Hoy charlamos con Asier Gordo (Santander, 1992), un joven entrenador que inició su trayectoria en Cantbasket04, con paso en Calasanz y una brillante primera etapa en el CB Solares (2012-2016) en la que llegaron a octavos del Campeonato de España Cadete en 2015, a la vez que trabajaba con las selecciones autonómicas de Cantabria de formación. Luego, dio el salto al CD Estela, como segundo entrenador, tanto en EBA como en LEB Plata. En el verano de 2019 volvió a casa, al CB Solares, donde sigue su trabajo como primer entrenador del equipo de EBA AA, a la vez que trabaja en la formación de jóvenes jugadores.

Zona de Básquet – El papel formativo que jugó la Federación Cántabra de Baloncesto fue muy importante para ti, ¿verdad?

Asier Gordo – Así es. Me gustaría destacar la formación que me proporcionó al incluirme en el staff de las selecciones autonómicas. Fue sin lugar a dudas una catapulta para que entrenar se convirtiese en algo más que un hobby, me hizo plantearme que  podía ser una ocupación profesional. Tuvieron mucha paciencia conmigo desde que llegué como delegado con 17 años hasta que terminé con la última selección que dirigí en campeonato, la Infantil masculina de la generación del 2004; casualmente, ahora mismo son júniors de segundo año Alex Solovey, Jorge Otero y Alonso Gómez, los tres compitiendo en el grupo AA de Liga EBA. La dirección deportiva de las selecciones cántabras, con el nombre propio de Diego Celeizabal al frente, son una fuente formativa brillante, un pequeño reducto que está ayudando al desarrollo del talento en nuestra región sin necesidad de hacer ruido mediático con recursos limitados que se explotan al máximo.

ZdB – Esta es la tercera temporada al frente del CB Solares y la verdad es que cada una de ellas ha sido un poco diferente: la primera, de adaptación y con el parón que supuso el COVID; la pasada, confirmando que Solares es equipo EBA sin duda; y esta tercera, tal vez pecando un poco de irregularidad, debería ser la de la confirmación con un paso adelante. ¿Cómo has visto al equipo en estas tres temporadas?

AG – Recuerdo que mi llegada al equipo EBA no fue algo sencillo, ni para mí ni para la directiva, que justamente terminaba una temporada de descenso en la cual habían tenido problemas para que el equipo ganase. Confiar en un entrenador joven no es fácil y es algo de lo cual siempre estaré muy agradecido a Félix, Julián y Chus, que me dieron las oportunidad de poder coger un equipo semiprofesional como primer entrenador, que es lo que más me llena en este deporte. Cuando llegué la idea fue muy clara: dar un cambio de mentalidad a los jugadores de la casa. Con ellos empezaba y terminaba todo, debían ser los protagonistas y con ellos teníamos que consolidar el proyecto en la categoría.

El primer año lo marcó la lesión del alero estrella de la cantera, Diego García. Para mí fue un duro golpe pues, entre otras cosas, llegar a entrenarle de nuevo y ayudarle a desarrollarse es una de mis motivaciones. Otro de los aspectos que marcó la primera temporada fue el arranque en el campeonato con esa racha de 6-0, que creo que valió para dar a conocer el proyecto, convencer a los jugadores de casa de que podíamos competir en esta categoría y asimilar nuevas directrices de entrenamiento. De este primer año finalmente destacaría justamente la promoción de los jugadores locales, conseguimos que Gio Contreras (al final de temporada fichó en LEB Plata), Carlos Sepúlveda, Saúl Alonso y Sergio García se convirtieran en jugadores referentes del grupo AA.

La segunda temporada fue la consolidación del proyecto, desde luego. El equipo tuvo altos y bajos como joven grupo que somos, pero la vuela a las canchas de Diego García y el fichaje de Kaj (americano actual de la plantilla) nos dieron las fuerzas para consolidar al equipo en la categoría. Nos faltó muy poco en muchos partidos para haber llevado al equipo a la parte alta de la clasificación, lo cual sé que a medio plazo, estén los jugadores que estén, será el objetivo del club, unido siempre a la fuerte cantera con la que cuenta el club, pues si no, no tiene ningún sentido.

