siendo un pilar básico.

Un fichaje arriesgado, a mi modo de ver. Marinov tiene experiencia, sabe leer el juego y tiene capacidad para asistir u ocupar espacios, algo que le va a venir bien a los palmesanos. Mis dudas llegan desde el punto de vista físico, de si será capaz de aguantar el ritmo y la velocidad de esta competición. Tiene buen cuerpo, puede incluso postear y le gusta jugar con las fintas y tirar desde lejos, aunque es inconsistente en este sentido. La falta de velocidad le lastra, y lo hará más en una liga como en la que va a debutar. Sin duda, un BSA falto de rotación suma otro jugador diferente a sus anotadores, que puede ocupar espacios, recibir los pases de Figueras desde las esquinas y jugar en la media distancia. Falta por ver si dará ese plus atrás y si se adaptará al ritmo rápido de los de Son Moix. En conclusión, experiencia para un equipo joven, pero tal vez su momento de esplendor ya haya pasado.