Este tercer año hemos hecho una pretemporada muy buena, incluimos en dinámica del equipo a tres jugadores sénior de primer año y a un juvenil. Hemos empezado con la baja muy importante de Sergio García, capitán del equipo las últimas campañas, un jugador muy importante para mí no solamente en la cancha, que arrastra una lesión que decidió curar definitivamente en verano. Ahora está en la recta final de su recuperación, así que espero poder contar con el pronto. El equipo consiguió renovar a nuestro querido Kaj y fichar a Jon Peña, en mi opinión, un jugador referente en la categoría. Le teníamos fichado en mayo, en cuanto terminó la temporada esa misma semana trabajamos en su fichaje, teníamos muy claro lo que buscábamos y mi pasada relación con el jugador como entrenador en EBA y Plata facilitó el fichaje.

En cuanto al club como estructura, la realidad es que la parte Sénior del club es una directiva desinteresada que trabaja para que la parte de la cantera pueda centrarse en la formación, y prácticamente son ellos los que cada año van haciendo crecer al club en todo lo que no tiene que ver con lo deportivo. Estoy muy contento con su evolución.

ZdB – Empezasteis muy bien, con un balance positivo de 4-1, pero luego hubo una crisis de resultados hasta que las victorias en los derbis contra Raisan Pas Piélagos y Becedo Santander la rompió. ¿Mucha dualidad?

AG – El equipo sigue una buena senda pese a la racha que sufrimos de cuatro derrotas consecutivas. Este grupo es muy complicado y en ese mes y medio tuvimos que hacer frente a varios problemas que nos complicaron el día a día, y eso nosotros lo notamos mucho a la hora de competir. Pese a ello, el equipo no pierde identidad, seguimos teniendo una idea muy clara de lo que queremos demostrar en la cancha y hemos conseguido ganar dos victorias consecutivas posteriormente a una lesión de gravedad de nuestro pívot titular, que todavía está por recuperarse con totalidad, y que está haciendo un esfuerzo increíble por jugar. No soy de los que dan mucho más valor a los partidos porque sean entre equipos de la región, pero sí que es verdad que cada vez que llegan noto un ambiente de motivación extra, puede que haya jugado en nuestro favor en el primero y muy en contra en el segundo, al jugar en casa y tener la presión de tener que ganar para no meternos en problemas futuros.

ZdB – Precisamente un nombre que destaca es el de ese pívot titular, Kaj-Björn Sherman, que sigue en Solares a pesar del interés de equipos de niveles superiores. ¿Cómo conseguisteis retenerlo como jugador franquicia?

AG – Como entrenador he tenido mucha suerte, para lo joven que soy, de entrenar a muy buenos jugadores tanto nacionales como extranjeros, pero con el tiempo siempre recuerdo a los más profesionales, con todo lo que ello implica. Kaj me recuerda mucho a Tomáš Hampl: desde el primer día trabaja por y para el bien del equipo y no individual. Es un ejemplo tanto dentro como fuera de la cancha, la imagen de profesionalidad que demuestra en cada entrenamiento sirve de espejo para los jóvenes que trabajan a diario con él y os aseguro que es esta parte la que llevó a la directiva hacer un esfuerzo por renovarle, se le convenció durante al año anterior, en Solares se hace la vida muy fácil para los jugadores que vienen de fuera.

ZdB – ¿Qué significa para ti tener en la pista un jugador tan determinante, y que marca tanto la diferencia en la categoría?

AG – Es una garantía tenerlo, por lo que se refiere a su resolución en la cancha y porque me ayuda en el día a día, es un entrenador más, sin incurrir en querer ponerse por encima de ningún entrenador en ningún momento. Siempre encuentra el momento para dar un refuerzo a sus compañeros o para darme algún consejo de cómo ve el un sistema, una idea o incluso durante los partidos, eso unido a que mi forma de dirigir el grupo se basa en roles y en escuchar siempre lo que tienen que decir los jugadores es simplemente una maravilla contar con Kaj.

ZdB – ¿Cómo está en el momento actual físicamente, después de su lesión?

AG – Su lesión en Getxo fue peor de lo que podíamos esperar, se le salió el hombro en una fortuita jugada en un rebote, y durante las dos semanas posteriores no pudo ni si quiera entrenar con balón. Está poco a poco mejorando en cuanto al hombro, pero está notando mucho la falta de entrenamiento. Volveremos a ver su mejor versión cuando pueda entrenar con los descansos pertinentes, espero que sea en la jornada 16 en casa contra Venta de Baños, hasta entonces nos tocará capear y ayudarle todo lo posible.

ZdB – Ya nos has hablado de otro jugador, Jon Peña, que desde su llegada este verano se ha hecho imprescindible. ¿Qué aporta además de dirección y claridad en el juego este base ya con abundante experiencia en EBA y Plata a pesar de su juventud?

AG – Con Jon Peña todo es fácil, pues su trabajo diario es incuestionable y sigue al pie de la letra el lema “el esfuerzo es innegociable” que tanto le hizo grabarse a fuego Rafa Pueyo. Llegó y le dije claramente que quería volver a colocarle como mejor base del grupo, quiero que se hable de Jon. Cuando dejé de entrenarle como ayudante distanciamos un poco nuestra relación, pero siempre tuvimos una gran relación entrenador-jugador, como ayudante siempre tu relación con los jugadores es diferente. Ahora tengo la suerte de tenerlo como timonel, nos genera mucha tranquilidad que juegue al base, es tan importante para nosotros que hemos tenido que buscar soluciones para que Carlos juegue junto a él, y así tuve que hablar con Carlos para que supiese que tendría que jugar mucho tiempo de combo sin coger el balón como director, porque queremos que Jon tenga el balón todo el tiempo posible del ataque. Es exigente con los compañeros, pero luego empatiza y ayuda a los jóvenes, le veo desde lejos siempre dar aliento, consejos y echar una mano a los compañeros cuando más lo necesitan. Sin embargo, cuando es él quien necesita ayuda, es un jugador que esconde sus problemas para que no se reflejen en el entrenamiento o partido, para que el equipo no se resienta, pues prefiere siempre el bien del colectivo que el personal. Esto, que parece tan sencillo y de sentido de común en un deporte colectivo, muchas veces no están sencillo de ver en jugador que tiene cualidades para ser muy egoísta (mucho talento individual). Además, como última referencia, con su llegada estoy notando que tengo menos problemas para defender en las posiciones de base, a nivel defensivo nos ha dado un salto importante.

ZdB – Uno de tus objetivos cuando se produjo tu regreso era dirigir, con una grada llena en Mies del Corro, a jóvenes valores formados en el club que cada año vemos progresar en su juego. ¿Cómo ves a Saúl Alonso o a Diego García (estelar ante Becedo)? Cuéntanos qué tipo de jugadores son y qué les falta para dar el salto.

AG – Son casos muy diferentes. El primero, Saúl, es claramente el jugador que todo el mundo busca tener en su equipo. A mí como entrenador me hace mejor tener a jugadores como él, me tapa cuando hace falta, me ayuda, me exige porque se da cuenta de todos los errores colectivos que puede tener un sistema ofensivo o defensivo, tiene talento individual, lectura, táctica colectiva, maneja todas las armas (espaldas al aro, ambas manos uno contra uno, tiro exterior, pase a una mano, etc.,..), le gusta tener un reto defensivo en cada partido y tiene capacidad de rebote. Sus problemas son la mala convivencia con el error, o la poca rutina de trabajo profesional, pues combina la Liga EBA con estudios universitarios de exigencia y dedica mucho tiempo a sus estudios, lo cual apoyo e intento que no descuide, pero él y yo sabemos que el trabajo físico que necesita para dar el salto pasa por un esfuerzo muy costoso en cuanto tiempo de gimnasio, dieta y dobles sesiones que hoy día no puede permitirse. Además, es joven, tiene una novia y amigos, y me gusta porque soy defensor de que el baloncesto no puede ser lo único en la vida, ya que a profesional llegan pocos, muy pocos y el costo es muy grande, debe nacer del propio jugador cuánto quiere dedicarle de tiempo, sabiendo que es muy probable que, aunque le dedique todo lo posible, luego no llegue.

Por otra parte, Diego es un jugador en el mejor momento de su carrera seguro. Su ambición después de lesionarse, que va directamente con su carácter de ganador, fue volver mejor aún que cuando se había lesionado, y ahora mismo puedo decir que está preparado para dar el salto de categoría. Obviamente necesita un proyecto que crea en él, con un rol que le permita jugar siempre, pero ambos preferimos no dedicarle muchas charlas a este tema, somos del momento. Estoy seguro que lo valorará en verano, pero ahora sé de sobra que ni lo está imaginando, solamente está pensando en ganar el próximo partido. Es especial, y tiene algo muy difícil de entrenar, que es competitivo al extremo, ganador, tiene genética de lucha y eso se traslada al campo y es una maravilla. Él y yo tenemos nuestro trabajo en la sombra, sabe que tiene mucho que mejorar, su pase tras bote, su juego de bloqueo directo hacia su mano no dominante, su tiro tras bote (que ya desde la temporada pasada hemos conseguido una mejora, por lo menos sumar un recurso que no utilizaba), y sobre todo tiene que mejorar su táctica defensiva, es un jugador tan acostumbrado a ser la referencia ofensiva del equipo que cuando no defiende el balón tiende a relajarse para descansar, y eso no puede ser en otro nivel (ni en este en realidad). Diego sabe que tiene que progresar y dedica mucho tiempo fuera del obligatorio a trabajar, llega media hora antes cada día para realizar su rutina de trabajo de bote que supervisa uno de mis ayudantes, como ejemplo de lo que no se ve. Estoy muy orgulloso de su esfuerzo para llegar a donde está ahora, después de la lesión que tuvo, y no puedo más que devolverle ese esfuerzo en trabajar en que sea mejor jugador cada día.

ZdB – Ver con minutos a júniors como Solovei, ¿es una señal para la cantera de que, con trabajo y dedicación, en el primer equipo hay un espacio para ellos?

AG – Seguro. La cantera de Solares llega fuerte, siempre hay varios jugadores que tienen el potencial para llegar a esta liga o superior, hace falta que se den las circunstancias para que estos jugadores se desarrollen. Ahora he visto como entrenador del primer equipo, muy orgulloso, que un jugador de la cantera ficha en Valencia, eso es resultado del trabajo.

Alex es uno más en el equipo, tiene rol desde el primer día, la temporada pasada antes del verano se lo dije: “no te relajes en verano porque el año que viene cuento contigo”. Y vino como un gigante. Ha demostrado que puede jugar y es de los que más trabaja del club. Su humildad es uno de los aspectos que más destacaría, de hecho tenemos una anécdota buenísima: después de ser titular cada día en pretemporada, en la primera jornada en Venta de Baños, fui a dar el quinteto titular y cuando escuchó su nombre tuvo que ir corriendo a por su camiseta de juego al vestuario porque ni se imaginaba que fuese a jugar. Ha tenido un pequeño bajón, lógico en su edad, es difícil mantener la concentración cada día con todo lo que lleva, además de vivir a media hora del pabellón (1 hora de trayecto diario), esfuerzo que entre la madre, el padre y un compañero intentan llevar a cabo, tiene que lidiar con los problemas de su edad (2º Bachillerato). Hace poco pudo ir a ver a su familia a Moldavia (por la pandemia hacía tiempo que no les veía) y tuvo que perderse un par de partidos (caímos derrotado en ambos, quiero decir que es importante en el equipo). Ya está volviendo a la rutina diaria y estoy seguro que es uno de los jugadores con más potencial de la región junto con Alonso (Piélagos) y Jorge (Cantbasket).

ZdB – Volviendo al colectivo, ¿qué le falta al equipo para dar ese paso que le haga mirar hacia arriba?

AG – Juntar que las lesiones nos respeten, que los jugadores de casa tengan la experiencia que tenemos ahora y regularidad, constancia y más trabajo individual focalizado en que el equipo crezca. Siempre les digo: trabajad para ser mejores, para estar en vuestro mejor nivel dentro de vuestro rol y el equipo será mejor. Cuando centremos toda nuestra mentalidad en el equipo y fidelicemos la mentalidad de ganadores, conseguiremos que no se nos escapen partidos como el de Leioa en casa (nos empatan después de un doble rebote ofensivo y mandan el partido a la prórroga y ganábamos de 7 puntos a falta de un minuto y poco) o el de Getxo (después de irles ganando por 25 puntos en el tercer cuarto), dos victorias más con las que estaríamos arriba. No necesitamos más o menos jugadores, este proyecto si mira hacia arriba, mira con los que somos y están cada día.

ZdB – En vuestro nombre no hay un patrocinador principal. Imaginamos que se echa de menos que una empresa apueste de forma importante por el equipo, pero a la vez estáis orgullosos del apoyo de las instituciones locales y los pequeños patrocinadores.

AG – Podría llevarlo, pero el gerente del patrocinador principal prefiere que el nombre que resuene por encima de todo sea el del pueblo, esa es la mentalidad. Estamos muy agradecidos al esfuerzo local, patrocinadores e instituciones, sí que es verdad que yo como entrenador vería con buenos ojos una mejor repartición de los recursos, aquí (como en casi todos lados) el fútbol es el rey, no digo que no deban recibir más porque es de sentido común, ya que mueven más niños y afición en general, pero que la ayuda fuese proporcional. Ahora la Consejería de Educación terminó de construir otro pabellón justo delante del nuestro, si además de construirlo lo habilitaran del material necesario para la práctica del baloncesto en buenas condiciones podría ser una ayuda enorme (hablo de canastas abatibles con buenos aros y tablero reglado).

ZdB – En tu trayectoria siempre has estado ligado a equipos formativos. Además del primer equipo, ¿ocupas algún cargo más en el club?

AG – Ahora mismo estoy concentrado en totalidad en el equipo EBA, que me lleva mucho, mucho tiempo, no solamente presenciales, horas de vídeo, planificación, etc. Siempre que la Federación me requiere para cualquier actividad me tienen a su disposición y el actual director de la escuela de entrenadores lo sabe, porque estoy en contacto, así como ya estuve a disposición de Javier Peña para anteriores cursos de entrenadores federativos.  De todas formas en el club pueden saber que para cualquier iniciativa o ayuda me tienen a su disposición, me gusta ser bastante cooperativo cuando estoy en un club, ayudo en todo lo que puedo.

ZdB – ¿Cuántos equipos componen la base y cuál es el trabajo formativo que hay detrás a nivel de tecnificación de entrenadores, jugadores, colaboraciones, escuelas de iniciación…?

AG – Bueno, seguro que no soy el más adecuado para contestar esta pregunta, pero sí que os puedo decir que en el Club Baloncesto Solares, en lo que se refiere a cantera, hay un grupo de entrenadores que lo llevan trabajando desde siempre, seguro que los mismos años que tengo yo por lo menos. La cantera tiene un referente como entrenador de formación, Ángel Abascal, a partir del cual nace un grupo de trabajo estupendo: Jorge, Marcos, Valeriano, son los nombres que hay detrás de esta gran cantera, son amigos y lo llevan desde siempre, con mucho trabajo y amor por el baloncesto.

El jugador profesional que el club tiene como referente es David Doblas, que se formó en el club, y siempre que puede me consta que entrena con los jugadores en verano y ayuda en lo que puede, siempre está a disposición del club.

ZdB – Una pregunta clásica en nuestras entrevistas. ¿Cuál es vuestra rutina de entrenamientos y quiénes forman parte de tu «staff» técnico y con qué funciones?

AG – Me encanta la pregunta. Una de las cosas que más agradezco de ser el primer entrenador es poder organizar el cuerpo técnico. La Liga EBA es una categoría amateur, con todo lo que ello implica. No puedo exigir a mis ayudantes a dedicar el tiempo que a mí me gustaría y tienen sus circunstancias, pero hacemos hasta donde podemos estirarnos.

Nuestra rutina es sencilla. Si jugamos en domingo suelo dar libre el lunes y entrenar martes, miércoles, viernes y sábado. Por otro lado, si jugamos en sábado, haríamos lunes, martes, miércoles y viernes. No realizamos mañanas, salvo los sábados, ya que los jugadores tienen sus rutinas de gimnasio individuales y gimnasio patrocinado para realizar por las mañanas.

Este año perdí al compañero que empezó conmigo la primera temporada, Lucas Vidania, una pérdida importante para mí y también para el equipo. En su lugar, intentando buscar un homólogo que supliera con totalidad la parte física y dirigiese como primer ayudante, fiché al joven Alberto Sáez, que ya estuvo conmigo en selecciones y en Estela. Estoy muy contento de poder haberle fichado, porque se lo rifaban en la región y él eligió venir con nosotros. Por otro lado, cuento desde el primer año con un delegado que es mucho más que eso: Adrián es un estandarte del club, jugador del mismo, entrenador de formación, me hace un poco de pulso entre el club y el equipo y a mí me da esa tranquilidad de tener alguien que tiene más experiencia que yo. Además de estos dos monstruos este año se ha unido al staff Moisés Anillo, otro ex jugador veterano del club al que el gusanillo de entrenar le picó hace unos años y que nos está ayudando cada día, que me aporta mucho a nivel emocional, porque está muy cerca siempre, me ayuda mucho para desahogarme, sabe escuchar y está cerca de los jugadores, con los que comparte buena relación, y eso siempre es muy bueno.

Nos repartimos el trabajo diario con mucha efectividad. Me gusta que los cuatro tengamos espacio en el entrenamiento, esto quizá al principio fue más difícil, pero van entendiendo que los cuatro podemos estar corrigiendo aspectos diferentes en un mismo ejercicio y no dando todos el mismo refuerzo desde el mismo lugar del campo. Soy un loco del trabajo en equipo, me encantan los grupos de trabajo y creo que todo el mundo debe tener sus responsabilidades. Esta pregunta podría darme para una tesis, solamente contando cómo me gusta trabajar con el staff.

En partido también dedicamos tiempo a que cada uno sepa cómo comunicar sus refuerzos para que sea eficiente y que no estén los tres en el banquillo viendo o estando pendientes de los mismos aspectos del juego.

ZdB – Como entrenador principal, ¿qué estilo de juego te gusta y quiénes te han influido más?

AG – Al leer la pregunta he resoplado porque es una pregunta muy complicada. Defiendo que los entrenadores no deben tener un estilo prefijado, pues debemos llegar al equipo y adecuarnos a las circunstancias. El que mejor lo hace es el entrenador excelente, después están las excepciones o los ideales como, por ejemplo, Pablo Laso en el Madrid, que se le dio el tiempo suficiente para construir casi desde cero un proyecto y tuvo el talento de llevarlo a cabo.

Dicho lo anterior, si tengo que elegir qué partido de la NBA quiero ver elijo a los Warriors, si tengo que ver Euroliga quiero ver al Efes, si veo ACB veo al Madrid (soy culé cerrado) o al Canarias. Últimamente estoy aprendiendo a disfrutar de ver defender (no digo que estos equipos no defiendan), por ejemplo, al Barça o a los Phoenix Suns, pero si me tengo que inclinar por un estilo es por el ofensivo-ritmo, creo  en desgranar el baloncesto en situaciones de 1c1 o 2c2 en transición para generar primeras opciones, hay que dar normas a los jugadores desde las que puedan desplegar su juego. Al final el baloncesto es un juego, si el jugador no disfruta, no juega bien y, salvo excepciones, el jugador disfruta atacando. Prefiero jugar un partido de noventa puntos que de cincuenta, de hecho lo segundo me aburre muchísimo. El gran reto es ordenar un equipo que juega rapidísimo y que se vean normas en un equipo que juega así. Nosotros en Solares planteamos muchos partidos intentando llevarlo a un ritmo que el equipo rival claudique, que nos ganen al juego que nosotros entrenamos pero no entrar en el timing del rival.

Me influyó mucho uno de mis entrenadores de crío, Javier Peña. Seguramente soy entrenador gracias a tenerlo a él como referente. Luego he tenido muchos de los que he aprendido muchísimo. Me hizo madurar mucho como entrenador ir al CES y ver la cantidad de gente que sabía de baloncesto y hacía las cosas diferentes, eso me hizo plantearme tener que dar un paso atrás y ponerme de ayudante. Así, cuando pensé que había terminado una etapa en formación y me llamó Estela para ponerme de ayudante de Rafa, apenas lo pensé. Fue un master de dos años. De Rafa me quedan muchas cosas: control de vestuario, liderazgo, gestión de roles, control del entorno, preparación de plantillas… Aprendí mucho, y luego llegó David, un entrenador completamente diferente, un trabajador incansable, que me enseñó que sin trabajo diario no hay nada, y por eso ahora creo que estoy tan obsesionado con el día a día. David me enseñó a moverme por la liga y a tratar con jugadores profesionales, me sigue enseñando a diario porque es un gran amigo y está muy cerca siempre y procuro hablar con el todo lo que puedo.

Después he tenido muchas más influencias. El entorno es muy importante, lo que te rodea, salir de la zona confort… Creo que la autocrítica es otra de mis influencias, saber todo lo que me queda por aprender, analizar mis direcciones y ser lo suficiente humilde para saber que te equivocas mil veces, lo importante es que lo que “aprendas bien” no se te olvide, aunque bueno, el baloncesto es un deporte en constante evolución lo que vale hoy… mañana no se sabe.

ZdB – ¿Y a quién admiras?

AG – Admiro a entrenadores españoles que han conseguido poner el baloncesto donde está ahora, hablo a nivel entrenadores, es decir, que en el mundo el entrenador español sea respetado y eso es en base a que nuestro nivel medio de entrenador profesional es muy alto. Referentes como Pedro Martínez, Peñarroya, Sito, Pascual (de este soy un loco), Duran… hay muchos. Ya os digo que admiro el nivel medio que han conseguido los entrenadores nacionales con menos recursos que en otros países, por ejemplo en EEUU, donde la figura del entrenador se eleva muy alto, hay entrenadores de instituto que ganan lo suficiente y mucho más que lo suficiente para ganarse bien la vida.

ZdB – Son varios años los que llevas trabajando para Comatel 99, además de entrenar. Claramente a estos niveles de “semiprofesionalismo” el baloncesto exige muchas horas y tú lo llevas haciendo muchas temporadas. ¿Cómo llevas esta dualidad en tu vida? ¿De dónde sacas el tiempo?

AG – La pregunta más complicada que me realizáis, seguro. Resumiendo: tengo poca vida personal, intento combinar muchas veces el trabajo con vida personal y viceversa, intento además aprovechar todos los momentos que tengo libre para dedicárselos a mi mujer, que es la que lleva sobre los hombros el tiempo que dedico al baloncesto.

ZdB – Siempre dejamos un poco de barra libre en estas charlas para iniciativas, ideas… ¿Cómo crees que se puede mejorar la EBA actual?

AG – Gracias por la pregunta, aprovecho para daros las gracias por la entrevista por darme la oportunidad de contar alguna cosa sobre mi trabajo y sobre todo por el interés.

Creo que la Liga EBA se debe ligar a la promoción del jugador recién salido de júnior con mucho potencial y a las canteras de equipos profesionales. Debe ser un espacio de lanzadera y todas las iniciativas que protejan esta filosofía deberían ser bienvenidas por todos.

El formato actual de competición en general tiende a ser un tanto aburrido, creo que deberíamos buscar soluciones para que las Fases Finales no parezcan tan lejos, los equipos llegan muy quemados a las Fases de Ascenso, no se ven sus mejores versiones, eso seguro.

Además, creo que se debería avanzar cuanto antes en una Liga EBA femenina, no puede ser que la liga de primera división femenina siga dependiendo de las federaciones autonómicas y no se promocione a nivel nacional.

ZdB – ¿Un sueño a medio plazo?

AG – Ya he cumplido más de uno en el baloncesto: dirigir en Liga EBA en Cantabria parecía muy difícil para alguien tan joven como yo cuando dirigí por primera vez, estábamos anclados en que siempre son los mismos los que ocupan los banquillos, en femenino estoy viendo que se está empezando apostar por gente diferente y eso me alegra.

Mi próximo sueño es trabajar en una dinámica profesional a tiempo completo en LEB Oro o superior, trabajar en una cantera ACB o en las selecciones nacionales, esto último me gustaría mucho, viajar a un Europeo o Mundial con los mejores talentos jóvenes del país.

Como reflexión en esta pregunta diré que el baloncesto profesional actualmente está muy complicado para la mayoría de los entrenadores. Es muy difícil dedicarte a tiempo completo por 700 a 1.500 euros (a veces entrenando varios equipos), solamente nueve meses al año, claro, y sin seguridad laboral de ningún tipo, salvo excepciones nadie tiene contratos de más de un año. Si queremos evolucionar, tenemos que ser conscientes de que los entrenadores no son solamente los que llegan ACB y dirigen, hay muchos entrenadores a los que cuidar por detrás.